martes, 9 de julio de 2013

Los sociólogos avisan de que la crisis española puede desembocar en violencia

MADRID.- La pérdida de cohesión social y el empobrecimiento de la clase media junto al enriquecimiento de los más poderosos en plena crisis económica ha deteriorado la convivencia hasta el punto de peligrar la propia paz social. "Las polarización de la sociedad por la crisis puede llevar a la violencia", alerta Marina Subirats, catedrática emérita de Sociología de la Universidad Autónoma de Barcelona y una de las 1.500 participantes que asisten al XI Congreso Español de Sociología que se celebra hasta el viernes en Madrid. 

En este encuentro los expertos analizarán las consecuencias sociales de la crisis tras los recortes del Estado de bienestar y la pérdida de credibilidad de la clase política.
“Durante los últimos treinta años, en que se ha configurado en el mundo la globalización, el pensamiento social ha estado hegemonizado por la economía”, explica Subirats. En su opinión, este pensamiento económico neoliberal “nos ha conducido al desastre colectivo”. Puso como ejemplo los nuevos actores sociales globales capaces de pasar por encima de los Estados y que los países no pueden controlar y a los que imponen sus intereses.
Una políticas que favorecen la desigualdad social y pueden “provocar violencia” en las calles. Subirats ha asegurado que la obligación de los sociólogos es “aclarar” los procesos en curso y ofrecer la máxima información para evitar la manipulación de la población desde los órganos de poder.
Sin embargo, los expertos coinciden en que la crisis es mucho más profunda, donde en realidad conviven cuatro crisis simultáneas: económica, institucional, política y social. “La más preocupante es la política, la falta de liderazgo”, asegura Emilio Lamo de Espinosa, catedrático de Sociología de la Universidad Complutense de Madrid, quien critica la partitocracia de unas formaciones políticas “que no se han democratizado hacia dentro”.
“Es evidente que hay que limitar el poder de los partidos y que hay que obligarles a revisarse y a organizarse de un modo más democrático y abierto”, afirma Lamo de Espinosa. Y es que, en su opinión, los partidos hoy en día viven cerrados en su propio mundo sin escuchar ni comunicar con la sociedad hasta convertirse en “partidos zombis”. Para corregir esta situación, apuesta por una democracia más participativa con listas abiertas y mayor transparencia.

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