Hasta el 62 por ciento de los trabajadores
españoles dice sentirse más estresado que el año pasado, especialmente
por la incertidumbre laboral y una mayor presión en el trabajo, explican
este miércoles varios expertos en Madrid, quienes abogan por una mayor
concienciación por parte de los directivos de las empresas a la hora de
facilitar recursos que mejoren la situación de su personal.
"Estrés en el trabajo ha habido siempre, pero ahora se sufre más
debido a la situación generada por la crisis, de más carga y más
presión. Es la incertidumbre, la inseguridad, no saber qué ocurrirá, lo
que genera más estrés", asegura el presidente de la Asociación Española
de Especialistas en Medicina del Trabajo, el doctor Antonio Iniesta.
Por su parte, el director de BH Consulting, el doctor Miguel
Casas explica que hay que buscar el "equilibrio" entre las "demandas"
del entorno, algunas de ellas generadas "por nosotros mismos", y los
"recursos" que tiene el individuo para hacerlas frente. El estrés, en
sus palabras, aparece "cuando hay un desequilibrio", entonces, "se pone
en marcha una respuesta del organismo". En el caso de que esa alarma sea
"intensa" o permanezca "mucho tiempo" puede producir daños en el
organismo, precisa.
No obstante, este experto explica que "si el estrés se encuentra
con un organismo que duerme y come bien, lo va a tener más complicado".
Por ello, cuanto antes se pongan "una serie de barreras" y se prepare a
la persona, mejor va a ser su situación. Para Casas, el estrés es malo,
"cuando aparece un síntoma (como el insomnio) que repercute en tu
actuación", señala. Sin embargo, a veces, es positivo, pues sirve para
enfrentarse a las "demandas diarias", aclara.
De este modo, apuesta por la prevención, al actuar sobre los
estresores de los empleados y al aumentar su capacidad para enfrentarse a
determinado tipo de situaciones. De la misma opinión es Iniesta, quien
subraya la necesidad de proporcionar a las empresas una "serie de
herramientas", con pautas y consejos, "que sean realmente eficaces a la
hora de abordar el estrés".
En general, el 40 por ciento de los trabajadores españoles dice
estar estresado, siendo esta cifra del 50 por ciento en el caso de los
directivos, según el Instituto Nacional de Estadística (INE). Además,
según los expertos, 8 de cada 10 trabajadores cree que el estrés
aumentará en los próximos cinco años.
Iniesta considera que el mando intermedio es el que tiene más
margen para evitar el estrés de los empleados. "Puede organizar los
objetivos, definir el rol que juega cada uno de los trabajadores, y no
perder la calma. Que sean flexibles, que no sea ordeno y mando",
explica. Por su parte, Casas señala que el directivo tienen que
"mantener la calma y trasmitir hacia abajo". "Pues estresados todos
rendimos menos", añade.
Los expertos estiman que una de cada cuatro bajas podrían tener
por desencadenante el estrés, aunque Iniesta reconoce que el número
exacto es desconocido pues, en general, el motivo suele estar
"enmascarado".
"Actualmente, este problema es la segunda causa de
incapacidad laboral, solo por detrás de las enfermedades musculares,
pero puede llegar a ser la primera en pocos años", advierte, por su
parte, Casas.
Un total de 40 millones de trabajadores de la Unión Europea padece
estrés, una circunstancia, que genera unos costes de 20 mil millones de
euros, según la Fundación Europea para la Mejora de las Condiciones de
Vida y de Trabajo (Eurofound).
Sin embargo, a pesar de que, según estos expertos, el 79 por
ciento de los directivos confiesa estar preocupado por las consecuencias
que pueda ocasionar el estrés de sus trabajadores, solo un 26 por
ciento de las empresas a nivel europeo han adoptado medidas para reducir
su incidencia. De este modo, Iniesta aboga por la concienciación del
empresario, ya que "no por apretar más a sus trabajadores, va a ganar
más", señala.
"Debemos transmitir a la empresa, a los departamentos de Recursos
Humanos y de prevención de Riesgos Laborales, que este es un tema muy
serio y que, además, de afectar a la salud de sus trabajadores, también
comporta una pérdida de productividad para la compañía", argumenta
Casas.
Dicho esto, reconoce el cambio que ha experimentado la sociedad
desde hace 15 años a la hora de concienciarse sobre esta problemática,
especialmente desde la introducción de la prevención de los riesgos
laborales en las empresas.