BARCELONA.- El consejero de Interior en funciones, Felip
Puig, ha aceptado la dimisión del comisario jefe de Recursos Operativos
de los Mossos d'Esquadra y jefe de los antidisturbios, Sergi Pla, y ha
puesto su cargo a disposición del presidente Artur Mas, que le ha
ratificado después de la polémica por las versiones incompletas sobre
los disparos de los antidisturbios en la zona donde una mujer perdió un
ojo.
En rueda de prensa tras reunirse con los grupos que
conforman la Diputación Permanente del Parlament, Puig ha informado de
que acepta la dimisión de Pla --una decisión que "le honra"--, ha
insistido en que no se dispararon pelotas de goma de los Mossos, un
recurso que ve necesario, tras las nuevas indagaciones realizadas, y ha
informado de que en la zona donde fue herida Ester Quintana se
dispararon siete proyectiles, pero que ninguno pudo haberla herido
porque fueron posteriores.
Puig ha reiterado que confía
plenamente en que los Mossos no son los culpables del impacto que
recibió Ester Quintana: "De la información que tenemos no se puede
desprender que la lesión de Quintana haya sido causada por una acción de
los Mossos".
Ha valorado que en ningún caso ha habido voluntad
de ocultar información por parte de los mandos de Mossos, sino que lo
ha achacado a un error de cálculo porque los informes que le remitieron
se centraban en qué ocurrió en el punto donde cayó herida Quintana y no
en zonas adyacentes.
Por ello, ha defendido que la información
que dio en su comparecencia en el Parlament fue "veraz pero incompleta" y
eso ha generado una sombra de duda que ha acabado afectando a la imagen
de los Mossos, y ha pedido disculpas por ello a la sociedad y a la
Cámara autonómica.
En este contexto, Puig no ha querido entrar en si quiere repetir al
frente del cargo en el próximo Gobierno catalán, y ha dicho que su
voluntad de seguir o no es "irrelevante" pero que continuará ejerciendo
su responsabilidad como consejero en funciones hasta el último momento.
Ha explicado que el comisario Pla le justificó no haber elevado el
informe más completo por una "diferencia de apreciación de lo que es o
no relevante", y que le ha pedido ser relevado para superar una
situación de crisis interna en el departamento.
El consejero ha
indicado que ha tardado varios días en dar información porque quería
tener todos los informes exhaustivos, y que no saben quién pudo herir a
Quintana y ha puntualizado que es un tema judicializado y que le
remitirán al juez toda la información que tienen y vayan recabando.
Sobre los disparos que se hicieron ese día, ha explicado que fueron 640
salvas (disparos sin munición), y 62 proyectiles de lanzadora, pero que
de las 4.526 pelotas de goma que salieron de la comisaría de Egara
volvieron las mismas exactas y que estaban intactas.
Concretamente en la zona donde fue herida Quintana hubo un disparo en
Ronda Sant Pere y Plaza Cataluña para inmovilizar a una persona a las
21.09 horas, otra a la altura de la Bolsa a las 21.05 en dirección
ascendente, y las otras cinco en las calles Casp con Pau Claris y con
Llúria --lejos de Casp con paseo de Gràcia, donde se produjo la lesión,
que fue antes de las 21 horas--.
Puig ha asegurado que, si
tuviera alguna prueba fehaciente de que los Mossos hubieran causado la
lesión, él la hubiera hecho pública y no hubiera comparecido negándolo.
Ha pedido hacer un debate sobre la idoneidad de las pelotas de goma,
que ha defendido como un método para dispersar a violentos, y ha puesto
sobre la mesa la posibilidad de que las escopetas y lanzadoras de los
Mossos lleven un GPS para ser localizados en todo momento, y que la
Brimo lleve cámaras en el casco.
La polémica estalló después de
que el consejero diera explicaciones en sede parlamentaria sobre la
actuación de la Brigada Móvil (Brimo), negando rotundamente que
dispararan ningún proyectil en la zona donde cayó herida una mujer que
perdió el ojo, una versión que quedó en entredicho tras la aparición de
un vídeo en Internet en el que un agente disparaba con la nueva
lanzadera GL-06.
Según el director general de los Mossos, Manel
Prat, si el consejero no dio esa información es porque desconocía que
en aquella zona se hubieran disparado, pero certificó la versión del
consejero que ese día en ningún caso se lanzaron pelotas de goma
--munición que se tira para que rebote y tiene una trayectoria
aleatoria--.
La confirmación de que existía un informe de los
antidisturbios que sí contenía información sobre los disparos en la zona
donde Quintana recibió el impacto y que no se hizo llegar al consejero
le ha obligado a pedir de nuevo toda la información de los movimientos
de la policía ese día.