MADRID.- Contra los recortes, la reforma laboral, el rescate a
la banca y en defensa de los hospitales, las pensiones o la cultura,
miles de personas desfilaron este sábado en Madrid, en una protesta que
unió a sindicatos y movimientos ciudadanos.
Bajo el lema 'Emplea tu fuerza', la llamada Cumbre Social, que agrupa
a los grandes sindicatos con un centenar de asociaciones, convocó una
marcha conjunta con las Mareas Ciudadanas de defensa de los servicios
públicos.
La manifestación se convirtió así en una amalgama de descontentos contra el Ejecutivo de Mariano Rajoy cuando se cumplen dos años de su elección.
"Estamos aquí por 30.000
razones. Lo que pedimos es que no machaquen tanto al pueblo como lo
están machacando", afirmaba Epifanio López, un obrero industrial de 59
años.
"Hay que cambiar el Gobierno", lanzaba Laura Fernández, estudiante de
Medicina de 19 años, vestida con una bata blanca sobre una camiseta
verde, que protestaba contra los recortes en sanidad y también en
defensa de la educación pública. "Es importante que el mensaje sea
unificado y de todos", agregaba, mientras a su alrededor un grupo
cantaba "todas las mareas tenemos un deseo, tirar al Gobierno con este
meneo".
"Este es el futuro de la protesta, porque si cada uno se
manifiesta por libre no se ejerce tanta fuerza y nuestra protesta es
contra un tipo de políticas que nos afectan a todos los sectores",
agregaba su compañero Miguel Abad, de 20 años.
Enarbolando carteles, banderines sindicales y un gran número de
banderas republicanas, el cortejo desfiló por el centro de la ciudad
tras una gran pancarta que pedía: "Justicia a la banca, salvemos lo
público, salvemos las pensiones, salvemos a las personas".
Protestas similares habían sido convocadas en decenas de ciudades de
un país sumido en la crisis desde 2008 que, con casi un 26% de
desempleo, ve cómo el Gobierno se esfuerza por ahorrar 150.000 millones
de euros en dos años y medio.
"Lo llaman democracia y no lo es", "España, mañana será republicana":
eslóganes esporádicos salpicaban en Madrid una marcha que no tenía el
ambiente festivo de protestas anteriores. "Creo que la gente tiene la
moral muy baja por todo lo que está pasando", afirmaba Marga Arenas, una
jubilada de 67 años. "Hay un poco de sentimiento de resignación",
agregaba.
La convocatoria no logró sumar a los 'indignados' del movimiento 15M,
que organizaron una manifestación alternativa en otro punto de la
capital.
Además, sobre la fachada de un edificio vacío en plena Plaza de
España madrileña, la ONG ecologista Greenpeace desplegó una pancarta de
315 m2 en la que se leía "NO a la #LeyAntiProtesta", en referencia a un
proyecto de ley de seguridad ciudadana que prevé multar manifestaciones
no autorizadas o actos como escalar edificios. "La protesta pacífica y
la desobediencia han hecho posible la sociedad que ahora tenemos y el
gobierno no puede criminalizar algo que está en la raíz de nuestra
democracia actual", afirmó el portavoz de Greenpeace, Miguel Ángel Soto.