PARÍS.- Arnaud Montebourg, de 51 años, al frente del ministerio francés de
Economía desde abril pasado y criticado por su arrogancia, no ha cesado
de multiplicar los golpes de efecto hasta provocar este lunes la caída del Gobierno.
Brillante orador y representante del ala izquierda de los socialistas
franceses, ha quedado virtualmente excluido del Ejecutivo francés por
sus críticas declaraciones contra la línea económica del Gobierno del
presidente François Hollande y contra la canciller alemana, Angela
Merkel.
Hollande ha pedido a su primer ministro, Manuel Valls, que forme un
nuevo Ejecutivo "coherente con las orientaciones que él mismo ha
definido para nuestro país", según un comunicado, que no cita a
Montebourg.
No es la primera vez que
Montebourg irrita a sus propios correligionarios. En el Partido Socialista
muchos critican sus "lecciones de moral" y sus "excesos". La oposición
de derecha no es menos severa con él. "Habla con tal arrogancia, dando
lecciones a todo el planeta", exclamó el exprimer ministro François
Fillon, de la UMP.
En 2011, Montebourg comparó a la canciller Merkel con el autoritario
canciller prusiano Bismarck. "¿Bruselas? ¡Unos estúpidos!", afirmó al
diario 'Le Monde' en 2013. También se jactó de "meterle un gol" a
Lakshmi Mittal, el patrón del gigante de la siderurgia, ArcelorMittal.
Un día, cuando era ministro de Industria, explotó ante el exprimer
ministro francés Jean-Marc Ayrault, cuando éste descartó la idea de
nacionalizar unos altos hornos en la región de Lorraine. "Diriges
Francia como si fuera el consejo municipal de Nantes", una ciudad del
oeste francés, le espetó. Valls -entonces ministro del Interior- había
asegurado que en caso de ser primer ministro "sin
Montebourg, nacido el 30 de octubre de 1962 en Clamecy (región de
Nièvre), hijo de un carnicero y de una profesora de origen argelino, se
dio a conocer como abogado al enfrentarse al primer ministro de derechas
de la época, Alain Juppé, en el caso de un apartamento alquilado a un
módico precio por la ciudad de París en 1995.
Activo militante del Partido Socialista desde 1981, diputado desde
1997, Montebourg intentó en 2001 -sin éxito- que el entonces presidente
Jacques Chirac compareciera ante la Alta Corte de Justicia.
Fue uno de los fundadores, en el seno del PS, de una nueva corriente,
el Nouveau Parti Socialiste (NPS, Nuevo Partido Socialista), que obtuvo
cerca del 17% de los votos en el Congreso en 2003, con una consigna:
más poder al Parlamento. Montebourg votó "no" a la Constitución Europea
en 2005.
Portavoz de la candidata socialista para las elecciones
presidenciales de 2007, Ségolène Royal, le prohibieron durante un mes
hacer declaraciones públicas. Había afirmado que el único defecto de la
candidata era su "compañero" (pareja). La pareja de Ségolène Royal, y
padre de sus hijos, era entonces el actual presidente François Hollande.
En 2011, durante las elecciones primarias socialistas para elegir
candidato a las presidenciales del año siguiente, Montebourg logró el
tercer puesto, tras una campaña interna muy izquierdista en la que abogó
por la "desglobalización" de la economía, lo que, según sus
adversarios, esconde una vocación neoproteccionista.
En esa época mantuvo un discurso virulento contra la patronal y llegó
incluso a decir que Lakshmi Mittal no era bienvenido en Francia. "En un
período de crisis y de decaimiento, lo que se me podría reprochar es mi
silencio, mi inacción", se defiende Montebourg, paladín del patriotismo
económico. Desde 2012, ha abogado con ardor por el "made in France" y
la industria nacional.