domingo, 12 de octubre de 2014

La banda / Ramón Cotarelo *

Desde el comienzo de la legislatura Palinuro viene insistiendo en que el PP no es propiamente un partido político sino que, por la cantidad de procesos penales que encaran muchos de sus miembros y principales dirigentes, más parece una asociación de malhechores. Presidentes de Comunidad Autónoma, de diputaciones, alcaldes, concejales condenados en firme por delitos de prevaricación, apropiación indebida, cohecho, contra la Hacienda pública; docenas de otros cargos imputados, procesados por delitos similares, siempre en la línea del saqueo; hasta ministr@s y el propio presidente del gobierno acusad@s de cobrar sobresueldos en B. El caso Gürtel ha evidenciado que durante años se ha tejido una tupida red de corrupción en las instituciones gobernadas por el PP que ha convertido la política en un lodazal en donde también chapotean otras instancias de calado, como la Casa Real en el asunto de Urdangarin y su esposa. Este frenético expolio de las arcas públicas, planeado y ejecutado sistemáticamente, tiene poco que ver con la política.

Tal es el error de la mayoría de los analistas: creer que porque formalmente sea un partido político y de gobierno, al PP le interesa la política, entiende de ella o actúa políticamente. Falso. No hace política y sospecho que ni la entiende. Solo le interesan los negocios, los pelotazos, el enriquecimiento de los suyos y el mangoneo. Por dos vías, la colectiva y la personal. La colectiva es lo que se entiende aquí como neoliberalismo, consistente en privatizar todo lo público, tenga la forma que tenga y vendérselo a las amigos en forma de empresas privadas seguras porque son privadas pero viven de contratar con la administración pública en régimen de suculentas concesiones otorgadas por los mismos que las privatizaron y luego ocuparán cargos muy bien remuneradas en ellas. Se crea así una red de compradazgo entre políticos corruptos, funcionarios venales, empresarios inmorales que parasita la administración pública e impide la recuperación del país.

En el orden personal, la acumulación de fechorías, algunas pintorescas, como los aeropuertos sin aviones, los museos vacíos, los circuitos de fórmulas desiertos, prueban que el famoso dicho de yo estoy en política para forrarme, lo dijera quien lo dijera, es lema, consigna, promesa, anhelo del conjunto de la tropa. La lluvia de dietas, sobresueldos, comisiones, cohechos, fraudes, malversaciones, subvenciones, donativos, he hecho crecer un florido vergel de sinvergüenzas, casi todos ellos enriquecidos de la noche a la mañana con intereses y depósitos en numerosos paraísos fiscales. Y en ese vergel lucen también especies de otros partidos, tanto colectiva como personalmente: el PSOE en Andalucía y en Caja Madrid; según parece, también CiU se lleva su tajada; y en menor, pero significativa medida, IU. Todos.

Llamar a eso partido; llamarlo gobierno, Parlamento, oposición, sistema político, es un ejercicio de retórica absurda. Esto es un patio de Monipodio. El gobierno lleva tres años escaqueándose, pendiente de lo que sale en los medios por si lo incrimina, soltando un discurso triunfalista que los hechos desmienten y perdiendo el tiempo en controlar los medios, censurar la información y  confundir a la opinión pública. Las instituciones están todas intervenidas de hecho por el partido, con la parcial excepción del poder judicial en el cual un puñado de jueces y fiscales que hacen honor a su condición se atreve a investigar y procesar los casos de corrupción a un precio altísimo. Basta recordar que los dos únicos condenados hasta la fecha en los casos Gürtel y Blesa son dos jueces.

Si las instituciones están así es fácil imaginar cómo estarán quienes por ellas pululan. Ayer mismo traían todos los medios las andanzas y mangoneos durante años de 86 galopines de Caja Madrid con sus tarjetas opacas.  Empresarios, sindicalistas, funcionarios, políticos y expolíticos, comunistas, socialistas, conservadores llevaban una vida de lujo desenfrenado a cuenta de los impositores y de todos los ciudadanos pues finalmente esa Caja fue rescatada con miles de millones dinero público. Han dejado rastro por todas partes de sus gustos y aficiones y cabe hacerse una idea de qué tipo de gente estaba al mando de la cuarta entidad financiera del país: comilonas, hoteles de lujo, joyas, cash a cientos de miles, mucho alcohol, clubs, pubs, puts (acabo de inventarme el término, pero encaja), safaris, viajes de placer, golf. 15,5 millones de euros del dinero de todos en seis o siete años. Ni uno ha comprado un incunable, una edición príncipe, un libro raro, o un grabado, una estatua, algo de cerámica. Ninguno ha dado prueba alguna de que no se trata de un puñado de patanes enriquecidos. Y muy solidarios, como buenos mafiosos. Díaz Ferrán, actualmente en Soto del Real, se pulió una pasta en papear en el restaurante de su amigo Arturo Fernández que hizo lo propio en su propio pesebre; él se lo guisó, él se lo comió, él se lo pagó y él se lo cobró. Un puñado de miles de euros. El tipo que lleva tres meses sin pagar la nómina de sus empleados.

El anecdotario es suculento y morboso. Compraban lencería y quién sabe qué más cosas picaronas. Pero eso no es lo importante, como no lo era que Roldán se corriera las juergas en gayumbos. Lo importante es lo que significa el fenómeno en su conjunto. El saqueo de Caja Madrid fue una operación diseñada desde arriba. Blesa, presidente del Consejo de Administración desde 1996 a 2009, fue nombrado por su amigo íntimo Aznar. Las relaciones entre ambos irán saliendo de esos miles de emails que el imitador de Hemingway en el África ha intentado bloquear y, al parecer, Bankia ha entregado ya al juez. La mínima parte que se sabe ya pone los pelos de punta. Y queda tela por cortar. Como de la red de corrupción que Blesa tejió, pringando a todos los miembros de los órganos de supervisión, consejo, vigilancia y lo que fuera. Como la política de concesión de subvenciones y créditos, regida por el favoritismo más evidente, partidos, fundaciones, empresas, amigos. Como los desatinos que condujeron finalmente a la quiebra de la Caja que, según parece, se trató de frenar a base de idear la indignante estafa de las preferentes. Así los jubilados de Madrid se quedaron sin sus ahorros para que estos granujas se doraran la panza al sol del Caribe.

Del principio al final una operación política para "privatizar" las cajas y, de paso, esquilmarlas. Una operación del PP con la complicidad si no de los otros partidos, al menos de sus representantes en ellas, que guardaban silencio mientras se fundían la pasta pública en pitanzas.

¿Y qué decir de Zapatero quien, en 2007/2008 al comienzo de una crisis que se obstinó en negar más que Rajoy el nombre de Bárcenas, andaba presumiendo de la fortaleza del sistema financiero español, que había pasado todas las pruebas de stress y, en especial, las cajas de ahorros piezas rozagantes de ese sistema sabiamente reformado por no sé qué ministro socialista de Economía. ¡Caja Madrid, ejemplo de sano sistema financiero! Supongo que Blesa y sus amigos de francachelas reirían a mandíbula batiente mientras brindaban con Dom Perignon.
(*) Catedrático de Ciencia Política en la UNED

UPyD prohíbe a sus dirigentes recibir regalos o tener dos cargos públicos

MADRID.- El Consejo Político de UPyD ha aprobado por amplísima mayoría su Código de Buenas Prácticas que, entre otras obligaciones, prohíbe a sus dirigentes recibir cualquier tipo de regalo o invitación, y ocupar dos cargos públicos de forma simultánea, a pesar de que sí lo permite la ley.

Con este decálogo, UPyD pretende establecer medidas de autocontrol y vigilancia internas y dar ejemplo a la ciudadanía en un momento de profunda descrédito de la clase política.
Las nuevas normas internas de UPyD serán vinculantes y llevan aparejadas un régimen sancionador que contempla incluso la expulsión del partido en los casos más graves. "Está radicalmente prohibido cualquier tipo de invitación, ni la invitación al palco del Bernabéu, ni al pacto taurino, ni al Club de Campo", ha explicado en rueda de prensa el responsable de Regeneración Democrática de UPyD, Andrés Herzog.
Se endurece el régimen de incompatibilidades, de modo que en UPyD no se podrá ser concejal y diputado o senador a un mismo tiempo como sí ocurre en otros partidos, toda vez que no está prohibido por ley.
Tampoco se podrán ocupar dos cargos orgánicos en UPyD y, en el caso de que algún militante ostente de forma simultánea un puesto en UPyD y en la administración, no podrá cobrar un sobresueldo por ello, aunque sea perfectamente legal. "Estas prácticas tenemos constatado que son una fuente de corrupción", ha asegurado Herzog, que ha destacado también la prohibición expresa de cualquier tipo de retribución "opaca", como ha ocurrido con las tarjetas sin control utilizadas por consejeros de Caja Madrid.
Para los hipotéticos casos de corrupción se establece un protocolo de colaboración con la Justicia que evite cualquier intento de destrucción u ocultación de pruebas. Además se prohíbe de forma expresa el transfuguismo, bajo la obligación de devolver el acta, y se castiga también el fomento del transfuguismo ajeno.
De forma paralela no podrán ocupar un cargo orgánico en UPyD quienes hayan sido condenados por delitos como la violencia machista y el acoso sexual y laboral, y tampoco podrán ser elegibles los imputados por corrupción. Todos los cargos públicos de UPyD, electos y de designación política, estarán obligados a presentar una declaración de bienes y actividades antes de su designación y también al concluir su mandato o al cesar en el cargo para el que fueron nombrados.
Del mismo modo, todos los cargos públicos tendrán que hacer públicas sus nóminas y retribuciones. Otra medida destacada es la obligación de tener al menos cuatro años de experiencia profesional al margen de la vida política antes de ocupar un cargo en la formación.

El comunista Moral Santín sacó 360.000 euros de dinero opaco de los cajeros

MADRID.- El profesor comunista José Antonio Moral Santín tuvo un comportamiento algo diferente al dispendio en negro de los consejeros de Caja Madrid. Dirigente de Izquierda unida desde su fundación, catedrático de Economía Aplicada, Moral Santín no le hacía ascos a las comilonas en buenos restaurantes o las noches en hoteles o Paradores pero tenía más apego al dinero físico por lo que era un asiduo usuario de los cajeros electrónicos para sacar dinero con la tarjeta ‘black’.

Entre 2003 y 2012, como vicepresidente de Caja Madrid gastó con la tarjeta opaca 456.522,2 euros, la segunda cantidad más alta entre los directivos de la entidad. De esta cantidad, alrededor de 360.000 euros los obtuvo directamente de cajeros. Hasta 2004 alternaba los gastos en restaurantes, viajes y hoteles con 300 euros de dinero en metálico que sacaba cada semana. En 2005 redujo los gastos que cargaba a la tarjeta porque empezó a sacar 500 euros semanales. 
Finalmente, a partir de julio de 2007 y hasta diciembre de 2011 invirtió totalmente los pagos de manera que los cajeros eran una visita obligada más de una vez a la semana para retirar siempre la cantidad fija de 600 euros mientras que los gastos en restaurantes y viajes se volvieron más esporádicos. En septiembre de 2009 llegó a ir hasta 12 veces al cajero a retirar la reiterativa cantidad.
El profesor universitario ha sido apartado de la federación de izquierdas e insiste en que las tarjetas opacas eran una fórmula de remuneración legal para los consejeros de la entidad.

Pedro Sánchez pide «roja directa» para los que usaron la tarjeta 'black'

MADRID.- El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, ha defendido este sábado que su partido es el de la "ejemplaridad" y, tras pedir a todos sus compañeros que contribuyan a "construir un socialismo irreprochable", ha lanzado un mensaje a los militantes implicados en el caso de las 'tarjetas b' de Caja Madrid: "A todos los que han utilizado la tarjeta negra en Caja Madrid, tarjeta roja directa, no caben en el PSOE", ha asegurado.

Así lo ha señalado el líder de los socialistas durante su intervención en el Foro Ciudadano sobre 'Limpieza y Calidad Democrática', en el que los socialistas han aprobado su nuevo código ético, con el que quieren seguir trabajando para ser el partido "más honesto" y "más transparente".
Sánchez se ha referido al escándalo de las tarjetas de Caja Madrid, investigado en la actualidad en la Audiencia Nacional, y, tras comenzar apuntando que algunas conductas pueden "no ser ilegales" pero sí "inmorales a todas luces", ha dejado entender que expulsará del PSOE a todos los altos cargos socialistas que usaron la tarjeta de la entidad bancaria. La dirección abrió un proceso interno para investigar el uso que dieron los 16 militantes socialistas implicados en la causa, que por el momento sigue abierto.
Sánchez ha recalcado que el PSOE ya está convirtiendo en "hechos" sus "compromisos" y ha recordado que esta semana el partido ha hecho públicas todas sus cuentas y las declaraciones de bienes y patrimonio de sus dirigentes. "Dijimos que íbamos a ser el partido más transparente de España y hoy nuestras cuentas pueden ser investigadas y visitadas en cualquier página web. Las cuentas del PP están siendo investigadas en la Audiencia Nacional", ha recalcado.
Sánchez ha afirmado que siente "asco" ante quienes han ocultado su dinero "en cuentas b" mientras su generación "endeudaba su vida por la burbuja inmobiliaria" y ante quienes "llevaban su dinero a paraísos fiscales mientras miles de familias se quedaban sin techo, brutalmente desahuciadas". 
"Estoy harto de los que se cuentan como patriotas mientras abren cuentas en Suiza", ha remachado.
Sánchez ha criticado el "patriotismo de sobresueldos y amnistías fiscales" y ha metido en el saco al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y al expresidente José María Aznar, al exministro Rodrigo Rato y al expresidente de Caja Madrid Miguel Blesa, junto al extesorero del PP Luis Bárcenas. A su juicio, antes de la crisis económica, España ya adolecía de una "crisis de valores" que "ha ido debilitando la confianza" de los ciudadanos en las instituciones, porque hizo prevalecer la cultura del "pelotazo" frente a la del "esfuerzo".
Ahora, ha defendido, los españoles quieren una política en la que "valga la pena creer" y que pasa por políticos "honestos" que se alejen de "una derecha que llegó mintiendo y aspira a continuar mintiendo". En su opinión, lo que quieren los ciudadanos es que el PSOE sea "el partido de la ejemplaridad" y, para ello, ha convocado a todos los socialistas a que trabajen por un partido "sin tacha" y "a la altura de los ciudadanos".
Sánchez ha asegurado compartir "el enfado y la rabia" de los ciudadanos ante los casos de corrupción y ha añadido que siente especial "rabia por el daño" que puede hacer "un sólo sinvergüenza" a la democracia. Y como es consciente de que "la corrupción es real", se ha comprometido a que "quien la hace, la pague y lo pague devolviendo el dinero que ha robado".
 "Me niego a aceptar que es inevitable", ha remachado.
Y para luchar contra estas situaciones, ha presentado el nuevo código ético del partido, un conjunto de normas que son el compromiso del PSOE, de "todos y cada uno" de sus miembros, "con todos los españoles, con la transparencia, con la honestidad y con la apertura" y por el "buen gobierno de España".

Rouco Varela se despide del cargo arropado por Botella y Gallardón

MADRID.- El cardenal arzobispo emérito de Madrid Antonio María Rouco Varela se ha despedido este sábado de los diocesanos madrileños con una Eucaristía en la Catedral de la Almudena, ha informado el Arzobispado en un comunicado. En su homilía, ha destacado que el 22 de octubre se cumplirán veinte años de su labor de obispo en Madrid.

 "Venía de Santiago de Compostela, en donde había ejercido el ministerio episcopal durante 18 años", ha recordado, apuntando que "quería responder en Madrid a la llamada del Señor en aquel momento crítico de la historia contemporánea de la Iglesia y del mundo".
También ha llamado a proteger el "derecho a la vida desde que es concebido en el vientre de su madre" y el matrimonio "como una comunidad indisoluble de vida y de amor fecundo en el fruto precioso de los hijos", y ha agradecido la labor de los misioneros y en especial de Cáritas Diocesana por ayudar a aliviar "la pobreza y el dolor de muchos necesitados espiritual y materialmente".
Entre las autoridades que han estado presentes en su despedida se encuentran el presidente regional, Ignacio González; el presidente del Consejo de Estado, José Manuel Romay; el presidente de la Asamblea de Madrid, Ignacio Echevarría; la alcaldesa de la capital, Ana Botella; el exalcalde y exministro Alberto Ruiz Gallardón; los consejeros regionales Javier Rodríguez y Pablo Cavero, así como diversos concejales de distrito y delegados de Área en el Ayuntamiento de Madrid.
El cardenal ha estado visitando en los últimos días las ocho vicarías territoriales reuniéndose con los sacerdotes, religiosos, religiosas y feligreses y manteniendo encuentros con miembros de diversos consejos y organismos diocesanos.
Rouco Varela presentó su renuncia al Pontífice en agosto de 2011 por edad, después de cumplir los 75 años, una fecha que coincidió con la celebración de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ). El Papa Francisco la aceptó y nombró al vicepresidente de la Conferencia Episcopal Española y arzobispo de Valencia, Carlos Osoro Sierra, nuevo arzobispo de Madrid, cuando Rouco Varela contaba ya con 78 años.
 Osoro tomará posesión como nuevo Arzobispo electo de Madrid el próximo sábado 25 de octubre en una solemne ceremonia que se celebrará en la Catedral de Santa María la Real de la Almudena.
Nacido el 20 de agosto de 1936 en Villalba (Lugo), Rouco desarrolló sus estudios sacerdotales en el Seminario de Mondoñedo y fue ordenado sacerdote en marzo de 1959 en la Catedral Vieja de Salamanca. El 28 de julio de 1994, Juan Pablo II, le nombró arzobispo de Madrid sustituyendo así al cardenal Angel Suquía, y el 21 de febrero de 1998, el Pontífice le ordenó cardenal de la Iglesia Católica en un acto en Roma.
Entre sus actividades, destaca por haberse convertido en el primer arzobispo que ha organizado dos Jornadas Mundiales de la Juventud, las celebradas en Santiago en 1989, presidida por Juan Pablo II, y en Madrid en 2011, con Benedicto XVI.
Doctor Honoris Causa por varias universidades, recibió en 2003 la Gran Cruz de la Orden de Isabel la Católica en reconocimiento a su labor en la V Visita Apostólica del Papa Juan Pablo II a España.
Fue presidente de la Conferencia Episcopal Española, desde 1999 hasta 2005 y desde 2008 hasta 2014. Además, en la CEE, ha sido presidente de la Junta Episcopal de Asuntos Jurídicos (1981-1990); de la Comisión Episcopal de Seminarios y Universidades (1990-1993) y miembro del Comité Ejecutivo desde 1993.