lunes, 18 de julio de 2011

‘The Economist’ elogia el 15-M español

LONDRES.- Puede que no sepan lo que quieren, pero están empezando a conseguirlo". Con estas palabras el semanario The Economist define al movimiento de los indignados, a los que la publicación británica califica como los más "serios" de Europa.
  
En el artículo, recogido en el último número de la revista, se detallan algunas de las "victorias" del movimiento y se valora el hecho de que sus "educados" miembros las hayan conseguido sin la necesidad de lanzar piedras o ser reprimidos por gases lacrimógenos.
De los logros del movimiento, The Economist señala algunos de los anuncios del candidato socialista a la Presidencia del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba. 
Entre ellos, la reforma electoral basada en el modelo alemán y su alusión a la responsabilidad de los bancos en la crisis hipotecaria. Un guiño a las protestas que la publicación califica de "educado", pero del que critica sus "trazas de populismo". Además, el semanario atribuye a la presión ejercida por el 15-M la rápida aprobación en el Congreso de medidas de protección para los embargados o el impulso al anteproyecto de Ley
Pero la publicación tampoco ignora los puntos débiles del 15-M y recuerda las protestas frente al Congreso en las que había "más diputados dentro [de la Cámara] que manifestantes fuera [de ella]". También critica a los indignados su falta de concreción a la hora de afirmar "qué representan" y su sistema asambleario "terriblemente lento". El artículo subraya que el vicepresidente Manuel Chaves comparó las asambleas del 15-M con las del ficticio Frente Popular de Judea que aparece en la comedia La vida de Brian.
No obstante, recuerda que el 80% de los españoles apoyan al movimiento y destaca las "buenas maneras" como su punto fuerte, a pesar de incidentes violentos como el bloqueo del Parlament de Catalunya, que, según el semanario, no han minado la popularidad del 15-M. 
La simpatía que generan los indignados, prosigue, tiene que ver con su conexión con el malestar que sienten muchos ciudadanos españoles hacia los políticos, que trasciende la ideología "izquierdista" incluso de "extrema izquierda", afirma- de muchas de sus propuestas.
"No sólo la gente de izquierdas está indignada", prosigue el artículo. 
En este sentido, el texto contrapone la buena acogida que ha tenido al 15-M con el escaso 4% de votos que obtiene Izquierda Unida en las urnas. El semanario también da cuenta de los motivos de indignación entre los que señala la corrupción de las administraciones locales y autonómicas, el desvío de fondos de la SGAE o el caso Botín, según recoge 'Público', de Madrid.

Rosell pide acabar con los funcionarios "incumplidores" y con quienes se apuntan al paro "porque sí"

MADRID.- El presidente de CEOE, Juan Rosell, ha expuesto sus recetas para facilitar la salida de la crisis en España y, entre otras cosas, ha señalado que hay que acabar con los funcionarios "prepotentes e incumplidores" y con aquellas personas que se apuntan al paro "porque sí".

   "Quien se apunte al paro porque sí, habrá que decirle que no", ha dicho Rosell, que ha añadido que todos los parados que estén inscritos en los servicios públicos de empleo deben formarse al mismo tiempo que cobran la prestación.
   En relación con los funcionarios, ha apostado por evaluarles y hacerles ver que "no son dueños" de su puesto de trabajo. También ha pedido que se penalice el absentismo laboral y se combatan los abusos asociados a las visitas al médico y el fracaso estudiantil.
   "Al estudiante hay que decirle que un fracaso se le puede consentir, pero que esté ocho años para acabar una carrera de cinco, no se le puede consentir y no se lo vamos a pagar siempre", ha precisado Rosell, que ha agregado que para conseguir todo eso debe cambiarse el funcionamiento de los servicios públicos.
   Durante su intervención en unas jornadas organizadas por 'El Economista' y Ernst & Young, el líder de la patronal española ha advertido de que, pese a los "graves problemas" que tiene España, la sociedad está inmersa en un proceso de "cierta complacencia" y ha señalado que para salir de la crisis habrá que hacer sacrificios y trabajar mucho y con "coraje".
   Rosell ha avisado de que España no creará empleo si su economía no crece por encima del 2% y ha abogado por acometer las reformas pendientes, por que el Estado simplifique "mucho" su estructura y por que éste y los gobiernos locales y autonómicos reduzcan sus gastos generales, "como están haciendo también las empresas".
   Preguntado por si haría falta una subida de impuestos para obtener más recursos, el presidente de la CEOE ha indicado que esa medida no le gusta, pero ha precisado que si en algún momento, "de manera excepcional y temporalísima", hay que elevar algún impuesto o eliminar alguna deducción o bonificación, "todo el mundo lo entendería".
   Rosell ha afirmado que la gestión de la crisis no ha sido buena, sobre todo porque el déficit se ha disparado y ha alcanzado una dimensión "monstruosa", que hay que parar y ante la que "no se ha presionado suficiente" a los gobiernos (estatal, autonómico y local) para cortarlo.
    Sobre si es necesario anticipar elecciones generales, Rosell ha afirmado que dependería de si el Gobierno actual se siente o no "fuerte" para acometer las reformas necesarias en lo que resta de legislatura. "Si la respuesta a esa pregunta es no, que deje paso, pero primero debe responder a esa pregunta", ha asegurado.
   Para el dirigente patronal, "es hora de pactar entre todos, y sin apriorismos", corriendo riesgos y haciendo las reformas necesarias, pero con un orden. "No va a ser nada fácil, nos va a costar muchísimos sacrificios y pagar a lo mejor más impuestos y tener menos servicios, pero así es la vida. La vida no es fácil", ha dicho.
   Rosell ha manifestado que gane quien gane las elecciones generales, habría que hacer, "entre todos", un gran pacto para salir de la crisis. Precisamente y sobre las negociaciones que mantienen Gobierno, empresarios y sindicatos en materia de empleo y contratación, el presidente de la CEOE cree que, aunque hay muchos temas sobre la mesa y diferencias entre las partes, podría haber acuerdos "puntuales".