LA HABANA.- El juicio al dirigente de Nuevas Generaciones
del PP, el español Ángel Carromero, ha concluido la madrugada de este sábado y queda
visto sentencia por homicidio imprudente en el accidente del coche que
él conducía en el que murieron el pasado mes de julio los disidentes
cubanos Oswaldo Payá y Harold Cepero.
Después de cerca de once horas de comparecencias en las que han
declarado, entre otros, trece peritos y ocho testigos, la Sala Primera
de lo Penal del Tribunal Provincial Popular de Granma, con sede en
Bayamo, en el sureste de Cuba, ha declarado la conclusión del juicio,
cuya sentencia será anunciada en los próximos días.
La fiscal, Isabel Barzaga, ha ratificado la petición de siete años
de cárcel --tres años y medio por cada víctima-- por el fallecimiento
de los dos opositores cubanos en el accidente de tráfico. "Estamos en
presencia de una persona verdaderamente temeraria", ha aducido la fiscal,
citada por Reuters.
El cónsul español en La Habana, Tomás Rodríguez-Pantoja, permanece
en Bayamo, según han confirmado fuentes diplomáticas.
Sin embargo, no han podido concretar si el tribunal se atendrá a la Ley
de Procedimiento Penal cubana, que establece un plazo de seis días
hábiles para que los jueces dicten la sentencia o bien puedan superar
dicho límite, autorizado en caso de acumulación de trabajo.
El bloguero oficialista Yohandry Fontana ha apuntado que, en el
transcurso del juicio, el tribunal, compuesto por cinco jueces --tres
profesionales y dos populares--, ha examinado "abundantes pruebas
documentales, testificales y periciales" a propuesta de la acusación y
de la defensa, quien pide su absolución alegando que Carromero "no iba
de verdad a exceso de velocidad", de acuerdo con la emisora cubana Martí
Noticias.
En la vista oral, el dirigente de Nuevas Generaciones del PP, que
ha mantenido la versión de los hechos realizada en la fase de
instrucción, ha expresado su pesar y ha lamentado haber "perdido muchas
cosas en este tiempo", aunque "no tiene comparación con el sentimiento
de dolor de las familias" de los fallecidos.
El Gobierno cubano tiene la potestad de dejar en libertad a
Carromero expulsándole del país aun cuando el tribunal que le juzga le
imponga una pena de cárcel.
El Código Penal cubano, o Ley 62, estipula en su artículo 46.3 que
el Consejo de Ministros "puede decretar la expulsión del extranjero
antes de que éste cumpla la sanción principal impuesta", que se
declarará "extinguida". Es decir, que Carromero podría regresar a España
sin que tuviera que responder aquí de ninguna responsabilidad penal.
Este sería el mejor de los escenarios para el español si fuera
condenado pero, en caso de que el régimen castrista no quisiera
expulsarle, a Carromero le quedaría otra opción. Podría beneficiarse de
un traslado para cumplir en España la condena, siempre según "los casos y
en la forma establecidos en los tratados", dice la Ley 62.
España y Cuba tienen un convenio bilateral para el traslado de
personas condenadas que data de 1998 y podría aplicarse en el caso de
Carromero.
Carromero permanece encarcelado, en régimen de prisión
provisional, en el centro de seguridad del Estado '100 y Aldabó', en la
capital cubana, desde el pasado 22 de julio, día en el que el vehículo
conducido por el dirigente de NNGG se salió de la vía en el kilómetro
724 de la carretera que comunica Las Tunas con Bayamo, en la provincia
de Granma.
Además de Payá y Cepero, en el coche también viajaba el joven
político sueco Jens Aron Modig, que inicialmente fue retenido por las
autoridades cubanas pero que pudo volver a los pocos días a su país.
Modig alegó que dormía en el momento del siniestro y dijo tener
recuerdos borrosos.
Familiares y amigos del dirigente de NNGG confían en que esté de
regreso en España como muy tarde en noviembre, según han informado fuentes de su entorno que no han podido dar detalles de las
condiciones del posible retorno.
Según las fuentes consultadas, el sector más optimista entre los
familiares y amigos de Carromero espera su regreso a España "a partir
del 15 de octubre" mientras que los más pesimistas, que temen que pueda
haber un retraso del juicio o algún otro contratiempo, hablan de
"finales de noviembre como muy tarde".
La defensa de Carromero contratada por su familia está integrada
por un equipo de abogados del Bufete Internacional de La Habana, según
han precisado fuentes de la disidencia.
Los ministros de Asuntos Exteriores de España y Cuba, José Manuel
García-Margallo y Bruno Rodríguez, respectivamente, se reunieron el
pasado 27 de septiembre en los márgenes de la Asamblea General de
Naciones Unidas para tratar, entre otros temas, la situación de
Carromero.
El canciller cubano trasladó a su homólogo español el compromiso
de su Gobierno para que la sentencia se dicte en un periodo
"razonablemente corto de tiempo". Ambos ministros quedaron en volver a
hablar una vez que haya sentencia final para evaluarla.
Las autoridades cubanas atribuyen el accidente a la velocidad
excesiva con que supuestamente conducía Carromero y, en un vídeo
difundido por el Gobierno de la isla días después de su arresto, el
dirigente de NNGG admitió que perdió el control del vehículo al entrar
en un bache, si bien no aclaró a qué velocidad circulaba.
En dicha grabación, cuya veracidad ha cuestionado la disidencia
cubana, Carromero pidió a la comunidad internacional que evitase
utilizar el caso con fines políticos y negó que otro vehículo les
golpeara por detrás.
La familia de Payá, sin embargo, ha alertado de un supuesto
complot para matar al que fuese responsable del Movimiento Cristiano
Liberación (MCL) y ha llegado a decir que uno de los dos supervivientes
alertó a sus allegados a través de un SMS de que un coche les venía
siguiendo y les embistió varias veces.
La viuda de Payá, Ofelia Acevedo, ha exculpado a Carromero de
cualquier responsabilidad y ha pedido saber "la verdad" de lo ocurrido.
Ni los parientes de Payá ni los de Cepero han presentado denuncia alguna
contra el político español.