PEKÍN.- Más de 300 personas han protestado este
domingo en Pekín contra una línea de ferrocarril de alta velocidad a
través de una manifestación que ha contado con el inusual permiso de las
autoridades.
Los manifestantes denuncian que la nueva ruta desde Pekín a la ciudad de Shenyang
pasa a muy poca distancia de sus viviendas, lo que provoca exceso de
ruido y radiación electromagnética cerca de las escuelas locales.
Además, se quejan de que el Gobierno no ha escuchado sus
preocupaciones y aseguran que las autoridades han falsificado un informe
de impacto medioambiental para minimizar el daño del proyecto al
entorno.
La Policía permitió la marcha de los manifestantes, que cortaron el tráfico durante unos minutos antes de dispersarse pacíficamente.
La calma de la protesta contrasta con la que tuvo lugar en 2008
contra la ampliación del tren magnético (maglev), que se saldó con
decenas de detenidos por la Policía de Pekín.
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