ALEJANDRÍA.- Al menos 19 personas han resultado heridas en
los enfrentamientos que han estallado entre partidarios y detractores
del presidente de Egipto, Mohamed Mursi, en la ciudad de Alejandría
a menos de 24 horas del polémico referéndum constitucional impulsado
por el propio mandatario. El proceso ha sido boicoteado por la mayor
parte de los jueces egipcios al entender que se trata de un atentado
contra sus capacidades organizado por los islamistas afines al
presidente.
Los enfrentamientos comenzaron cerca de una mezquita en la que
opositores al presidente estaban repartiendo panfletos contra el
plebiscito, lo que causó la ira de los simpatizantes, en su inmensa
mayoría islamistas, del jefe de Gobierno.
Tras los mismos, miles de personas han rodeado la mezquita
afirmando que varios salafistas responsables de los indicentes han
buscado refugio en su interior, según ha informado el diario egipcio 'Al
Masry al Youm'.
El jeque Ahmad al Mahalawi ha advertido que se podría producir "un baño de sangre" en caso de que la Policía no intervenga. "Las diferencias de opinión son respetables, pero la casa de Dios no debería ser cercada de esta manera", ha dicho a través de los altavoces del edificio.
Al menos ocho personas han fallecido y centenares han resultado
heridas durante las protestas sobre el plebiscito que han tenido lugar
durante las últimas tres semanas , mientras importantes figuras de la
oposición han advertido de un baño de sangre si el referéndum se lleva
finalmente a cabo.
Para garantizar la seguridad, más de 120.000 soldados y 6.000
tanques serán desplegados en las calles con orden de proteger las urnas y
las sedes de las instituciones del Gobierno.
La oposición, entre la que se encuentran antiguos diplomáticos
como Mohamed ElBaradei o el ex secretario de la Liga Árabe Amr Musa,
denuncia que la Carta Magna no refleja las aspiraciones de los diversos
colectivos que conforman la sociedad egipcia. Critican que el borrador
constitucional está condicionado por una excesiva influencia de los
islamistas y menosprecia a sectores como los cristianos coptos, que
conforman un 10 por ciento de la población.
De igual modo, el Consejo Internacional de Juristas --una ONG pro Derechos Humanos con sede en Ginebra--
ha denunciado que el borrador constitucional, preparado por una
Asamblea Constituyente de marcada influencia islamista, se queda corta
respecto al estándar internacional en varios aspectos: no garantizar la
independencia del poder Judicial y deja margen de impunidad al Ejército.
Tampoco reconoce los derechos humanos como se desearía, en particular
en lo que se refiere a los derechos y garantías de la mujer, según un
comité de expertos de Naciones Unidas.
Sin embargo, se espera que los partidarios de la nueva
Constitución salgan victoriosos del plebiscito, sobre todo gracias a la
disciplina de los Hermanos Musulmanes --la principal organización
islámica del país y raíz del partido del presidente Mursi-- a la hora de
impulsar el voto y por el cansancio de la población ante los
disturbios.
"Estoy harto de política", declaró el residente cairota
Ahmed Shawki. "Deberíamos tener un referéndum sobre la estabilidad, para
que todos juntos pudiéramos trabajar juntos hacia ese objetivo. Me
parece un sueño muy lejano", lamentó.