sábado, 19 de julio de 2014

Carlos Slim apuesta por trabajos de 11 horas tres días a la semana

ASUNCIÓN.- El empresario mexicano Carlos Slim -el hombre más rico del mundo, según el ránking de la revista Forbes- ha recomendado implantar una semana laboral de solo tres días, trabajando once horas por jornada y elevando la edad de jubilación (en el caso de Paraguay), como forma de combatir el desempleo.

Durante su ponencia en el XX Encuentro Anual de la Fundación Círculo de Montevideo, que ha tenido lugar en Paraguay, Slim ha insistido en que esta medida proporcionaría cuatro días libres a los trabajadores para "dedicarlos a la familia, a innovar, cultivarse o a crear".
El magnate ha añadido que en el mercado actual se requiere más innovación y tecnología e inversión, ya que "la modernización es fundamental para el desarrollo", según ha informado el diario paraguayo 'Última Hora'.
Slim ha recuperado esta semana su título como el hombre más rico del mundo, con 79.600 millones de dólares (59.000 de euros), seguido muy de cerca por el americano Bill Gates, cuya fortuna asciende a los 79.100 millones de dólares. (58.480 millones de euros).
Ambos empresarios encabezan la lista de los hombres más ricos del mundo de Forbes, que fue recientemente actualizada por la publicación. Este cambio en la lista entre Slim y Gates -pues antes el americano ostentaba el primer puesto del ránking- se debe al aumento del valor de las acciones de la empresa mexicana América Móvil en el mercado financiero.

Profesiones en riesgo de extinción

MADRID.- Según el portal de empleo, Carrer Cast, hay diez profesiones especialmente ‘amenazadas’ por la evolución de los tiempos. Son las diez peores profesiones que se pueden ejercer. “Las profesiones evolucionan conforme las nuevas tecnologías crean oportunidades pero es en detrimento de antiguas empleos”, asegura el estudio. El listado es el siguiente, según www.lainformacion.com:

-Cartero. Es la profesión que “más peligra”. De aquí a 2022, el informe calcula que en Estados Unidos los efectivos del servicio postal se habrán reducido un 22%. Todo, por la competencia del correo electrónico, pero también de los servicios de mensajería.

-"Granjero". Se reducirán en un 19% hasta 2022 porque con las nuevas tecnologías cada vez es más fácil realizar trabajos en las explotaciones agrícolas y ganaderas, con menos empleados.

-Revisor de contador. Se reducirán en un 18% porque las compañías energéticas utilizan cada vez más, aparatos que permiten la lectura a distancia.

-Periodista. Las profesiones ‘de letras’ no están en su mujer momento, y mucho menos la de periodista. Sólo en Estados Unidos, habrá un 13% menos en 2022, víctimas de la caída de un modelo de negocio que todavía no termina de adaptarse a Internet.

-Agente de viajes. La Red ha cambiado la forma como organizamos nuestros viajes, hay intermediarios pero ya no son los tradicionales agentes de viajes. Sus efectivos caerán un 12%.

-Azafata de vuelo. Efecto secundario de la irrupción de las low cost, las compañías recortan costes y emplean a menos personal. Ser azafata de vuelo ya no tiene tampoco tanto glamour. Habrá un 7% menos en 2022.

-Impresores. Al igual que los periodistas, ellos también pueden desaparecer junto con el papel. De momento su número se reducirá un 5%.

-Fresadores y profesionales de la Industria. Igual que en el siglo XX, la robotización en la industria también significa la desaparición de puestos de trabajo técnicos en la industria.

-Inspectores de Hacienda. Contrariamente a lo que reivindican inspectores y técnicos de Hacienda en nuestro país, en Estados Unidos, según el estudio, cada vez habrá menos inspectores porque el pago de impuestos se digitalizará cada vez más.

-Leñador. De nuevo víctima del menor uso del papel, en Estados Unidos la industria requerirá talar menos árboles. El portal el ilustra como ejemplo el de el director de la revista Northemlogger (El leñador del norte), que reconoce las dificultades que atraviesan ambos oficios.

Los pertenecientes a esos sectores no son los únicos que deban replantearse la reconversión. También los puestos directivos, aquellos que toman las decisiones de los recortes, pueden verse un día reemplazados por una máquina.

Eso, a juzgar por la iniciativa de un fondo de inversión en Hong Kong. Su Consejo de Administración ya no toma ninguna decisión sin consultar primero las conclusiones de su sexto consejero: un algoritmo. Ya lleva dos meses de trabajo y de momento, no hay quejas.

Igual que el robot encarnado por Arnold Schwarzenegger en Terminator, las principales cualidades de Vital son la ausencia de emociones y la “incorruptibilidad”.

Su nombre no es más que el acrónimo de “Validating Investment Tool for Advancing Life Sciences” (Herramienta de Validación de Inversión para el Progreso en las Ciencias de la Vida”. El pasado 13 de mayo la empresa lo incorporó como sexto miembro de su consejo de administración.

DKV se dedica a realizar inversiones de alto riesgo en el sector de la salud. Vital es un algoritmo que analiza previsiones, resultados de los primeros test de nuevos medicamentos,  disponibilidad de las patentes y la solvencia de las compañías en las que DKV podría invertir.

Vital ya ha intervenido en la toma de dos decisiones de inversión, según la revista Business Insider. Así, DKV ha colocado fondos en una empresa que desarrolla métodos de investigación por ordenador para luchar  contra los efectos del envejecimiento y en una plataforma que diseña  tratamientos personalizados contra el cáncer.

Héroes / Juan José Millás

Hace poco, un hijo de Gallardón se libró del test de alcoholemia refugiándose, tras una aparatosa huida, en la casa de su padre. Peor fue el caso de Esperanza Aguirre, que se dio a la fuga derribando una moto de la policía cuando los agentes intentaban multarla. No paró hasta llegar a su domicilio, pese a los requerimientos de un coche patrulla desde el que, en paralelo al suyo, le daban órdenes de detenerse. Ya en casa, y frente a los requerimientos de los municipales, envió a sus escoltas-funcionarios públicos —a sueldo del contribuyente—, que salvaron también a la expresidenta de la Comunidad de Madrid de someterse, como es preceptivo, al test de alcoholemia. 

Usted y yo habríamos soplado, nos habrían analizado la saliva, habríamos dormido en el calabozo, y estaríamos ahora pendientes de un juicio por desobediencia a la autoridad, intento de agresión a la policía y desórdenes públicos, entre otros. Total, cuatro o cinco años de cárcel. Privilegios de clase, como el de la delincuencia organizada que, si se empeña, consigue una amnistía fiscal por la que regulariza lo defraudado a menor costo que si lo hubiera declarado en tiempo y forma.

He aquí, sin embargo, que Carlos Cano, un licenciado en Medicina de 25 años, entró hace dos días en prisión para cumplir tres años por participar en un piquete informativo durante cuya actuación no hubo heridos, no hubo destrozos, no hubo vandalismo ni evasión de capitales ni cohecho ni malversación de caudales públicos. No hubo nada, en fin, aunque esa nada le va a destrozar la vida. Es un caso, pero los hay a docenas. Estos jóvenes, perseguidos con saña en un país donde el presidente del Gobierno envía mensajes de apoyo a un delincuente, son los héroes de un tiempo por venir.