sábado, 16 de marzo de 2013

Miles de personas se echan a las calles de Madrid "contra la Unión Europea de los mercados"

MADRID.- Miles de personas han protestado este sábado en las calles de Madrid contra las políticas económicas europeas, precisamente el mismo día que la UE y el FMI han anunciado el rescate de Chipre por 10.000 millones de euros.

Bajo el lema 'La Europa de las personas contra la UE de los mercados', la manifestación arrancaba pasadas las 18.00 horas desde la plaza de España y recorría las calles centrales de la capital hasta llegar a la Puerta de Sol.
En la Gran Vía madrileña coincidían varios colectivos pertenecientes a las asambleas populares del 15-M y otros colectivos y organizaciones sociales en el marco de la cumbre económica que la UE celebró los pasados 14 y 15 de marzo.
Los manifestantes portaban pancartas en las que se podían leer frases en protesta como: 'No debemos, no pagamos', 'Si no luchas, ¿qué tendrás?' o 'Fuera la UE y la troika'. Tampoco han faltado las referencias al reciente rescate de Chipre, que creará un nuevo impuesto extraordinario para gravar los depósitos.
A esta protesta se han unido otras dos, en Bilbao y Murcia, que aunque no están convocadas por las mismas organizaciones ni específicamente contra las políticas europeas, sí se han convertido en el altavoz del descontento hacia las medidas económicas del Gobierno central.

Multitudinaria protesta en Bilbao

En Bilbao, miles de personas —15.000 según los organizadores— se han manifestado en una marcha para reclamar un nuevo modelo socioeconómico, que se ha convertido finalmente en un clamor contra los recortes de los presupuestos del Gobierno Vasco y la reforma de las pensiones del PP.
La manifestación, con el lema "Por un nuevo modelo social y económico, Euskal herrian lan eta eskubide sozial duinak" —Trabajo y derechos sociales dignos en Euskal Herria—, ha estado organizada por los sindicatos ELA, LAB, ESK, STEE-EILAS, EHNE, Hiru, CGT-LKN y CNT y medio centenar de organizaciones sociales, los mismos grupos que convocaron la huelga general del pasado 26 de septiembre en el País Vasco y Navarra.
Una vez acabada la manifestación, varias decenas de jóvenes han realizado una sentada ante la sede central del PNV, la Sabin Etxea, en protesta por los recortes aplicados por el Gobierno Vasco y uno de ellos ha sido detenido por la Ertzaintza cuando ha disuelto esta protesta que bloqueaba la calle, ha informado el departamento de Seguridad.
En la intervención final, Muñoz ha criticado duramente al lehendakari, Iñigo Urkullu, por hacer en su primer año el doble de recortes —1.150 millones— que Patxi López en tres años y medio —620 millones— y ha asegurado que los presupuestos que ha presentado generarán más paro.
"También aquí tenemos un Tea Party", ha dicho comparando al PNV con el sector más conservador de los republicanos que ha impuesto la falta de acuerdo para el nuevo presupuesto en Estados Unidos.

Miles de personas en Murcia

También miles de personas se han manifestado por el centro de Murcia en la denominada 'Marcha de Mareas', convocada por diversas organizaciones sociales y sindicales para expresar su indignación ante las políticas en favor de los mercados financieros y protestar contra los recortes en los servicios públicos.
Unas 40.000 personas, según los organizadores, y menos de 25.000 según otras fuentes más neutrales, han recorrido esta tarde las calles de Murcia bajo el lema "Nuestros derechos no se venden, se defienden", coreando consignas como "contra el paro, lucha obrera", "Aquí estamos, nosotros no embargamos" o "sí se puede".
Las Mareas —Verde, Blanca, Negra y Roja— han salido a las 18 horas desde distintos puntos del centro de la ciudad, coreando lemas como "sí se puede" o "los servicios públicos no se venden, se defienden".
En el caso de la 'Marea Blanca', que representa a los profesionales de la sanidad desde el hospital Reina Sofía; la Verde, de educación, de la consejería de ramo, en la avenida de La Fama; la Negra, de empleados públicos, desde la glorieta de España, y la Roja, que reúne a los afectados por las hipotecas, parados y trabajadores sociales desde la sede del Banco de España. Todas ellas han confluido en la Gran Vía Escultor Salzillo para dirigirse de forma unitaria a la plaza circular de la capital.
La Marea Roja encabezaba la marcha con una pancarta en la cabecera en la que se podía leer "Contra el terrorismo financiero. Por el derecho a la vivienda", seguida de la de los profesionales de la educación, la Marea Verde, la más numerosa.
El portavoz de la organización de esta marcha, Ángel Luis Hernández, ha explicado que con esta iniciativa se quiere pedir a los gobiernos que defiendan los intereses de la ciudadanía y que acaben con la situación de desamparo de los sectores más desprotegidos de la sociedad, como los parados y los afectados por los desahucios, cuyos representantes en la marcha han ido colocando en todas las entidades bancarias a su paso, pegatinas en la que se pedía "Stop a los desahucios".
La plataforma de los llamados 'Yayoflautas' también se ha hecho sentir en la manifestación, que ha transcurrido sin incidentes y de la que la Policía no ha facilitado datos del número de asistentes, con gritos de "Gobierno dimisión, corruptos a prisión".
La protesta ha finalizado en la plaza Circular de Murcia, donde representantes de cada una de las Mareas ha leído un manifiesto, en el que se pedía la derogación de las leyes, decretos y decisiones gubernativas, aprobadas en los últimos años, que hacen cargar el peso de la crisis a los sectores populares como la reforma laboral o la de las pensiones.
También han criticado los recortes en educación, sanidad, prestaciones por desempleo y dependencia, al tiempo que ha exigido la paralización de los desahucios,el acceso efectivo al derecho a una vivienda digna, un salario social que permita una vida digna para todas las personas sin ingresos o con ingresos insuficientes, y la supresión de ayudas a la banca y el enjuiciamiento de los responsables de sus fraudes y estafas.

Portugueses y españoles se unen contra 'La Unión Europea de los Mercados' en Madrid

MADRID.- Una decena de personas pertenecientes al movimiento 'Marea Ciudadana', de España, y a 'Que se lixe la Troika', de Portugal, se han concentrado en la Puerta del Sol de Madrid a las 12.00 horas para informar a los viandantes de las acciones que tienen pensado llevar a cabo en contra de lo que ellos han denominado 'La Unión Europea de los Mercados'.

   Entre los concentrados ha estado una activista del movimiento 'Marea Ciudadana', Silvia, quien ha afirmado que después de las movilizaciones del 23 de febrero en España y las del 2 de marzo en Portugal, han decidido hacer "una movilización a nivel ibérico" para luchar contra las medidas de austeridad impuestas por la Troika y contra, según ella, "la deuda ilegítima" que están haciendo pagar a los ciudadanos.
   Por su parte, el representante de la organización portuguesa 'Que se lixe a Troika', Joao Camargo, ha comentado que van a empezar "acciones comunes contra esta situación, la Troika, la austeridad y esta idea de Unión Europea para los bancos". En comparación con la situación española, ha indicado que el gobierno portugués está intentando que Portugal "llegue a la situación de España" con un paro juvenil de más del 40% y una "hecatombe social".
   Asimismo, Camargo también ha explicado que en su país se están produciendo recortes en los subsidios sociales, en sanidad y en educación, con un plan que "es el mismo para Portugal y para Grecia". Ha finalizado denunciando despidos masivos en la función pública, recortes en los salarios y aumento de impuestos, "medidas muy parecidas a las que se han tomado aquí o en Grecia".
   Esta tarde tuvo lugar una manifestación desde la Plaza de España hasta la Puerta del Sol, en Madrid, para concluir una semana donde tuvo lugar una cacerolada frente a la sede de la Unión Europea, el miércoles 13, y un foro 'Contra-Cumbre' el jueves 14.

El PSOE se descose... de nuevo

MADRID.- Ni tres meses ha durado la aparente tranquilidad en un PSOE que añade a la crisis de la política sus propias penurias. Los hilos con los que la dirección del partido y las federaciones trataron de recomponer la figura tras un 2012 de continuos cuestionamientos a la autoridad de Alfredo Pérez Rubalcaba se deshacen. Muchos de los 'barones' que el pasado 15 de diciembre cerraron filas frente a la estocada fallida del líder de los socialistas madrileños, Tomás Gómez, dudan ahora de la idoneidad de la hoja de ruta que ellos mismos votaron en el Consejo Territorial; un calendario que, en la práctica, suponía blindar al líder de la oposición, al menos, durante un año y aparcar el siempre tentador debate de las elecciones primarias hasta después de las europeas de 2014.

Aquellos planes, ratificados el 12 de enero por el Comité Federal, el máximo órgano del partido, congresos al margen, debían garantizar cierta estabilidad. Este 2013 se iba a dedicar a la puesta en pie de una alternativa, a la redefinición ideológica, a la transición hacia un nuevo PSOE mediante un proceso de debate interno que debía culminar en una gran Conferencia Política en octubre. Pero, en apenas un mes, los socialistas se han visto sometidos a sacudidas sísmicas que han vuelto a socavar el liderazgo de Rubalcaba.
Primero, fueron las críticas a su intervención en el Debate sobre el estado de la Nación, después la sublevación soberanista del PSC y su decisión de romper por primera vez la disciplina de voto del grupo parlamentario socialista, luego el órdago del PSdeG, empeñado en consultar a los militantes para elegir a su líder, y finalmente el «error» de la moción de censura contra el alcalde popular de Ponferrada en alianza con Ismael Álvarez, el exregidor condenado por acoso a Nevenka Fernández. La puntilla.
Dirigentes territoriales de peso creen ahora posible que esta crisis, que a punto ha estado de llevarse por delante a uno de los puntales del equipo de Rubalcaba, el secretario de Organización, Óscar López, acabe en un congreso extraordinario; lo que implica, claro está, la renuncia del, hasta no hace tanto, admirado exministro del Interior. Otros especulan con la posibilidad de adelantar las primarias. Y los hay que dicen que quizá sería suficiente con un Comité Federal -no previsto- para hacer cambios de calado en la comisión ejecutiva. «Cuando un Gobierno pierde la iniciativa hace una crisis y con un nuevo equipo toma impulso; no sé por qué no puede hacerse lo mismo en la oposición», argumenta uno de ellos.
Lo cierto es que el secretario general no parece dispuesto a nada de lo anterior. Y, desde luego, se niega a sacrificar a su número tres. «Sería como cortarnos un brazo; para eso nos vamos todos y eso no lo vamos a hacer porque abriría el partido en canal sin ninguna garantía de un resultado plausible», dice un miembro destacado de la ejecutiva. El núcleo duro de Rubalcaba asegura que puede sortear este 'tsunami' y que mantendrá firme el rumbo, al menos, hasta octubre. A su favor tiene que, pese al clima de profundo desánimo, no hay por el momento una alternativa ahormada ni existe acuerdo entre los hombres fuertes del partido sobre qué hacer. «Incertidumbre es probablemente la palabra que mejor define el momento», admite el líder de una de las federaciones con mayor número de militantes.

Misión histórica

Son muchos, incluso entre quienes apoyaron a Rubalcaba en el 38 Congreso frente a Carmen Chacón, los que aseguran que el secretario general «sabe» que no «debe» ser el candidato a la Presidencia del Gobierno. «No es tonto, ve cómo están las cosas, sus dificultades para conectar con la sociedad, para desprenderse del pasado y para aglutinar una mayoría. Pero tiene una misión y la verdad es que este tránsito, que incluye el diálogo con Cataluña y una reconstrucción ideológica, solo lo garantiza una persona solvente, seria y madura como él», dice un estrecho colaborador suyo.
Sin embargo, todavía hay quien pone en duda que el actual secretario general del PSOE, un 'estajanovista' que ha hecho de la política su vida, vaya a apartarse llegado el momento. Los movimientos del líder del PSE, Patxi López, que, según varios 'barones', está inmerso en una campaña interna por la sucesión, hacen pensar en una operación pactada. «Los socialistas vascos hablan como si ese hubiera sido el acuerdo desde el principio», dice un dirigente. El caso es que aunque, efectivamente, López y Rubalcaba actuaron de forma concertada para garantizarse el relevo de José Luis Rodríguez Zapatero, ahora es posible detectar signos de distanciamiento entre ambos.
El dirigente vasco faltó, por ejemplo, a la conferencia-desayuno que su jefe de filas ofreció en un hotel madrileño el mismo día en que los diputados del PSC habían anunciado que respaldarían en el Congreso una iniciativa sobre el «derecho a decidir» de Cataluña. En política, la asistencia a este tipo de encuentros se interpreta como un cierre de filas o como un modo de arropar a quien pasa por un momento delicado. Y aquella mañana, según fuentes solventes, López estaba en Madrid.
El escenario es ahora tan volátil que cualquier estrategia a largo plazo parece condenada al sobresalto. Pero salte antes o después, lo que está claro es que el escenario preferente para el líder del PSE es el congreso extraordinario. Si en una situación como la actual se opta por las primarias, justifican en su entorno, podría caerse en una bicefalia imposible de gestionar y si el nuevo secretario general es elegido con apoyo suficiente es poco probable que nadie quiera disputarle el papel de candidato a la Presidencia del Gobierno.
Es más que probable, aún así, que tampoco Patxi López, que en su día contaba con un enorme predicamento interno, transite por un camino de rosas. Muchos recelan de él porque creen que, como Rubalcaba, pretende apoyarse en lo que Tomás Gómez llama el «antiguo testamento», es decir, la doctrina de la 'vieja guardia'. Además, no es el único que se mueve entre bambalinas. Carme Chacón, según distintas fuentes, sigue «organizando cenas», aunque son pocos los que creen que a estas alturas pelee por sí misma. Y el diputado vasco y secretario general del grupo parlamentario, Eduardo Madina, continúa recibiendo el aliento de veteranos y militantes de base.

Críticas contenidas

En todo caso, en Ferraz insisten en que no es momento para ese debate. En la última semana, la vicesecretaria general del partido, Elena Valenciano, ha tomado la temperatura a dirigentes territoriales como el asturiano Javier Fernández, el propio Patxi López, el extremeño Guillermo Fernández Vara o José Antonio Griñán, presidente del partido y de la Junta de Andalucía. Y ayer viernes se reunió con los vicesecretarios regionales y secretarios generales provinciales.
La cita sirvió para convencer a la dirección de que será posible bajar el diapasón. Sobre todo porque tanto Maru Menéndez, la número dos de Tomás Gómez, como Mario Jiménez, el lugarteniente de Griñán, optaron por una actitud, dicen fuentes del encuentro, «constructiva».
El papel del presidente de la Junta de Andalucía, que según fuentes del partido no ve con buenos ojos a Patxi López, es vital a la hora de determinar el camino a seguir. Y, de momento, ha optado por garantizar la estabilidad interna. «Le basta con dimitir para forzar un congreso», sostiene un 'barón'. No sólo no lo ha hecho sino que se ha contentado con pedir una redistribución de las tareas entre los miembros de la ejecutiva para que Rubalcaba ejerza el «liderazgo social» mientras Valenciano ordena lo orgánico. Un gesto que incluso fieles 'rubalcabistas' temen «insuficiente», sobre todo porque, como admiten con impotencia en Ferraz, «en las bases, por abajo, la gente está muy enfadada».