NUEVA YORK.- Human Rights Watch (HRW) ha acusado este
viernes a las fuerzas de seguridad sirias de haber "matado, detenido y
torturado" a niños "impunemente" a lo largo de 2011 y de haber utilizado
colegios como centros de detención, como bases militares e incluso como
posiciones para francotiradores.
"Los niños no se han librado del horror de la represión en
Siria", denunció la directora sobre Derechos del Niño de Human Rights
Watch, Lois Whitman. "Las fuerzas de seguridad sirias han matado,
detenido y torturado a niños en sus casas, en sus colegios o en las
calles", y en muchos casos, "han atacado a los niños de igual forma que a
los adultos", aseguró.
En un nuevo informe, la organización ha documentado al menos
doce casos de niños "detenidos en condiciones inhumanas y torturados, e
incluso tiroteados cuando se encontraban en sus casas o en las calles",
denunció HRW en un comunicado.
Para elaborar el informe, Human Rights Watch ha entrevistado a
un centenar de personas detenidas por las fuerzas de seguridad en
distintos puntos de Siria desde marzo de 2011, cuando comenzaron las
protestas contra el régimen de Bashar al Assad.
Los entrevistados describieron el uso generalizado de la
tortura en los centros de detención incluso contra los prisioneros más
jóvenes, y no solo en los doce casos documentados por Human Rights
Watch.
Aparte, la organización ha recogido los testimonios de
miembros del Ejército que han desertado del régimen y que "han
corroborado" estas denuncias, según HRW. Un oficial que estuvo
desplegado en Douma en las filas de la Guardia Presidencial y otro
militar de la 18 División que estuvo en Talbiseh aseguraron a Human
Rights Watch que habían recibido la orden de detener a todos los adultos
mayores de 14 años.
Algunas de las detenciones se produjeron incluso en los
colegios, como le sucedió a una adolescente de 17 años, a la que se
identifica con el alias de 'Nazih', que fue detenida en mayo de 2011 en
Tal Kalakh junto a todos los alumnos de su clase a causa de unas
pintadas contra el régimen que habían aparecido en los muros de la
escuela.
Varios adultos que fueron detenidos y algunos desertores de
las fuerzas de seguridad confirmaron la detención y tortura de niños en
diversos puntos del país. Uno de esos adultos, 'Samih', que estuvo
detenido en un centro de seguridad de Latakia, aseguró a Human Rights
Watch que los niños eran sometidos a peores tratos que los adultos
--abusos sexuales incluidos-- precisamente por ser niños.
Algunos niños aseguraron a Human Rights Watch que habían sido
encerrados en celdas abarrotadas en las que se les privaba de agua y
alimentos. Asimismo, todos los menores entrevistados denunciaron que las
autoridades no informaban a sus familiares sobre sus paraderos ni se
les permitían visitar a los niños.
Los activistas sirios han registrado decenas de casos de niños
que murieron por disparos de los francotiradores o de la artillería de
las fuerzas de seguridad del régimen en zonas residenciales. Algunos de
los desertores confesaron a Human Rights Watch que habían disparado
arbitrariamente contra zonas residenciales.
Aparte, según las mismas fuentes de HRW, el Gobierno ha
utilizado los colegios para instalar centros de detención, levantar
bases o cuarteles militares e incluso para situar francotiradores.
"Los colegios han sido cerrados a lo largo y ancho de Siria
porque la asistencia a clase se ha vuelto demasiado peligrosa para los
estudiantes o porque los militares opinan que es mejor utilizar los
colegios como centros de detención que como establecimientos
educativos", denunció Whitman.