sábado, 13 de agosto de 2011

"La solución es trabajo y educación", según los indignados de Londres

LONDRES.- Centenares de "indignados" londinenses marcharon hoy sábado por el barrio de Tottenham, al norte de la ciudad, bajo lemas como "Lucha por un trabajo", "Los verdaderos saqueadores son los bancos" y "Culpa a los 'tories', no a nuestros hijos". 

Una veintena de niños al frente de la manifestación portaba otro gran cartel en que se pedía: "Dénles a nuestros hijos un futuro".
Madres con sus pequeños, jóvenes con bicicletas, estudiantes, personas mayores, blancos, negros, asiáticos y una legión de periodistas,  asistieron a una manifestación que se celebró justo una semana después de que se produjeran los disturbios cuyo saldo fue de más de 1.600 detenidos en todo el país, relata la corresponsal del 'El Mundo', de Madrid.
También los dueños de los comercios salieron a la calle en señal de apoyo y una de las calles principales de la zona fue cortada por los asistentes, que se habían congregado en primera instancia en el corazón de Dalston, a mitad de camino entre Hackney y Tottenham.
Al final del recorrido, se instaló un estrado en el que los participantes expresaron sus opiniones, dando lugar a una asamblea participativa similar a las celebradas por el madrileño "Movimiento 15 M".
"Vengo de Alemania y quiero darles las gracias por su revolución, una revolución que se inició en Oriente Medio y que ya está en Occidente. Sabemos quienes son los responsables de esto: la violencia policial y el Gobierno. Lo que la gente necesita es trabajo", declaró un manifestante.
Los asistentes dejaron en claro que la violencia no es el medio para llegar a nada y menos a lo que ellos piden: una revolución. El acto arrancó con un alegato en el que los organizadores subrayaron que el trasfondo de todo cuanto ocurrió en los últimos días "es una cuestión de nación, no una cuestión de raza".
Los organizadores lograron llegar al centro de Tottenham para reclamar también justicia por la muerte de Mark Duggan, el joven negro que falleció hace nueve días en un enfrentamiento con la policía. Todavía no se ha conocido el informe completo sobre su muerte aunque ya se sabe que recibió un tiro en el pecho de la pistola de un agente y que la suya no fue disparada.
En el corazón de ese barrio, y casi a la misma hora, una protesta pacífica, como la que hoy convocaron los vecinos, terminó con incendios, saqueos y una noche de disturbios después de que un grupo de jóvenes tomaran el "relevo" a los que pedían a las autoridades británicas justicia por esta muerte.
En una de las reuniones previas para establecer las líneas de actuación de los vecinos de esta zona, uno de los organizadores ya explicaba algunas de sus quejas: "Los políticos no nos representan y de hecho, sólo nos están haciendo caso porque se han extendido las protestas, si no, no harían nada", aclaró.
Las quejas de los residentes de Tottelham no son sólo económicas, sino que reclaman el fin de los recortes a las prestaciones sociales que pueden expulsar del sistema todavía más a un barrio ya deprimido.
"No defendemos la violencia con la que ha actuado alguna gente porque  dan la imagen de que todos nuestros jóvenes son criminales, violentos y vándalos y no es así. Lo único que les asusta es perder el control de su sociedad, por eso, la única solución para ellos es más control y más policía", les recriminó a las autoridades otro de los participantes.
El primer ministro David Cameron prometió el pasado jueves en el Parlamento que las autoridades van a llegar hasta el final para conocer qué ocurrió el día que murió Duggan, pero también pidió que no se utilicen estos actos como excusa para saquear y destruir todo lo que se encuentre por delante.
Nadie quiere olvidar a Duggan pero las protestas de estos "indignados" con el sistema y con la policía van más allá de una muerte. En los carteles que anuncian la reunión se puede leer: "Justicia para Mark Duggan ahora. De la revuelta a la revolución".

"Indignados" protestarán ante la Bolsa de Madrid el 17 de septiembre, coincidiendo con una iniciativa mundial

MADRID.- El Grupo de Trabajo de Economía de Acampadasol ha acordado concentrarse frente a la Bolsa de Madrid el próximo 17 de septiembre, momento en el que los "indignados" debatirán sobre la situación económica.

De esta forma, Acampadasol se ha sumado a la iniciativa "Occupy Wall Street", promovida por distintas asociaciones y movimientos de Estados Unidos que han decidido acampar frente a la Bolsa de Nueva York el 17 del mes próximo para demandar una economía al servicio de las personas, la regulación de los mercados financieros, la limitación de su influencia sobre la vida política, la creación de una banca pública y un reparto equitativo y justo de la riqueza.
Durante la concentración ante la Bolsa de Madrid, los "indignados" hablarán de "aquellos que hundieron la economía, que son los mismos que hoy apuestan contra nuestro futuro y demandan importantes recortes sociales", según informó este sábado Acampadasol.
"Recortes que no sólo ralentizan de forma dramática la recuperación económica, sino que también condenan a la mayoría de los ciudadanos a tener peores colegios, peores hospitales, peores pensiones para nuestros mayores y peores infraestructuras, condicionando así el porvenir de futuras generaciones", añadió.

Los verdaderos indignados de Londres

LONDRES.- Los vecinos del barrio londinense de Tottenham han convocado para este sábado a las 13 horas una manifestación, justo una semana después de que se produjeran los disturbios que han terminado con más de 1.600 detenidos en todo el país. Pero en su caso quieren dejar claro que la violencia no es el medio para llegar a nada y menos a lo que ellos piden: una revolución.

En una de las reuniones previas para establecer las líneas de actuación de los vecinos de esta zona, uno de los organizadores ya explicaba algunas de sus quejas: “Los políticos no nos representan y de hecho, sólo nos están haciendo caso porque se han extendido las protestas, si no, no harían nada”, aclara.
Sus quejas no son sólo económicas, de cohesión social, de recortes de prestaciones sociales que pueden expulsar del sistema todavía más a un barrio deprimido. Sus quejas son también de representación y de pertenencia a un sistema del que no se sienten parte la mayoría del tiempo.
“No defendemos la violencia con la que ha actuado alguna gente pero han dado la imagen de que todos nuestros jóvenes son criminales, violentos y vándalos y no es así. Lo único que les asusta es perder el control de su sociedad, por eso, la única solución para ellos es más control y más policía”, recrimina otro de los participantes.
En todo el discurso hay un “ellos” del que ninguno de los vecinos que ha acudido al centro social para intentar planificar una estrategia de lucha pacífica parece formar parte. “Ellos nos estigmatizan”, “ellos obligan a nuestros jóvenes a identificarse varias veces al día por la calle”, “ellos han provocado una crisis que no vamos a pagar nosotros”.
Pero la marcha que se va a celebrar también quiere reclamar justicia por la muerte de Mark Duggan, el joven negro que falleció hace nueve días en un enfrentamiento con la justicia. Todavía no se ha conocido el informe completo sobre su muerte aunque ya se sabe que recibió un tiro en el pecho de la pistola de un agente y que la suya no fue disparada.
Precisamente, en el mismo sitio, el corazón del barrio de Tottenham, y casi a la misma hora, una protesta pacífica, como la que hoy han convocado los vecinos, terminó con incendios, saqueos y una noche de disturbios en Tottenham, después de que un grupo de jóvenes tomaran el ‘relevo’ a los que pedían a las autoridades británicas justicia por esta muerte.
David Cameron prometió el pasado jueves en el Parlamento, que las autoridades van a llegar hasta el final para conocer qué ocurrió el día que murió Duggan, pero también pidió que no se utilicen estos actos como excusa para saquear y destruir todo lo que se encuentre por delante.
Nadie quiere olvidar a Duggan pero las protestas de estos ‘indignados’ con el sistema y con la policía van más allá de una muerte. En los carteles que anuncian la reunión se puede leer: ‘Justicia para Mark Duggan ahora. De la revuelta a la revolución’, toda una declaración de intenciones.
No es la única manifestación vecinal para, además de condenar los disturbios que han destrozado parte del barrio, dejar visibles las carencias e injusticias que sufren sus habitantes. En el barrio de Peckham, varias millas al sur de Tottenham, donde también se sufrieron algunos días de incidentes, los vecinos han querido que un enorme cartel en la calle sirva de mensajero de sus denuncias y de receptor de sus sentimientos.
Bajo el título, ‘I love Peckham’ (Yo amo Peckham), cualquiera puede coger un post-it de colores y decir todo lo que tenga que decirle a su barrio y a su gente.
Junto a ‘Peckham es mi hogar’ o ‘Dejar de prender fuego a mi ciudad’, también se pueden leer algunos lemas más reivindicativos como ‘Cambio’ o ‘Más oportunidades para la gente joven’. Algunos de los gritos que los suburbios londinenses tienen que soportar día a día.
Pese a que no comparten los métodos ni en qué derivaron todas las revueltas, muchos vecinos no quieren que la violencia empañe su indignación y mucho menos su voz.

Más de 50.000 personas protestan en 18 ciudades israelíes para exigir más "justicia social"

JERUSALÉN.- Más de 50.000 personas se han manifestado este sábado en varios puntos de Israel para exigir un menor coste de la vida, en el marco de las sucesivas protestas que se han estado convocando desde hace varias semanas en el país para reclamar reformas económicas.

   Las cifras de asistentes varían dependiendo de las fuentes. El portavoz de la Policía, Micky Rosenfeld, ha asegurado que un máximo de 50.000 personas ha secundado las protestas en Israel, mientras que los organizadores y los medios de comunicación han elevado al menos a 75.000 los asistentes a las manifestaciones.
   La más multitudinaria ha sido la celebrada en la ciudad de Haifa, en el norte de Israel, secundada por 25.000 personas, según ha confirmado Rosenfeld. El representante del campamento asentado en esta localidad, Yossi Baruch, ha precisado que el motivo de las protestas es hacerles llegar a los políticos "lo que queremos exactamente: (...) un verdadero Estado del bienestar", según ha informado el diario israelí 'Haaretz'.
   Asimismo, un total de 18 ciudades han sido escenario de manifestaciones en pos de una mayor "justicia social", si bien, en esta ocasión, ni Tel Aviv ni Jerusalén, las dos principales localidades israelíes, han sido escenario de protesta alguna.
   Al respecto, los organizadores han esgrimido que el objetivo de esta acción ha sido difundir el mensaje de que el movimiento está hablando de problemas que afectan a todo el país, según ha informado el diario israelí 'The Jerusalem Post'.
   En Beerseba, en el centro de Israel, donde entre 4.000 y 5.000 personas han acudido a la manifestación, el líder del sindicato estudiantil de la Universidad de Ben Gurion, Uri Keidar, ha declarado ante la multitud agolpada que "el pueblo ha despertado durante las últimas semanas", gente tanto "de la derecha, como de la izquierda ha participado en la mayor protesta social en la historia del país".
"Primer ministro, Benjamin Netanyahu, no ha sido sólo tu Gobierno el que nos ha conducido hasta esta situación, también han sido los anteriores (...) pero es el tuyo el que tendrá que formular las soluciones", ha apostillado.
   Un asistente a la manifestación de Beerseba, Daniel Eisler, ha afirmado que "las diferencias entre ricos y pobres" han aumentado y ha subrayado que "la gente, ahora mismo, se siente frustrada porque tiene un trabajo decente", pero "no ganan lo suficiente para vivir y criar a sus hijos".
   Como parte de este movimiento social que ha estallado en Israel a raíz de las grandes dificultades que tienen los más jóvenes para optar a una vivienda, cientos de estudiantes permanecen acampados en Tel Aviv desde hace un mes y se han convertido en el epicentro de las protestas.
   En respuesta a la masiva manifestación que tuvo lugar en esta misma ciudad el pasado fin de semana en la que participaron más de 250.000 personas, el Gobierno de Netanyahu ha constituido un comité de expertos liderado por el economista Manuel Trajtenberg y cuyo principal cometido será la elaboración de un conjunto de propuestas en un plazo máximo de un mes.

RSF denuncia la colaboración de BlackBerry con la policía británica

LONDRES.- La organización de defensa de los periodistas Reporteros Sin Fronteras (RSF) se inquietó este sábado en un comunicado por la colaboración del fabricante de teléfono BlackBerry, Research In Motion (RIM), con la policía británica para identificar a los agitadores de Londres.

"¿Cuáles serán las consecuencias de esta cooperación con respecto a la vida privada de los usuarios de BlackBerry y sobre el derecho a intercambiar información libremente sin control ni barreras?", se interroga RSF que se "inquieta por la cooperación de RIM, fabricante canadiense de los BlackBerry, con las autoridades británicas".
"Sin intención de subestimar la situación actual en el Reino Unido y la urgencia de restablecer el orden", RSF estima que "la puesta a disposición de datos personales a la policía constituye un precedente inquietante en un país occidental y podría tener consecuencias importantes como ejemplo a otros regímenes".
Los agitadores en Gran Bretaña se organizaron rápidamente utilizando la mensajería instantánea y gratuita de los BlackBerry, que tiene la ventaja de estar codificada contrariamente a las redes sociales como Twitter. "Si después de la transmisión de datos se proceden a arrestos, convendría interrogarse sobre la validez de las pruebas presentadas, y la legalidad sobre su adquisición", agrega RSF.
La organización advierte "a las autoridades británicas contra toda medida destinada a cerrar o restringir de manera drástica la utilización de las redes sociales, en particular Facebook y Twitter". RSF denuncia finalmente las "demandas" dirigidas del primer ministro británico, David Cameron, a los grandes canales de televisión de "remitir sus filmaciones sobre los disturbios a la policía", lo que convierte a la prensa en "un auxiliar de las fuerzas del orden".
Para la organización, RIM "fue a menudo sometida a presiones de los gobiernos" y aceptó en varias ocasiones "filtrar ciertos sitios, el acceso a datos de usuarios de estos teléfonos o la censura de los servicios codificados", reclamados por "Emiratos Arabes" y "Arabia Saudita".
El director general de ventas de BlackBerry, Patrick Spence, anunció públicamente que la empresa planeaba colaborar con las autoridades. Este anuncio le valió sin embargo a RIM amenazas de represalias hacia sus empleados.

Deniegan definitivamente el asilo político a Bouziane y la acampada de Málaga estudia nuevas acciones

MÁLAGA.- La Subdirección General de Asilo y Refugio ha denegado definitivamente el asilo político para el joven argelino Sid Hamed Bouziane, por el que desde el pasado lunes integrantes del Movimiento 15M están concentrados frente al Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) de Málaga, con el objetivo de evitar la deportación a su país. Por ello, la acampada está estudiando nuevas acciones de protesta, según han informado integrantes del Movimiento 15M.

   "La orden de expulsión vuelve a entrar en vigor y en cualquier momento podrían trasladar a Bouziane desde el CIE de Málaga y deportarle a Argelia, su país natal, donde corre inminente peligro de muerte", han advertido. Bouziane se encuentra desde hace 21 días en el Centro de Internamiento de Extranjeros de Capuchinos, en Málaga capital.
   Han explicado que este pasado viernes "se presentó un recurso a las 18.00 horas y se han dado mucha prisa" en contestar, precisando, en este sentido, que creían que la respuesta la obtendrían "como mínimo el martes", pero que este sábado les ha llegado un fax "denegando el reexamen de la petición de asilo".
"Han decidido contestar un sábado de puente de agosto a mediodía, volviendo a posibilitar velozmente la expulsión de Bouziane, con la denegación del recurso".
   Han relatado, asimismo, que fue unos minutos después de que este sábado Bouziane contrajera matrimonio con su prometida, Candela, en las instalaciones del CIE de Málaga, cuando la Subdirección General de Asilo y Refugio le informó de la definitiva denegación de asilo político, "rechazando el recurso presentado por su abogado este viernes y agotando la vía administrativa".
   "La boda que ha tenido lugar este sábado indica que tiene familia y nos parecería inhumano que ahora se les separara".
"Sería una paradoja que el Estado permitiera la unión de dos personas para luego mandar a una de ellas a la muerte, casi de manera inevitable", han lamentado desde el Movimiento 15M.
   La asamblea de Málaga había valorado la posibilidad de levantar la acampada frente al CIE, como símbolo de buena voluntad ante las promesas de los subdelegados del gobierno en Málaga y Sevilla, Hilario López Luna y Faustino Valdés, respectivamente, pero, tras las últimas noticias, la acampada estudiará "nuevas acciones de protesta" y "qué medidas se tomarán al respecto".
   Por ello, está previsto que este sábado decidan la "estrategia que van a seguir a partir de ahora", ya que, tal y como han explicado desde el movimiento 15M "volvió a entrar en vigor la orden de expulsión que se había paralizado cautelarmente hasta que se resolviera el recurso, por lo que ahora, al resolverse de manera desfavorable, Bouziane puede salir en cualquier momento exiliado".
   "Exigimos a la Subdelegación de Gobierno de Sevilla que cumpla su palabra y revoque la orden de expulsión, tal y como aseguró el subdelegado de Gobierno, cosa que podría hacer en cualquier momento y que depende sólo de su voluntad", han manifestado, al tiempo que han precisado que "la Subdelegación de Gobierno de Sevilla puede paralizar la orden de expulsión y darle la residencia si se demuestra su arraigo".
   Por otro lado, han señalado que Bouziane "cumple todos y cada uno de los requisitos legales para que se le otorgue un permiso de residencia por motivos humanitarios".
   Por último, el abogado de Bouziane, José Cosín, ha informado de que presentará un recurso a la Audiencia Nacional, "denunciando la falta de sensibilidad y humanidad de las autoridades españolas".

Más de la mitad de los británicos cree que Cameron actuó tarde en los disturbios

LONDRES.- Más de la mitad de los ciudadanos británicos opina que su primer ministro, David Cameron, no ha actuado lo suficientemente pronto como para soliviantar los disturbios en Londres y otras localidades de Reino Unido.

   Según una encuesta de ComRes para el diario británico 'The Independent', sólo el 30 por ciento de los ciudadanos cree que Cameron ha respondido adecuadamente a la ola de violencia que ha azotado al país en la última semana, mientras que el 44 por ciento opina lo contrario. Además, el 54 por ciento afirma que el primer ministro británico, que no volvió de sus vacaciones hasta el pasado lunes cuando los disturbios alcanzaron su punto álgido, actuó con dilación en el control de la situación tras el recrudecimiento de la violencia callejera.
   Como consecuencia, más de la mitad de ese 54 por ciento recela de la capacidad de Londres para garantizar la seguridad de cara a los Juegos Olímpicos de 2012, si bien un tercio asegura no haber cambiado su visión.
   De hecho, este viernes, un parlamentario alemán ha instado a las autoridades olímpicas a cambiar la sede de los Juegos si los disturbios y los saqueos continuaran. Por su parte, los organizadores han descartado que esta ola de violencia vaya a afectar a los preparativos de la cita deportiva, ni a la imagen de la capital británica.
   Asimismo, un 36 por ciento de los encuestados confía en la gestión y el liderazgo del primer ministro británico, lo cual reafirma el resultado obtenido en un sondeo realizado por Ipsos para Reuters el pasado 20 de julio que cifraba en un 38 por ciento los británicos satisfechos con la labor de Cameron.
   No obstante, los empresarios no consideran que deban realizar modificaciones en sus planes de inversión en Londres. Sólo un nueve por ciento reducirá su volumen de negocio en la capital británica de un total de 150 individuos y el 90 por ciento asegura que no realizará cambios en sus negocios.  
   La muestra de la encuesta realizada por se ha compuesto de un total de 2.008 ciudadanos británicos mayores de edad entre el miércoles y el jueves de esta semana de acuerdo con una escala representativa de la demografía en Reino Unido.

¿Indignados o indignos? / Héctor Ghiretti *

Resulta inevitable asociar los acontecimientos que se vienen produciendo en el mundo árabe desde hace unos meses con la protesta de los jóvenes de Madrid y otras ciudades españolas. Una observación superficial nos haría concluir con aquel cruel sarcasmo francés: "Europa termina en los Pirineos".

Más allá de la peculiaridad española y sus diferencias con el resto de Europa resulta necesario señalar en qué medida son fenómenos similares o más bien se trata de meras apariencias.


Las manifestaciones populares y las protestas callejeras constituyen un tipo de acción pública que excede y/o cuestiona las vías institucionales establecidas de todo régimen. La política se hace con el cuerpo. Para conquistar poder y ejercerlo hay que "estar".


Esto es lo que no entienden aquellos que imaginan un futuro en el que la participación política se transformará radicalmente con la web, los teléfonos celulares o las redes sociales. Apenas se trata de medios de comunicación, altamente vulnerables, por otra parte, a operaciones de manipulación. ¡Hay algunos que todavía creen que las nuevas tecnologías de la comunicación realizarán finalmente la utopía de la "democracia directa"!


Antaño, una masa lo suficientemente grande podía terminar en saqueo, destrucción, defenestración del príncipe, linchamiento y ejecución sumaria, golpe de estado o anarquía. Podía someter personas o acciones a la aprobación o condena por simple aclamación. Bien manipulada, podía ser un arma terrible.


Esto es básicamente lo que ha sucedido en los países árabes. Las multitudes reunidas en El Cairo, Trípoli o Damasco poseían un potencial violento, a pesar de presentarse de forma pacífica. Por ese motivo, la reacción represiva de los gobiernos no se ha hecho esperar, más allá de la eficacia que haya tenido. De forma más o menos encubierta, detrás de las manifestaciones están las organizaciones del Islam radical.


Pero este tipo de acción política ha experimentado en el contexto de las democracias liberales y las sociedades de consumo una mutación fundamental. La violencia parece descartada tanto de parte de la acción de protesta como de su control, a cargo de la fuerza pública.


Es lo que sucede en la España de hoy. ¿Quién le teme a una masa pacífica y civilizada que ni siquiera se atreve a cortar el tránsito de una arteria principal?


En la sociedad de la información, la multitud callejera ha dejado de tener los efectos que poseía en épocas anteriores. Sólo impacta directamente en la opinión pública a través de los medios de comunicación.


Las manifestaciones pueden hacerse "desaparecer", reducirlas en número, cambiarles el motivo de convocatoria, convertirlas en nada. Sin fuerza ni capacidad de destrucción, la posibilidad de ignorarlas es mucho mayor. Gobierno y medios pueden "editar" el contenido. El potencial cosmético es casi ilimitado. Las nuevas tecnologías también están al servicio del poder.


Sin el poder ni la organización de los viejos sindicatos combativos o los partidos armados, sin el peligro propio de la turbamulta enfurecida, las manifestaciones pacíficas apenas tienen un valor testimonial reducido.


Ni siquiera puede decirse que expresen una crisis grave de la representatividad del sistema: en las últimas elecciones españolas se ha verificado un incremento en el número de votantes, el gobierno socialista viene herido de muerte desde hace tiempo y los populares se aprestan a ganar el poder en las próximas elecciones.


Neutralizado el potencial violento, desactivada la desobediencia civil, la acción de fuerza se convierte en reclamo inofensivo, reunión social, desfogue intrascendente, "radicalismo estético", tal como explicara Enrique Tierno Galván: pretenden enfrentarse al "sistema" y reclaman una democracia alternativa, pero terminan pidiendo más presupuesto y planes sociales. Son apenas una roncha pruriginosa en el cuerpo flácido de las sociedades opulentas.


"Indignados", se hacen llamar, definiéndose por el estado de ánimo que los domina. Con gran sentido de la oportunidad y dudoso acierto, Eduardo Galeano ha sostenido recientemente que el mundo se divide entre indignos e indignados. En realidad, se puede estar indignado y seguir siendo un indigno, que es la palabra que sirve para definir a quien no tiene mérito ni disposición suficiente para algo o alguien.


Es paradójico comprobar que el capítulo de "indignados" que parece tomar forma en la Argentina está compuesto por antiguos defensores y apologistas del "sistema". Su ingenuidad, su hipocresía y su nula capacidad autocrítica los convierten en otros indignos indignados.


Por sí solos, la indignación y el hartazgo apenas generan impotencia, frustración y tristeza. Para que las cosas cambien hace falta proyecto político y voluntad de poder. Hace falta amor. Hace falta esperanza. 

(*) Doctor en Filosofía por la Universidad de Navarra. Actualmente profesor en la Universidad de Cuyo y en otras universidades latinoamericanas. Miembro del Instituto Empresa y Humanismo 

Jesús, el primer indignado / Carlos Abad

Los indignados, este fenómeno que se ha iniciado en Madrid y se ha extendido a muchas ciudades de Europa, ocupan la primera plana de diarios, revistas y telediarios en todo el mundo.

A partir de una vivencia muy cercana, reflexioné sobre la suerte de algunos jóvenes de hoy. Éste a quien me refiero -como tantos, tiene dos carreras, posgrados, cuatro idiomas- sufre un paro cardíaco en Londres.

Situación dramática con final feliz, ya que la alta calidad de la prestación de seguro de salud, la pronta asistencia, la salud general del muchacho, en resumen, la conjugación de todos estos elementos, permitieron que atravesara esta situación crítica y la superara.

Conversando con sociólogos, médicos y psiquiatras, me notificaron que son cada vez mayores los episodios y cuadros cardíacos, la frecuencia de accidentes, aneurismas cerebrales, muertes súbitas y problemas con el alcoholismo y las drogas que sufre este grupo etéreo. Contradiciendo a Rubén Darío, no están en la época de "juventud divino tesoro" sino que están atravesando momentos muy difíciles, de enorme desconcierto y mayor tristeza. La promesa del progreso se ha alejado y está siendo interrogada.

El enorme esfuerzo por capacitarse y cualificarse no encuentra recompensa en el plano de la inserción laboral y su respectiva remuneración. Hablo de chicas y muchachos capacitados, con estudios superiores, formados en centros de calidad. Por mencionar solamente los cinco millones de desocupados en España, las decenas de miles en toda Europa de indignados y de cifras con muchos ceros para nombrar a los desilusionados del mundo.

La mayoría de los indignados que tomaron hace poco tiempo plazas y calles no son solo albañiles sudamericanos u obreros sin oficio claro: hay muchos graduados valiosos, con varias carreras y especializaciones que cuando se presentan para un trabajo les recomiendan que vayan con menos curriculum, con menos antecedentes porque no van a poder conseguir una plaza.

¡Como para no indignarse!

Qué paradoja, qué contradicción, cuántos cambios desde aquel sueño de principios de siglo XX de "mi hijo el doctor", el esfuerzo programado para el ascenso social, tanto apremio para estudiar cuando a veces se proviene de familias sin instrucción que se esfuerzan para acompañar ese salto necesario para superar a la generación anterior y crecer. Pero que hoy desmiente todo ese ritual del empeño, que termina coronado con mujeres y hombres que no pueden alcanzar sus objetivos, que solo reciben incomprensión social.

En los últimos años en Europa y en España en particular, no figuraba como prioridad el tema del empleo, el primer trabajo, la construcción de opciones laborales, se hablaba en forma recurrente de casamiento homosexual, el tema del aborto y un fuerte énfasis en el tema de la igualdad y llamativamente estos temas de respetuosa consideración ocupaban la casi totalidad de la pantalla, mientras que los temas vinculados al pan y al trabajo aparecían lateralizados, omitidos, fuera de escena. Una obscenidad, etimológicamente: obsceno, fuera de escena.

Por eso cobró tanta notoriedad Indígnense, el libro del pensador francés Stéphane Hessel, de 93 años, un viejo miembro de la resistencia francesa contra los nazis que luego fue designado embajador y participó en la redacción de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, que invita a los jóvenes a indignarse ante el estado actual del mundo, a rebelarse ante el poder de los mercados financieros, las desigualdades, las injusticias.

Frente a este cuadro de situación, vino a mi mente una imagen conocida y es cuando Jesús echa a los mercaderes del templo. Sucedió en Jerusalén al ver que una multitud de devotos se acercaba a ofrendar en las grandes celebraciones religiosas en Israel y traían consigo distintos bienes, los cuales eran permutados por monedas como gratitud y honra a Jehová.
Jesús percibe que este ritual honrado, virtuoso, de llevar al templo las mejores mercancías, se había desvirtuado, profanado, adulterado.

Jesús nunca se enojó con los comerciantes de los mercados de Samaria, de Galilea, de Judea, jamás. Jesús valoraba a quien trabajaba -su propio padre era carpintero-, respetaba el fruto obtenido con el esfuerzo, el fruto de la labor diaria. Pero se indignó con los mercaderes abusivos que se aprovechaban de la unción de los feligreses para obtener cuantiosas ganancias.

¿Cuál es el paralelismo con lo que sucede en 2011 en Occidente? Pues en la actitud de Jesús cuando expulsa a los mercaderes del templo irrumpe el Primer Indignado.

En San Juan 2 (Jesús purifica el templo, Mt. 21.12-13; Mr. 11.15-18; Lc. 19.45-46) leemos:
Estaba cerca la pascua de los judíos; y subió Jesús a Jerusalén, y halló en el templo a los que vendían bueyes, ovejas y palomas, y a los cambistas allí sentados. Y haciendo un azote de cuerdas, echó fuera del templo a todos, y las ovejas y los bueyes; y esparció las monedas de los cambistas, y volcó las mesas; y dijo a los que vendían palomas: Quitad de aquí esto, y no hagáis de la casa de mi Padre casa de mercado.
Semejante lo expresa San Lucas 19, Purificación del templo, Mt. 21.12-17; Mr. 11.15-19; Jn. 2.13-22):
Y entrando en el templo, comenzó a echar fuera a todos los que vendían y compraban en él, diciéndoles: Escrito está: Mi casa es casa de oración; mas vosotros la habéis hecho cueva de ladrones. 

Estas son democracias de mercado, sociedad de mercados donde lo que prima es el precio. Cómo no indignarse y sumar su voz a la de Jesús indignado: "No hagáis de la casa de mi Padre casa de mercado, cueva de ladrones." 

Hoy está más vigente que nunca, como decían los mayores en la época de Jesús en un tradicional refrán del Medio Oriente: "El ojo nunca se sacia". Hay que maximizar las ganancias es el credo de las principales universidades económicas del mundo. Hay que ganar más y más y más sin respetar la ecología, sin respetar las leyes de la naturaleza, sin respetar la salud de las personas.

Cuando EE.UU. vive la catástrofe económica del 2008, tan grave, en la cual se evaporaron 800.000 millones de dólares y el Estado sale a rescatar a estas instituciones financieras, un error de Wall Street termina repercutiendo en las familias comunes y trabajadoras de cualquier punto del planeta.

No solamente que son rescatados, sino que lo primero que hacen sus ejecutivos, además de cobrar los bonus y los premios, es echar a los que menos ganan. Las cifras cantan desproporciones indignantes: en la mayoría de las empresas entre el número uno de la compañía y el que menos gana es mil veces a uno, tres mil pesos sobre tres millones. Son expulsados los más débiles.

Qué parecida a la escena bíblica de Jesús de Nazareth donde las sociedades abandonan lo sagrado, la ley, la verdad y el valor cívico por el dios supremo de la transacción.

A cualquier precio: hay que tener mucho, pronto, rápido cueste lo que cueste.

Esto enseñan en los principales pizarrones y reproducen en las magistrales clases de las más prestigiosas facultades de las capitales.

Días pasados escuché de un politólogo una conversación que se le atribuye a Lula con el presidente Obama y un grupo de colaboradores, en la que el brasilero dijo respecto de la crisis de fines de 2008: "Esto lo armaron rubios de ojos celestes". Se refería con su marcada ironía a que los más capacitados salidos de las mejores universidades del mundo articularon esta catástrofe.

Hablan de crisis pero a mí me gusta hablar de asesinato económico. Dictadores africanos y latinoamericanos, líderes crueles serbios, malvados de calañas varias están convocados a los tribunales de La Haya, pero los asesinos económicos no están en el banquillo, esos señores elegantes y cultos, autores de esta masacre, no son condenados. Y nuestros jóvenes los sufren con indignidad.

¿Dónde está el dinero? El dios dinero es hoy el único dios absoluto.

¿Por qué tanta indignidad? ¿Por qué permitir el secuestro de las ilusiones, la tortura de la esperanza, la desaparición de los sueños?

No más profanación. Es hora de devolvernos la libertad de sabernos gobernados por humanos, no solo por mercaderes siglo XXI.

El planeta, los jóvenes, la naturaleza, claman con dolores de parto una nueva redención al decir de San Pablo.

Indignados, incomprendidos, expulsados, agraviados, como Jesús de Nazareth, llevan su cruz en esta sociedad ciega al futuro.

Tal vez estemos a tiempo de apartar la mala hierba y dejar que el trigo de la buena semilla germine. Que un mundo de valores se imponga a uno de precios...

“Indignados” israelíes siguen su lucha

TEL-AVIV.- Los “indignados” de Israel, que se quejan entre otras cosas de la carestía de la vivienda en el país, convocaron a nuevas manifestaciones para hoy, tras colocar una guillotina gigante, símbolo de la Revolución Francesa, en el campamento principal de Tel Aviv. 

Después de tres semanas de manifestaciones multitudinarias cada sábado, la última de las cuales juntó en todo el país a la histórica cifra de 300.000 personas, la inmensa mayoría en Tel Aviv, los “indignados” tratan ahora de mostrar que “la protesta no es algo sólo de Tel Aviv, sino nacional”, explicó a su portavoz, Roi Noiman.
“Estoy seguro de que no habrá 300.000 personas en la calle, pero es que tampoco es ese nuestro objetivo. Esto es un proceso y no se trata de intentar que cada día se manifieste medio millón de personas, sino de escuchar las voces de la periferia”, dijo Noiman.
El objetivo es mantener el seguimiento público para obligar al gobierno de Benjamin Netanyahu a atender sus demandas y aliviar la situación de la clase baja y media del país.
Netanyahu se niega a reunirse con los “indignados” y ha creado una comisión de ministros, observadores y expertos para negociar con los representantes de la mayor protesta social de la historia del país.
Sin embargo, el Ministerio del Interior dio el jueves su autorización definitiva para construir 1.600 apartamentos en el disputado sector este de Jerusalén y aprobará otros 2.700 en los próximos días, informó el jueves un portavoz gubernamental.
El anuncio suscitó críticas de los palestinos, como también del principal grupo israelí opuesto a los asentamientos, que acusa al gobierno de aprovechar las protestas masivas por los costos de la vivienda para dar justificación económica a la cuestión siempre explosiva de construir en la ciudad.
La Casa Blanca instó el jueves a Israel y los palestinos a no tomar acciones unilaterales que puedan socavar las posibilidades de retomar las largamente estancadas conversaciones de paz.