martes, 24 de julio de 2012

El cinismo social se instala en la Casa Real / Ignacio Muro Benayas *


"Nadie puede quedar excluido de los efectos de la recuperación económica" dijo el Rey en su intervención que abría el último Consejo de Ministros, el que aprobó el mayor recorte de la democracia. ¿Un lapsus? En absoluto, dado que formaba parte de una declaración escrita y formal. Por tanto, es fácil deducir que dijo exactamente lo que quería decir. ¿Y qué quería decir? Exactamente eso: que cuando llegue la recuperación nadie debe "quedar excluido" de sus efectos... pero dado que esta no se otea en el horizonte cercano, ¿significa que avala, justifica, pasa por alto la exclusión de hoy, en pleno hundimiento económico? ¿Está defendiendo o dando por hecho el desmontaje de las coberturas sociales? 

Una declaración aparentemente social pero calculadamente y perversamente antisocial que reproduce los argumentos de la derecha más reaccionaria y neoliberal. Dice mucho más de lo que parece decir porque hace depender la inclusión social de la coyuntura y de las leyes del mercado, de la recuperación. Las declaraciones del Rey se enfrentan al sentido de la Seguridad Social cuya razón de ser es justo la contraria, una red que debe sostener a cualquier ciudadano cuando las cosas les van mal, en plena crisis, no cuando no lo necesita. Y, lo que es peor, se enfrenta al menos al 50% de España, el tradicional votante de izquierdas.

Al hablar así, el Rey asume una posición ideológica absolutamente ajena a la neutralidad institucional, la peor, la que más le aleja de la mayoría de sus conciudadanos. Después de destinar 35 años de democracia a construir una red de seguros sociales para evitar que la gente tuviera que depender de "sus ahorrillos"... o descender a la miseria en situaciones de gran crisis, "la solución" no puede ser desmontar a toda prisa esa red social justo cuando más se necesita, para que el destino de cada uno vuelva a depender de los propios apoyos familiares... o, en su ausencia, depender de la beneficencia hasta descender a la miseria más absoluta. Es cinismo social pero es, también, un nuevo error y una metedura de pata más.

"Lo siento mucho, me he equivocado, no volverá a ocurrir" decía pocos meses antes, el 18 de abril, al pedir perdón después de su viaje a Bostwana. Aquellas palabras que parecían espontáneas respondían a un estudiado Plan de Comunicación para reconciliarse con la Sociedad después de su ruptura de cadera en una cacería de elefantes, días después de que su nieto Felipe Juan Froilán, de 14 años, se disparara en el pie en otra cacería igualmente extraña, mientras su yerno Iñaqui Undargarín, procesado por el caso Noos, era portada en todos los diarios. Es entonces cuando incorpora a su equipo como jefe de Prensa a Javier Ayuso, exdirector de Comunicación del BBVA y experto en asuntos económicos. ¿Significa quizás que ese cambio anticipa y justifica una nueva actitud pública alineada con la posición de banqueros y grandes empresarios?

El mismo cinismo social era exhibido, unas semanas antes, por el príncipe Felipe. Ocurrió en otro acto solemne, el 21 de junio pasado, en Nueva York, con ocasión del discurso en el Nuevo Campus del IESE, rodeado de empresarios. Allí dijo algo también tremendo, que "nuestros salarios están marcando el ritmo del retorno al sendero de la competitividad". Significa un apoyo claro al descenso unilateral y forzado de salarios incluido en una reforma laboral que el PSOE va a recurrir al Tribunal Constitucional y que está siendo aprovechada para un ajuste de plantillas que incrementa el desempleo masivo. Utilizar el plural "nuestros salarios" se presta a mofa. ¿Se refiere a su rebaja del 7% como factor de competitividad? 

Su misma presencia activa en este y no otro Consejo de Ministros fue ya chocante. Es una práctica habitual que presida alguno de los primeros Consejos de cada legislatura, pero parece extraño que participara en este, seis meses después de comenzar, en el que se aprobaban los principales recortes. Todo parece indicar un cambio estratégico en el perfil de la política de comunicación de la Casa Real. Para terminar de convencer a los que duden del giro, una nueva perla del Príncipe: aquella en la que festeja que "nuestras familias estén reduciendo sus niveles de deuda mientras mejoran su ahorro". ¿En qué mundo viven? O peor ¿en qué mundo quieren vivir?

(*) Economista y editor de www.poli-Tic.net

Munar: "En temas económicos, nadie debería ir a prisión"

PALMA DE MALLORCA.- La expresidenta del Parlamento balear y de UM, Maria Antonia Munar, ha considerado que "en temas económicos, nadie debería ir a prisión, sino que se debería devolver el dinero", al tiempo que ha estimado que a los condenados se les pueden "poner multas y sanciones de trabajo social", ya que, a su juicio, no le parece el mejor sistema "tener a gente perdiendo parte de su vida y no ofreciendo nada a la sociedad".

   En una entrevista concedida a IB3 Radio, Munar ha criticado que el Código Penal es "napoleónico y está bastante desfasado de la realidad del momento" y, como ejemplo de ello, ha puesto la última sentencia por un homicidio de una mujer por parte de otra, a quien se condenó a tres años y medio de prisión.
   "Entre matar a una persona y dar una subvención hay unas ciertas diferencias, pero a lo mejor, yo estoy pasada de moda y estudié derecho en otra época con otros valores, ya que los que luchamos por la democracia y la separación de poderes pensamos que las personas son lo primero y que el tema del dinero es secundario y que se arregla con dinero".
   Preguntada sobre si considera que entrará en prisión, después de que la Audiencia Provincial la condenara a cinco años y medio de prisión en el marco del caso Maquillaje, ha recordado que ha presentado un recurso ante el Tribunal Supremo, por lo que tiene la "esperanza" de que resuelva a su favor.
   En este sentido, ha aseverado que la parecería "muy injusto" que se encontrara en una situación "tan dura y tan triste que no deseo a mis peores enemigos" por un hecho que "en absoluto ha sido probado", en referencia a la supuesta entrega de un sobre con 300.000 euros por parte de Munar al exvicepresidente del Consejo de Mallorca Miquel Nadal para adquirir el 50 por ciento de las participaciones sociales de Video U.
   Así, ha recalcado que ni ella, ni Nadal, ni la exdirectora insular de Comunicación, Margarita Sotomayor, han tenido "ningún beneficio de esta sociedad", sino que "quien tiene el dinero es el fundador de Video U, Miquel Oliver, y sus socios.
   "Cuando estoy en la situación en la que estoy, es confiar en que se verá que yo no entregué este dinero y que quede claramente demostrado mi inocencia", ha manifestado Munar, quien también ha esperado que el TS sea "justo" con Sotomayor, quien "por no ceder a mentir, le han caído cinco años de prisión".