miércoles, 13 de agosto de 2014

ICV acusa al Gobierno Rajoy de "sadismo" hacia parados mayores de 50 años al "dificultar" su jubilación anticipada

MADRID.- El portavoz de Empleo de la Izquierda Plural (IU-ICV-CHA) en el Congreso, Joan Coscubiela, acusa al Gobierno Rajoy de practicar el "sadismo" hacia los parados mayores de 50 años por las trabas que les ha puesto para "dificultar" su acceso a la jubilación anticipada.

   Así se pronuncia el diputado de ICV en relación con la información de que unas 35.000 personas que fueron despedidas antes del 1 de abril de 2013 sin estar incluidas en despidos colectivos y que tienen convenios especiales individuales con la Seguridad Social no podrán jubilarse anticipadamente con 61 años, sino que deberán esperar a los 63 en virtud de la nueva regulación que se aprobó el año pasado.
   Según ha publicado Coscubiela en su perfil personal de Twitter, las "barbaridades" puestas en marcha por el PP con la reforma de la jubilación anticipada "parecen estar guiadas por una mente sádica".
 "El sadismo del PP con los parados mayores de 50 años no tiene límites. Se les reduce la prestación desempleo y se les dificulta jubilación anticipada", añade en otro comentario.
    Y es que en la reforma de la jubilación anticipada aprobada el año pasado, que elevó en dos años la edad mínima para optar a esta modalidad, se estableció un periodo transitorio hasta 2019 durante el que los afectados por despidos colectivos o quienes hubieran sido despedidos antes del 1 de abril de 2013 y luego no hubieran vuelto a ser dados de alta podrían acogerse a las condiciones anteriores, es decir, a la jubilación anticipada a los 61 años.
   Sin embargo, los despedidos de forma individual hasta el 1 de abril pasado que han mantenido un convenio individual con la Seguridad Social son considerados a todos los efectos como trabajadores en alta, por lo que no se les podía aplicar la anterior normativa sino que deben esperar hasta los 63 años para jubilarse.
   Un aspecto que no había sido aplicado de forma homogénea en todos los casos, por lo que el pasado mes de junio la Dirección General de la Seguridad Social emitió una nota en la que se aclaraba este extremo, apelando a una orden de 2003.
   La consecuencia, por tanto, es que unas 7.000 personas al año hasta 2019 --es decir, unas 35.000-- no podrán optar a la jubilación anticipada a los 61 años, sino que deberán esperar dos años más. En cualquier caso, desde el Ministerio de Empleo aseguran que no todas estas personas que fueron despedidas antes del 1 de abril de 2013 tienen intención de jubilarse anticipadamente, y que la mayoría son altos directivos que salieron de grandes empresas y que cuentan con pensiones máximas.

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