En tiempos modernos, esta frase -¿quién vigila a los vigilantes?- cobró personalidad propia cuando aparece en la película Watchmen (en español Los Vigilantes).
Un film estadounidense de acción-ciencia ficción del 2009, que muestra
una época donde un grupo de justicieros enmascarados se dedican a
combatir la injusticia. No obstante al encaminarse a la decadencia, uno
de los personajes reflexiona y se formula la pregunta que marca el
título de este artículo.
A hoy en el año 2013, las personas ya no tienen una serie de
enmascarados que les protegen, ni tampoco les escriben poemas al
gobierno; pero si se tienen líderes, que han hecho una promesa de
cuidar del pueblo, representar a los ciudadanos, vigilar que sus
intereses y derechos sean satisfechos, y como si fuese poco decidir
sobre el futuro propio, de sus familias y de la nación. A estas figuras
llámeles presidente, diputado, alcalde, magistrado, sacerdote,
profesor, policía, etc. Y la historia es la misma: Se cree que estos
trabajan en pro de la sociedad vigilando su correcto funcionamiento,
pero la realidad es que estos vigilantes necesitan más bien ser
vigilados: en sus esferas cerradas el soborno, el abuso de poder y la
corrupción siguen estando muy presentes.
La debilidad de los héroes modernos: la corrupción
La corrupción se ha definido como el abuso del poder para un
beneficios privados que finalmente perjudica a todos que depende de la
integridad de las personas en una posición de autoridad (TI).
En el año 1993 nace Transparencia Internacional (TI),
una organización no gubernamental que supervisa y difunde crímenes
corporativos y corrupción política en el desarrollo internacional – con
sede en Berlín, aunque opera en más de 70 países-. Esta NG publica
anualmente el Índice de Percepción de Corrupción, una lista corporativa
de corrupción a nivel mundial, el último fue en el 2012. De esta se
extrae como dos tercios de los 176 países clasificados en el índice de
2012 han obtenido una puntuación inferior a 50 en una escala de 0
(percepción de altos niveles de corrupción) a 100 (percepción de bajos
niveles de corrupción). Argentina quedó en el puesto 102 entre 174
países en el ranking de transparencia mientras que Brasil obtuvo el
puesto 69; Estados Unidos ocupa el puesto 73; Chile 72, Brasil quedó en
el puesto 69 más atrás Perú ocupa la posición 83, Colombia se ubica en
el 94 lugar y Argentina en el 102.
Otros datos señalan que en España se tramitan actualmente 2.173
procedimientos judiciales de especial complejidad, de los que 1.661 son
casos de corrupción política y económica: prevaricación, cohecho,
malversación de caudales públicos, tráfico de influencias, estafas o
apropiaciones indebidas, entre otros. La comunidad autónoma que más
causas relacionadas con delitos vinculados a la corrupción es
Andalucía, con 541, seguida de la Comunidad Valenciana, Madrid y
Canarias.
En Costa Rica la corrupción es señalada como el principal problema
del país- según CID/Gallup-. El 95% de las personas creen que quienes
forman parte de la administración de Chinchilla Miranda son “corruptos”.
De acuerdo con informes del Centro de Estudios Económicos del Sector
Privado se calculó en 1.5 billones de pesos es el costo de la corrupción
en México, lo que equivale a 10% de Producto Interno Bruto.
El politólogo Alonzo Mora afirma que las personas muestran
indignación, se genera la desconfianza, aumento en el abstencionismo y
que el sistema político se deslegitime. Incluso, como hemos visto, en
países desarrollados.
Pero además de la corrupción política, los vigilantes modernos
también ejercen corrupción de menores -pedofilia, abuso sexual,
tráfico- corrupción de mujeres -prostitución, violencia, abuso sexual-
secretos a voces cometidos por figuras de la religión, la política y
la educación.
A todos estos datos, el problema se hace mayor cuando se descubre la falta y se ampara la impunidad. El 98% de los casos de corrupción en México quedan en este estado.
Es entonces cuando sube la presión de la sangre, se seca la boca, y
se revuelve el estómago al concluir que de nada sirve conocer los casos
de corrupción, denunciarlos, investigarlos si al final el trato que se
les da a los implicados es como si tuviesen una inmunidad perenne y
extensiva, en lugar de tratarles como a cualquier otro ciudadano
criminal. Entonces, resuenan en mi cabeza el dialogo entre dos
personajes del comic:
- Laurie Juspeczyk: "¿Acaso es eso lo que eres? ¿El ser más poderoso del universo? eres solo una marioneta que sigue un guion".
- Dr. Manhattan: "Todos somos marionetas, Laurie. Aunque en mi caso soy una marioneta que puede ver los hilos."
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