MADRID.- El presidente del Tribunal Supremo y del
Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), Gonzalo Moliner, ha pedido en
su primer acto de apertura del Año Judicial a los magistrados y a los
demás poderes que lleven a cabo una "actuación congruente" de forma que
quede patente ante la sociedad que la independencia judicial constituye
"una realidad" y se elimine "cualquier sospecha de intervención externa"
en ella.
El presidente del Supremo ha tomado este martes la palabra tras la
intervención del fiscal general del Estado, Eduardo Torres-Dulce, en el
acto de apertura de los tribunales.
En su discurso, Moliner ha destacado que la independencia judicial
plasmada en la Carta Magna funciona "sin problemas reales graves" pero
ha considerado que es posible "perfeccionar el sistema de garantías"
para que no sólo funcione sino que además "exista el convencimiento
ciudadano de que funciona".
A su juicio, la garantía a que los asuntos son resueltos sin
"prejuicios, presiones o posiciones previas" necesaria para el bien
común requiere no sólo de los integrantes del poder judicial sino de
todos los demás poderes "una actuación congruente con tal exigencia
constitucional de forma que quede patente ante la sociedad en general
que esa independencia judicial constituye una auténtica realidad".
En otro orden de cosas, el presidente del alto tribunal se ha
referido a las dificultades económicas que atraviesa el país y ha
asegurado que el Poder Judicial debe seguir siendo considerado como "la
última garantía" para la defensa de los derechos de los ciudadanos y que
cooperará "en el esfuerzo que la mayor parte de la sociedad está
haciendo" para salir de esta situación. "La importancia de la crisis y
la búsqueda de remedios exige un esfuerzo de todos", ha añadido.
El presidente del Supremo ha aprovechado para enviar "un mensaje
de aliento" a los integrantes de la Carrera Judicial que han visto
reducirse sus retribuciones en estos momentos de austeridad.
En este sentido, ha asegurado que desde su presidencia y desde el
CGPJ se harán "todos los esfuerzos necesarios para que, sin perjuicio de
respetar las exigencias de solidaridad con la sociedad que la situación
actual reclama, las líneas básicas de un estatuto judicial acorde con
las exigencias constitucionales" se mantengan en la futura reforma de la
Ley del Poder Judicial.
En cuanto a esta reforma, ha defendido que el CGPJ es el órgano
que tiene encomendado constitucionalmente la preservación del estatuto
de la independencia judicial y, por ello, la selección, la formación, la
concesión de permisos y licencias de los jueces, así como su régimen
disciplinario y, en definitiva, la administración de su estatuto
jurídico, el cual debe ser regulado mediante una ley orgánica.
Moliner ha subrayado el "gran honor" que le supone intervenir en
el acto de apertura del Año Judicial y ha puesto en valor la influencia
de la Constitución de Cádiz, de la que este año se celebra su
bicentenario así como de la creación del Tribunal Supremo.
El único ministro en acudir al solemne acto ha sido el ministro de
Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, que ha estado acompañado por la
alcaldesa de Madrid, Ana Botella, los miembros de las Comisiones de
Justicia de las Cortes así como los integrantes de las Comisiones en
esta área del PSOE y del PP.
Entre otros, han asistido al acto magistrados del Supremo, la
portavoz del CGPJ, Gabriela Bravo, y otros vocales de este órgano, el
presidente de la Audiencia Nacional, Ángel Juanes, y el presidente de la
Sala de lo Penal, Fernando Grande-Marlaska, junto a fiscales y
representantes de tribunales superiores de Justicia.
En esta ocasión el acto ha supuesto el "estreno" del nuevo
presidente del Supremo y del CGPJ, Gonzalo Moliner, que tomó posesión de
su cargo el pasado 23 de julio tras la dimisión de Carlos Dívar por el
escándalo por los viajes de fin de semana cargados en parte al
presupuesto del Consejo. Dívar se ha ausentado de la ceremonia, aunque
sí han acudido los expresidentes Javier Delgado y Francisco José
Hernando.