LONDRES.- El Dalai Lama ha denunciado este lunes que
China sufre una crisis moral, corrupción generalizada y desorden, lo que
lleva a millones de chinos a buscar consuelo en el budismo.
En declaraciones a los periodistas antes de recibir el premio
Templeton en la Catedral de Saint Paul, en Londres, el Dalai Lama ha
indicado que millones de jóvenes chinos muestran interés en la
espiritualidad. "Mira a China ahora, la crisis moral, la corrupción
inmensa", ha indicado, y ha agregado que el país "no tiene un verdadero
Estado de Derecho".
Además, ha comentado que una encuesta realizada hace dos años
determinó que 200 millones de chinos son partidarios del budismo,
incluyendo a muchos que pertenecen al budismo tibetano.
"Creo que la cultura tibetana budista es un inmenso beneficio para
millones de chinos que realmente están pasando por un período difícil
como este", ha estimado.
El Partido Comunista de China atraviesa una crisis en su
liderazgo, al destituir en abril a Bo Xilai, uno de sus políticos más
controvertidos, y detener a su mujer por el asesinato de un hombre de
negocios británico.
El Dalai Lama está en Londres para recibir el premio Templeton, de
1,7 millones de dólares (1,3 millones de euros), por su labor
fortalecedora de la dimensión espiritual.
El exiliado líder budista del Tíbet, quien ganó el Nobel de la Paz
en 1989, ha indicado que donará 1,5 millones de dólares (unos 1,1
millones de euros) del premio Templeton para apoyar a la organización
benéfica británica Save the Children en su lucha contra la desnutrición
entre los niños de India. El resto se destinará a causas científicas.
El primer ministro británico, David Cameron, tenía previsto
reunirse con el Dalai Lama este lunes, pero no en la residencia oficial
de Downing Street para evitar las protestas de Pekín, según se ha
informado oficialmente. Ya en 2008, China expresó su "fuerte
descontento" por el encuentro del antecesor de Cameron, Gordon Brown,
con el Dalai Lama, también fuera de Downing Street.
En los últimos meses, las protestas tibetanas contra el régimen
chino se han intensificado. Al menos 32 tibetanos se han prendido fuego
desde marzo de 2011, sobre todo en el suroeste de China, en contra del
dominio de Pekín en el Tíbet, de acuerdo con grupos tibetanos de
derechos. Por lo menos 22 han muerto.
El Dalai Lama se ha negado a condenar las manifestaciones y acusa a Pekín de un "genocidio cultural" contra los tibetanos.
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