lunes, 7 de julio de 2014

El juez Elpidio Silva, de nuevo en el juzgado por el ´caso Blesa´

MADRID.- Una veintena de preferentistas han recibido este lunes con vivas y gritos de apoyo al juez Elpidio José Silva a su llegada al Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM), donde será juzgado por un presunto delito de prevaricación en su investigación contra el expresidente de Caja Madrid Miguel Blesa, a quien envió en dos ocasiones a prisión.

Los preferentistas, que portaban pancartas, han jaleado al juez, que hoy se sienta en el banquillo de los acusados, con lemas contra la gestión de Blesa en Caja Madrid y otros más genéricos, como "Qué desgraciados, que quitan el dinero a los jubilados".
La Sala de lo Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) repite el juicio contra Silva después de que la anterior vista tuviera que ser suspendida por la recusación de la magistrada María Tardón. Silva solicitó que fuera apartada del tribunal por haber integrado la Asamblea General de Caja Madrid.
En esta ocasión, el tribunal estará formado por los magistrados José de la Mata, Eduardo Urbano y el presidente Arturo Beltrán. La Sala rechazó la petición del acusado de que estos dos últimos jueces se abstuvieran por haber participado en la vista anterior.
El juez Silva, en excedencia y ahora abogado en ejercicio, está acusado de presuntos delitos de prevaricación continuada, retraso en la Administración de Justicia y dos delitos contra la libertad individual de Blesa.
La Fiscalía pide 30 años de inhabilitación y la incapacidad para obtener durante el tiempo de condena cualquier empleo o cargo en el ámbito de la Administración de Justicia, en concreto, aquellos que conlleven el ejercicio de la función jurisdiccional.
El exbanquero pide 40 años de inhabilitación y el ex presidente de la CEOE, Gerardo Díaz Ferrán, reclama que sea inhabilitado durante 24 años para trabajar en la Administración de Justicia.
Blesa pedía inicialmente también tres años de inhabilitación por revelación de secretos, pero el instructor rechazó incluir este ilícito ya que Silva no había podido defenderse al no haberse formulado antes. En todo caso, Blesa se reserva la posibilidad de ejercer acciones civiles concluido el proceso penal.
Acompañado de un nuevo abogado
El líder de Movimiento Red ha estado representado en este proceso por un nuevo abogado, Gonzalo Boyé, tras renunciar a la defensa de su anterior letrado, Cándido Conde-Pumpido Varela. En el juicio se escuchará a una veintena de testigos, entre testigos, peritos de KPMG, guardias civiles y el propio Blesa.
En su escrito de acusación, la Fiscalía mantiene que Silva dictó resoluciones "frontalmente contrarias a Derecho", arbitrarias y carentes "por completo" de motivación durante su instrucción sobre el crédito de 26,6 millones de euros al ex jefe de la patronal Gerardo Díaz Ferrán y la compra del City National Bank de Florida por parte de Caja Madrid.
Según el Ministerio Público, cercenó "de manera sistemática" el derecho de defensa de los recurrentes al no resolver oportunamente sus recursos y "despertó en el momento propicio" la causa contra Blesa por el banco de Florida. Todo ello tras "diseñar una estrategia de ampliación durmiente" de la denuncia de Manos Limpias, que no estaba personada y cuyo escrito debía ser enviado a reparto.
En este sentido, encarceló en dos ocasiones al expresidente de la caja madrileña "a instancias de una acusación que no tenía condición de parte" y de forma "absolutamente irregular y contraria a cualquier interpretación posible en Derecho". 
El fiscal entiende que no existía riesgo de destrucción de pruebas para decretar su prisión sin fianza, después de que hubiera abonado ya los 2,5 millones que impuso en el primer encarcelamiento.

Petición

 El juez en excedencia Elpidió José Silva, cuyo juicio por prevaricar en el denominado "caso Blesa" se ha iniciado esta mañana en el Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM), ha solicitado que este juicio no se celebre mientras la gestión del expresidente de Caja de Madrid Miguel Blesa sea objeto de investigación penal en los juzgados de instrucción de Madrid.   
Así lo ha defendido el nuevo abogado del exjuez de instrucción número 9 de Madrid, Gonzaló Boyé, durante la fase de cuestiones previas, en la que expuso un total de ocho dirigidas a suspender la vista o, en todo caso, eliminar la práctica de determinadas pruebas que cree que vulneran los derechos de su cliente como la declaración como testigo del abogado de Blesa, Carlos Aguilar, o la personación como acusación particular del expresidente de la CEOE Gonzálo Díaz-Ferrán.
El presidente del tribunal, Arturo Beltrán, ha anunciado tras la exposición de todas estas cuestiones y la intervención de todas las partes al respecto que la Sala se retiraba a deliberar hasta mañana, cuando ofrecerán una respuesta al respeto.
   La Sala de lo Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) repite el juicio contra Silva después de que la anterior vista tuviera que ser suspendida por la recusación de la magistrada María Tardón. Silva solicitó que fuera apartada del tribunal por haber integrado la Asamblea General de Caja Madrid.
   Silva ha sido jaleado a su llegada este lunes al tribunal por un grupo de preferentistas que gritaban consignas contra la entidad madrileña y ha vuelto a sentarse entre sus abogados para evitar el banquillo, alegando su condición de letrado.
   El fiscal se ha opuesto a todas estas peticiones por entender que no concurren las circunstancias que permitan aplazar este juicio mientras se sigue investigando la gestión de Blesa en Cajamadrid por el juez que ha sucedido a Silva en este asunto. I
   Según el Ministerio Público, no hay pleitos pendientes que puedan algarse porque en este caso se trata de analizar unos hechos diferentes, consistentes en ver si existió prevaricación o retardo malicioso en la investigación que Silva inició en su día por la compra del City National Bank de Miami por Caja de Madrid. Las acusaciones también se han opuesto.
   Además, el fiscal ha pedido la práctica de nuevas pruebas contra Silva, quien se enfrenta a una inhabilitación de hasta 40 años por las decisiones presuntamente prevaricadoras que adoptó durante su investigación contra el expresidente de Caja Madrid, a quien envió en dos ocasiones a prisión.
En concreto, la Fiscalía ha pedido que declare un nuevo testigo para acreditar la amistad de aquél con los letrados de Manos Limpias personados en la causa contra Blesa y que se tenga en cuenta lo que contó sobre el caso en su libro "La Justicia deshauciada".
    Pese a que la vista se ha iniciado en un tono mucho más sosegado que el que tuvo el primero de los juicios, caracterizado por la interrupción continua de la sesión por parte de Silva y  la presentación de recusaciones a los miembros  tribunal, la amenaza de que este escenario se repitiera apareció tras señalar Boyé que el sábado tuvieron conocimiento de la admisión a trámite de una querella por vulneración del honor de Silva contra  Beltrán y  Tardón.
   El fiscal ha pedido a Boyé que aclare si lo que hace es presentar una recusación contra el presidente del tribunal, y debería éste apartarse.    La cuestión no ha sido aclarada del todo por Boyé, quien se ha limitado a señalar que la tramitación de este asunto supondría en todo caso, y a su juicio, motivo para que Beltrán se apartara.
   El juez Silva, en excedencia y ahora abogado en ejercicio, está acusado de presuntos delitos de prevaricación continuada, retraso en la Administración de Justicia y dos delitos contra la libertad individual de Blesa.
   La Fiscalía pide 30 años de inhabilitación y la incapacidad para obtener durante el tiempo de condena cualquier empleo o cargo en el ámbito de la Administración de Justicia, en concreto, aquellos que conlleven el ejercicio de la función jurisdiccional.
   El exbanquero pide 40 años de inhabilitación y el ex presidente de la CEOE, Gerardo Díaz Ferrán, reclama que sea inhabilitado durante 24 años para trabajar en la Administración de Justicia.
  En su escrito de acusación, la Fiscalía mantiene que Silva dictó resoluciones "frontalmente contrarias a Derecho", arbitrarias y carentes "por completo" de motivación durante su instrucción sobre el crédito de 26,6 millones de euros al ex jefe de la patronal Gerardo Díaz Ferrán y la compra del City National Bank de Florida por parte de Caja Madrid.
   Según el Ministerio Público, cercenó "de manera sistemática" el derecho de defensa de los recurrentes al no resolver oportunamente sus recursos y "despertó en el momento propicio" la causa contra Blesa por el banco de Florida. Todo ello tras "diseñar una estrategia de ampliación durmiente" de la denuncia de Manos Limpias, que no estaba personada y cuyo escrito debía ser enviado a reparto.
   En este sentido, encarceló en dos ocasiones al expresidente de la caja madrileña "a instancias de una acusación que no tenía condición de parte" y de forma "absolutamente irregular y contraria a cualquier interpretación posible en Derecho". El fiscal entiende que no existía riesgo de destrucción de pruebas para decretar su prisión sin fianza, después de que hubiera abonado ya los 2,5 millones que impuso en el primer encarcelamiento.

Absueltos los 19 acusados por el asedio al Parlamento catalán

MADRID.- La Audiencia Nacional ha absuelto a los 19 acusados de un delito contra las instituciones del Estado por el asedio al Parlament catalán en 2011 al entender que la protesta estaba amparada por el derecho de manifestación y dirigida a dar voz a "los desfavorecidos por las políticas denominadas de austeridad".

La sección primera de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional ha adoptado esta decisión en una sentencia que solo condena a uno de ellos a cuatro días de localización por una falta de daños, por pintar la espalda a la diputada Montserrat Tura.
La sentencia cuenta con el voto particular discrepante del presidente, Fernando Grande-Marlaska, que proponía sentenciar a diez de los acusados por el delito contra las instituciones del Estado.
Los fiscales pedían cinco años y seis meses de prisión para los 19 acusados por los incidentes registrados durante una concentración contra los recortes sociales convocada por el movimiento 15M ante el Parlament, que derivó en situaciones de asedio a parlamentarios, entre ellos los presidentes de la Generalitat, Artur Mas, y de la Cámara, Núria de Gispert.
Los magistrados Manuela Fernández Prado y Ramón Sáez Valcárcel (ponente) consideran que "la libertad de expresión y el derecho de reunión y manifestación prevalecen en este caso", ya que "para muchos sectores sociales la reunión y la manifestación es el único medio por el que expresar y difundir sus pensamientos y opiniones".
"Cuando los cauces de expresión y acceso al espacio público -indican- se encuentran controlados por medios de comunicación privados, cuando sectores de la sociedad tienen una gran dificultad para hacerse oír o para intervenir en el debate político y social, resulta obligado admitir cierto exceso en el ejercicio de las libertades de expresión o manifestación si se quiere dotar de un mínimo de eficacia a la protesta y a la crítica".
En este caso en concreto, afirman, "se dan todos los elementos mencionados: la convocatoria estaba destinada a hacer coincidir voluntades individuales para expresar una subjetividad colectiva, coincidiendo con la sesión del órgano legislativo de la comunidad autónoma en la que habían de decidir el contenido y el destino de las cuentas públicas".
"La finalidad era divulgar mensajes de protesta en relación a las decisiones legislativas", inciden los magistrados, y para ello se trataba de ocupar los alrededores del Parlament "para dirigir a los diputados, a los medios de comunicación y a la sociedad el rechazo de tales medidas de recorte del gasto social en detrimento de los servicios públicos y de la efectividad de los derechos sociales".
Para los magistrados, que también consideran que no hay pruebas suficientes de su participación en los hechos, la protesta suponía la defensa de la Constitución y los participantes "no trataban de cambiar el marco de relaciones jurídico-políticas, sino plantear que se estaba operando un vaciamiento de los derechos fundamentales".
La sentencia señala también que la protesta, que forzó a los diputados autonómicos a entrar en la Cámara en furgones policiales e incluso en helicóptero (como fue el caso de Mas y otros 29), hubiera requerido que se estableciera un perímetro para hacer compatible la acción de los piquetes y de los manifestantes.
Los participantes, indica, "buscaban confrontarse físicamente y dialogar con los representantes parlamentarios, trasladándoles el malestar y las consecuencias de los presupuestos que se iban a votar".
"De esta manera, se hubiera delimitado la acción colectiva, sus contenidos y, sobre todo, el espacio físico y simbólico de la confrontación", añade el escrito.
El tribunal entiende que la confrontación se produjo debido al cierre de todos los accesos al Parlament salvo la entrada del Parc de la Ciutadella, "donde confluyeron los piquetes, provocando no solo la contaminación física entre unos y otros, sino la necesidad de los parlamentarios de abrirse camino".
La concentración, convocada con el lema "Paremos el Parlament", no había sido comunicada, y finalmente el pleno de la Cámara comenzó a debatir las cuentas de la Comunidad con retraso con aproximadamente la mitad de parlamentarios.

Los españoles, cada vez más preocupados por la corrupción

MADRID.- El paro se mantiene como la primera preocupación para los ciudadanos y es citado por un 76,8 por ciento de los ciudadanos, aunque baja cuatro puntos en un mes, mientras que la corrupción sigue en segundo puesto y es mencionada por un 38,8 por ciento, tres puntos más que hace un mes.

Según el último barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) elaborado entre los pasados 2 y 12 de junio, coincidiendo con la abdicación del rey Juan Carlos, la Monarquía es un problema para el 1,1 por ciento de los españoles frente al 0,2 de la encuesta de mayo, aunque está lejos de situarse entre las diez primeras preocupaciones ciudadanas.
Los problemas de índole económica conservan el tercer puesto, con un 28,4 -28,6 en mayo-, seguido de los partidos políticos y la política, mencionado por un 28 por ciento de los encuestados, 2,4 puntos más que en la encuesta de mayo.
En quinto lugar se mantiene la Sanidad -11,5-, los problemas de índole social -9,0- y la Educación, citada como preocupación por un 7,3 por ciento de los españoles.
Aparece por primera vez en octavo lugar "los problemas relacionados con la calidad del empleo", de los que hablan un 4,7 por ciento de los ciudadanos, asunto que este mes adelanta a "los recortes" con un 3,4, y a la inmigración, citado como problema por un 3,1 por ciento frente al 4,3 del anterior barómetro.
Destaca en la encuesta que la futura ley del aborto no obtiene porcentaje alguno -0,0 según el CIS-, así como ese importante repunte de la Monarquía como un problema para los españoles y que es citada por un 1,1 frente al 0,2 de mayo.
No obstante, la Monarquía se mantiene muy por debajo de otras preocupaciones como las pensiones, la inseguridad ciudadana, los nacionalismos, la subida del IVA, los bancos o los desahucios.