MADRID.- Si
nos dijeran que hay municipios de Andalucia con una tasa de paro
inferior a la de Noruega, nadie lo creería, pero es así. En la España de
la crisis y del paro, hay bastiones que resisten. Lugares por los que
el fantasma del desempleo ha decidido no pasar, como cuenta 'Abc'.
La última encuesta de población activa (EPA), revela que existen cinco provincias en España por debajo de un 12% de paro: Teruel (10,92%), Soria (11,21%), Lugo (11,19%), Vizcaya (11,44%) y Guipúzcoa (8,95%).Verdaderos oasis en una España seca de empleo, donde la tasa de paro alcanza el 24,6%.
Es
cierto que son solo números y que tras ellos puede esconderse una
población envejecida, o más bien escasa. Soria, por ejemplo, es la
provincia menos poblada de toda España. Pero la tendencia revela que la
España saneada se encuentra al norte, en regiones rurales o
industriales, alejada de las grandes urbes y el ladrillo.
La
Organización Internacional del Trabajo (OIT) advierte en un informe del
aumento de la disparidad en términos de empleo que la crisis económica
está teniendo entre la población del campo y la ciudad, y entre el norte
y el sur de España.
Los
datos muestran que el desempleo en el sur de España alcanza el 32,8 %,
ocho puntos porcentuales por encima del promedio nacional, mientras que
las regiones del norte tienen una tasa de desempleo en su conjunto de
15,4 %.
Sin embargo, también el sur da sorpresas. La página web Geografía Operativa recoge datos de paro de 2010, desmenuzando municipio por municipio. El
geógrafo Jesús Trebar, de la Universidad Complutense, descubre en su
estudio que en la misma Andalucia que pone los pelos de punta con un 33%
de paro, resiste el pequeño municipio de Chilluevar, con un 3,5% de paro y 1.600 habitantes. Lo mismo ocurre con Jimena (4,1%), Santo Tome (4,5%) o Santiago Pontones que despunta como el municipio con menos desempleo de toda España con solo un 3,3% de su población desocupada.
Las
cifras cobran sentido al comprobar que España vuelve a batir récords en
la exportación de aceite de oliva. En los primeros nueves meses de
campaña se han exportado 632.100 toneladas.
El director del IIEL, Raymond Torres apuntaba una nueva teoría para explicar el éxito de estos pequeños nichos: «aquellas regiones con mayor capacidad de exportación y un vínculo con el exterior tienen mayor capacidad de reacción», declara.
Explicaciones alternativas
La
profesora de Esade, Angels Valls, cree que la supervivencia de algunas
regiones se debe simplemente a su «no participación en el juego» que
generó la crisis. «Hay una conexión entre las zonas donde no hubo "boom
inmobiliario" y las que mantienen niveles de paro estables». En otras
palabras, si nunca hubo burbuja, tampoco pudo estallar, ni generar damnificados a su paso.
Una explicación parecida da Joaquín Nieto, director de la Oficina de la OIT en Madrid: «El secreto está en el modelo de producción,
las regiones rurales más afectadas son aquellas donde fue mayor el auge
del sector inmobiliario y más grande la burbuja especulativa».
El milagro de Oñati
Entre los «oasis del empleo», destaca uno en particular. En el norte de Guipuzcoa, se encuentra esta localidad de 10.000 habitantes donde apenas unos 300 se encuentran en paro. Tan solo un 5,4% de la población. Un sistema empresarial tejido de cooperativas y una industria rica,
donde el pastel se lo reparten empresas como Fagor o Ulma, pueden ser
la explicación. «Ante las duras condiciones sociales existentes en Oñati
en los años 60 tuvieron que ser los trabajadores los que se vieron
obligados a crear sus propios puestos de trabajo», explica José Mª
Ormaetxea, Fundador de la Experiencia Cooperativa de Mondragón en una
entrevista concedida a la fundación Ulma.
¿Hay esperanza para el caso español?
El
director del IIEL, Raymond Torres nos invita a mirar la parte de
nuestro país donde las cosas sí van bien. «En este contexto el desafío
de España consiste en tener un nuevo modelo de crecimiento económico, más equilibrado y que se sostenga en las exportaciones y en la creación de empleos de calidad», explica.
«Esta
no es una tarea fácil y llevará tiempo, pero la experiencia española de
crisis anteriores muestra que, con suficiente determinación política y
con la participación de los interlocutores sociales, puede realizarse»,
añade el experto.
El
director del IIEL reconoció que en España siempre ha habido diferencias
regionales en términos de empleo y productividad, pero consideró que
«se han agudizado en esta crisis».
La novedad, en su opinión, es la aparición de «un elemento nuevo: «El único motor de crecimiento ahora es la exportación», dijo
Torres, que abogó por impulsar sectores, industrias y productos
diferenciados y apreciados en el exterior, porque son los que pueden dar
lugar a la generación de empleo de calidad.
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