viernes, 7 de noviembre de 2014

Iglesias opta a la dirección de 'Podemos' con una lista completa

MADRID.- El líder de Podemos, Pablo Iglesias, ha presentado su candidatura a la Secretaría General del partido, al tiempo que su equipo, "Claro que Podemos", concurrirá a las elecciones al Consejo Ciudadano Estatal, el principal órgano de dirección, con una lista completa, que integran 62 personas.

En la candidatura al Consejo Ciudadano, según han confirmado fuentes del partido, figuran otros miembros fundadores de Podemos como Juan Carlos Monedero, Íñigo Errejón, Carolina Bescansa y Luis Alegre, así como la eurodiputada Tania González, el ex fiscal anticorrupción Carlos Jiménez Villarejo y el abogado catalán Jaume Asens, entre otros.
La lista paritaria la componen 31 hombres y 31 mujeres. En total 62 nombres, que son la totalidad de los puestos que tendrá el futuro Consejo Ciudadano, máximo órgano de dirección con poderes ejecutivos, según establece el documento organizativo del equipo "Claro que Podemos", que contó con el respaldo de una amplia mayoría de la Asamblea Ciudadana.
Sara Bienzobas, Lucía Ayala, Nagua Alba -miembros del equipo técnico-, Miguel Ardanuy y Rita Maestre, del equipo de redes sociales, el economista Alberto Montero, vicepresidente de la fundación Centro de Estudios Políticos y Sociales (CESC), o el abogado de la Plataforma de Afectados por las Hipotecas (PAH), Rafa Mayoral, son otros de los nombres que figuran en la candidatura.
Además de a la Secretaría General y al Consejo Ciudadano, el equipo "Claro que Podemos" también presenta una candidatura de diez personas al Comité de Garantías Democráticas, en la que figuran la abogada Gloria Elizo, responsable del equipo legal de Podemos, el profesor de Derecho Penal, Manuel Maroto, entre otros.
Elizo ha asegurado que su intención es que el nuevo partido sea "limpio y transparente", cumpliendo escrupulosamente un documento ético basado en conseguir "cuentas claras y transparencia económica" y que defiende aspectos como la renuncia a la financiación bancaria.
Las votaciones, en las que podrán participar las más de 200.000 personas inscritas en Podemos, no comenzarán hasta el próximo lunes, y se espera que esta tarde se hagan ya públicas oficialmente todas las candidaturas que se presentaron antes de que concluyera el plazo el pasado miércoles.
Ese mismo día, el equipo "Sumando Podemos" del eurodiputado de Podemos Pablo Echenique anunciaba que no competiría por la Secretaría General y que optaría al Consejo Ciudadano Estatal con una candidatura complementaria a la de Pablo Iglesias, que definió como "participativa y abierta".
Sin embargo, advirtieron de que retirarían su candidatura si al final Iglesias u otros grupos presentan listas "completas sin espacio para otras voces, con un sistema de votación con un sistema de votación que promueve la elección de listas completas como los denominados "sistemas de votación en plancha".
Eso es lo que ha ocurrido, ya que la candidatura del equipo de Pablo Iglesias está integrada por 62 personas, la totalidad de los miembros del futuro Consejo Ciudadano.
Tras conocer esa decisión, Echenique ha pedido al equipo técnico aclaraciones sobre el sistema de votación, antes de confirmar la retirada de la lista.
La de Echenique no es la única candidatura distinta a la de Iglesias que se ha presentado para el Consejo Ciudadano, ya que también proponen alternativas otros equipos, como "Construyendo Pueblos" o el Círculo de Enfermeras, entre otros.

El chocolate del loro Monago / Joaquín Abad *

Los diez mil euros que ha pagado el Senado para que Juan Antonio Monago visite a su novia en Canarias si es el chocolate del loro. Pero el problema es que no sólo el presidente de Extremadura utiliza el gratis total que concede el Estado a sus parlamentarios para que viajen a donde sea, gasten lo que sea y no tengan necesidad de justificar. 
Son miles los chocolates que se meriendan los miles de loros de todos los parlamentos y demás cargos a costa del contribuyente. Porque mientras el contribuyente hace números para llegar a fin de mes, y paga sus impuestos, su 21% de IVA, su parte de la Seguridad Social, su declaración anual a la hacienda pública, nuestros loros, nuestros políticos parecen insaciables a la hora de comer chocolate.

Entre el tanto por ciento que las empresas pagan en sobornos a nuestros políticos y los chocolates, nuestros loros nos están saliendo pelín caros. Porque aparte de los senadores, congresistas, parlamentarios regionales, alcaldes, concejales... pues qué quiere que les diga, que se necesita mucho chocolate para contentar a semejante tropa. Muchos de ellos con despacho, secretaria, coche, chófer, escolta, como el alcalde un mi anterior pueblo, un municipio de apenas seis mil habitantes. Pero con un Audi último modelo aparcado a la puerta del consistorio y un municipal, vestido de paisano, para hacer de chófer.

Y es que en esta España reinventada por los socialistas tras arrasar el 28-O, en el siglo pasado, lo primero que hicieron fue ponerse sueldos dignos, cargos remunerados en puestos que antes sólo eran honoríficos. La mayoría cambió de coche, de casa y de esposa. Pasó de un pisito de noventa metros a un chalé que la constructora de turno le facilitaba a precio de ganga... Del utilitario al Audi de luxe, claro. Y por supuesto, la primera secretaria que le hacía ojitos, si estaba de buen ver, la cambiaba por su esposa de toda la vida. ¿Verdad que sí? ¿Empezamos a poner nombres a los miles de ejemplos?

Y eso lo he vivido en Andalucía, en Canarias, en Madrid y en todas las regiones que me ha tocado investigar. Y si no, como ejemplo, basta el caso de don Jordi Pujol y sus hijos... O el caso de Juan Guerra y sus cafelitos. Fue su despechada ex-esposa quien tiró de la manta.

Pues va siendo hora de que alguien acabe con tanto chocolate. Tanto viaje a Canarias pagado por el Senado. Alguien que acabe con tanto privilegiado. Y que reduzca el número de loros, porque nos salen caros, oiga.

(*) Periodista y editor de www.muyconfidencial.com 

Los padres de la Patria / Ramón Cotarelo *

La noticia de Público.es, de que Monago viajaba a Tenerife a costa del Senado para ver a su novia revela cierta ingenuidad del periódico. Si lo hacía, no viajaba "a costa del Senado", sino de los contribuyentes. El Senado como tal no costea nada; ni el Tribunal de Cuentas, ni el Gobierno, ni el Tribunal Constitucional. Ninguna institución del Estado. Lo costeamos todo los contribuyentes. Si se defrauda a una de estas, en realidad, se nos defrauda a todos.

Pero lo curioso de este enésimo caso de aparente corrupción es que afecte a un hombre que, en los últimos tiempos, se ha convertido en el azote de la corrupción... ajena; un nuevo Catón el Censor, velando por la probidad pública; un puritano, un cuáquero, celoso vigilante de la integridad moral de la comunidad; un Robespierre incorruptible, defensor de la salud pública, azote incluso de los de su misma orden. ¿Cómo puede darse esta dualidad de comportamientos? ¿Es un caso de doble literario, de Doppelgänger, de disociación, de bipolaridad, algo patológico? No lo parece, visto el saludable aspecto del presidente extremeño y las causas que defiende en público con gran denuedo, brillantez y audacia.

Monago está obviamente en sus cabales. Pero eso de viajar a costa del contribuyente a sus citas sentimentales no debía de parecerle algo reprochable. Más o menos lo que debía de pensar el juez Dívar cuando cargaba al contribuyente sus escapadas de fin de semana a procurarse esparcimientos al parecer también sentimentales. Al fin y al cabo, ellos y otros muchos, cuando se miran en el espejo ven padres de la Patria, gentes excelsas a quienes esta debe sufragar sus entretenimientos privados. Y eso no es corrupción. Corrupción es llevarse cien millones ilegalmente.

Algo parecido sucede con los sobresueldos de la caja B en el PP. Ahora se admite ya que los tales sobresueldos, como la existencia misma de la caja, son inadmisibles, inmorales, típica práctica corrupta. Pero, en el momento en que se supo la noticia, Rajoy compareció en el Parlamento y reconoció la existencia de tales sobrepagos o sobresueldos, justificándolos con consideraciones empresariales de pagos por productividad. Es decir, le parecía tan normal cobrar sobresueldos (que también salen, en último término del contribuyente, vía coste de las obras públicas) como a Monago costear sus escapadas amatorias con dineros públicos. Son los padres de la Patria.

¿Se pagan los padres de la Patria su indumentaria? Por supuesto que no o así lo creía firmemente Camps, exquisito consumidor de sastrería a medida a cargo del contribuyente. Nada de prêt à porter; eso lo hacen los rojos, singularmente el coletas, que se viste en Alcampo. Rajoy compartía este y otros muchos puntos de vista con Camps, a quien auguró un brillante futuro como político. Al decir de Pedro J. Rajoy también se vestía en la prestigiosa sastrería Gürtel, en donde se hacía sus ternos y, al parecer, se sacaba los billetes gratis para viajes de ensueño. Los pagos, siempre según el exdirector de El Mundo los hacía Ana Mato quien, a su vez, sufragaba los viajes y hasta los cumpleaños de sus hijos del mismo modo, y tan poca importancia concedía a estos asuntos menudos de las cuentecillas que no veía ni los coches en el garaje de su casa. Porque, habiendo avanzado tanto la igualdad de sexos hoy día, al lado de los padres de la Patria aparecen las madres, a quienes ha de reconocerse un trato tan deferente como a aquellos.

Padres y madres de la Patria han surgido después como setas en otoño. No debe de quedar alcaldía, diputación, consejería autonómica, ministerio o ente autónomo que no luzca uno o más ejemplares de esta lucida especie y que no aspiren a lo mismo que los ejemplos citados, y también a superarlos en magnificencia y boato. ¿Qué son los viajes a Marbella o Canarias comparado con un safari en Kenia al estilo de Blesa o una sesión de esquí en Canadá al de Bárcenas? ¿Que es un traje obsequio de la Gürtel al lado de un aeropuerto sin aviones? ¿Qué un cumpleaños de niños en comparación con una cacería a lo grande con alcohol, juego y putas? ¿Qué el pago de dietas fraudulentas por un par de noches de amor en un hotel comparado con un ático de lujo en Marbella?

Esta crónica negra y marrón de España tiene elementos verdaderamente celtibéricos, cuando el pueblo se ve confrontado con situaciones en las que se dirimen cuestiones de justicia e injusticia: ¿por qué Isabel Pantoja, una madre de la Patria popular, entrará ipso facto en prisión y Carlos Fabra, también padre de la Patria, pero popular, sigue en libertad?
Una vez destruida la imagen de los padres de la Patria a causa de la corrupción que todo lo anega y substituida por la de una organización de malhechores que están en política para forrarse y forrar a sus amigos por los medios que sean, se alza una pregunta: exactamente, ¿en manos de quien está la actividad legislativa del país, la tarea de promulgar normas que regulen el comportamiento civilizado de las gentes? ¿Cual es su autoridad moral? ¿Qué ejemplo dan? ¿Qué imagen proyectan? ¿Es razonable poner en manos de estos tunantes una tarea tan peliaguda?
Y más en concreto, ¿tiene esta presunta asociación de malhechores alguna legitimidad y autoridad moral para encabezar una política de lucha contra la corrupción? No.
La única salida digna es dimisión del gobierno, disolución parlamentaria y elecciones anticipadas, antes de que la situación se deteriore más.

(*) Catedrático de Ciencia Política en la UNED