domingo, 15 de marzo de 2015

Arrecia la verborragia desde Atenas / A. R. Mendizabal

Panos Kammenos no es tan rollizo como Evangelos Venizelos, el antiguo ministro de Finanzas del PASOK en plena tormenta del euro en Grecia en 2012. Tres años después, Venizelos y los socialistas han desaparecido del mapa, la tormenta amenaza con degenerar en ciclogénesis explosiva y en la cartera de Finanzas está Yanis Varufakis, todo un fenómeno. Pero como ministro de Defensa figura, y de qué manera, un energúmeno orondo y con la lengua más suelta que nadie. Y ya es decir.

En menos de una se­mana, Kammenos la ha ar­mado buena con su dia­léc­tica de trueno con Berlín. Primero ame­nazó con en­viar a Alemania miles de re­fu­giados e in­mi­grantes con pa­peles en re­gla, y si eran yiha­distas o algo así, allá pe­lí­cu­las. Luego in­sistió en que si la UE no ayuda, Grecia tendrá que mirar a Rusia porque no puede perder un gran cliente para sus ex­por­ta­ciones agrí­colas y su primer mer­cado tu­rís­tico. Y este sá­bado se lanza a tumba abierta en una en­tre­vista con el Bild, el pe­rió­dico que más está ha­ciendo por su parte para enervar a los ale­manes contra las pro­vo­ca­ciones del Gobierno de Alexis Tsipras y su par­tido iz­quier­dista Syriza.

Dos acla­ra­cio­nes. Una: este fin de se­mana el asunto de Grecia se está ace­le­rando, con todo tipo de acon­te­ci­mien­tos. Desde el sondeo que re­vela que el 52% de los ale­manes ya quieren la Grexit hasta el es­pec­ta­cular re­por­taje de Varufakis en Paris Match, con inex­pli­ca­bles fotos me­losas de prensa del co­ra­zón. Desde la de­cla­ra­ción del alemán Wolfgang Schäuble de que tal como están las cosas po­dría pro­du­cirse una ‘Grexident’ o sa­lida des­or­de­nada de Grecia del euro por ac­ci­dente, hasta la de co­mi­sario de Economía, Pierre Moscovici, en el sen­tido de que la sa­lida de Grecia sería ‘el prin­cipio del fin’ del euro.

Segunda acla­ra­ción: Kammenos no es de Syriza, sino de Griegos Independientes, que se formó tras una es­ci­sión en el an­tiguo par­tido go­ber­nante Nueva Democracia. Da igual: po­pular y po­pu­lista, el mi­nistro de Defensa con­testa a todo lo que le pre­guntan Kai Diekmann, Julian Reichelt y Paul Ronzheimer. Responde con mi­si­les, para algo es mi­nistro de Defensa. Por ejem­plo, con la frase que es­coge el diario para ti­tu­lar: ‘Los ale­manes se in­mis­cuyen en lo que no les con­cier­ne’. Es una re­fe­rencia a su­puestas in­je­ren­cias del em­ba­jador en Atenas que ha­bría in­ten­tado hacer nau­fragar la coa­li­ción con Syriza.

La en­tre­vista da para dar y to­mar. Sobre la exi­gencia de in­dem­ni­za­ción por la II Guerra Mundial: 'Todos los demás países eu­ro­peos fueron com­pen­sados por los crí­menes nazis menos Grecia. No es nada contra Alemania, sino una obli­ga­ción his­tó­rica, y no es una dis­cu­sión teó­rica sobre si son mil o cien mil mi­llo­nes, sino sobre el valor real’. Hasta ahora se ha lan­zado la cifra de 162.000 mi­llones de eu­ros, pero la co­mi­sión creada al efecto po­dría subir la fac­tura. De todas for­mas, Berlín ya ha dicho que no, aunque desde la opo­si­ción han sur­gido en el Bundestag voces com­pren­sivas con la re­cla­ma­ción.

Sobre Schäuble: ‘No com­prendo por qué un día sí y otro tam­bién hace de­cla­ra­ciones contra Grecia. Es como una guerra psi­co­ló­gica. Schäuble está en­ve­ne­nando las re­la­ciones entre los dos paí­ses’. Sobre el res­cate y la deuda: ‘No ne­ce­si­tamos un tercer pa­quete de res­cate, sino una quita, como Alemania la re­cibió en 1953 en la con­fe­rencia de deuda de Londres. La aus­te­ridad es el ca­mino equi­vo­cado: mis pi­lotos de com­bate ganan 1.200 euros al países por arriesgar sus vi­das, cuando antes de la crisis co­braban 2.400 eu­ros’.

Sobre el coste de la vida, las de­sigual­dades en Europa y Rusia: ‘La gente no tiene tra­bajo, pero los pre­cios si­guen su­biendo. No puede ser que un café cueste tres euros en nuestro más y sólo 1,20 en Viena. Hemos per­dido mucho di­nero por las san­ciones a Rusia. Casi el 70% de nues­tras ex­por­ta­ciones agrí­colas iban allí. Y el tu­rismo tam­bién es muy im­por­tante, porque el 25% son ru­sos’.

Y sobre la Grexit: ‘Es im­po­sible que nos va­yamos de euro. Si Grecia es­ta­lla, el pró­ximo será España, Italia, y en al­guna me­dida Alemania. Por tanto, de­bemos en­con­trar una ma­nera de quedar dentro del euro. Pero esa fór­mula no puede ser que los griegos tengan que se­guir pa­gando más y más’.

La en­tre­vista de Moscovici en el nú­mero de Der Spiegel que sale este fin de se­mana añade pi­cante al guiso que se está co­ci­nando en las ne­go­cia­ciones eu­ro­peas con Grecia. Se ve claro que se alinea con el miedo al Grexit: ‘Esto es más que una zona de libre cam­bio, es una unión mo­ne­taria Si un país se va de la unión, el mer­cado se pre­gun­tará in­me­dia­ta­mente qué país será el si­guiente, y eso po­dría ser el prin­cipio del fin’. Con estas de­cla­ra­ciones sigue al pre­si­dente de la Comisión, que dijo el do­mingo en Welt am Sonntag que ‘no habrá sa­lida de Grecia’.

Entre unas cosas y otras, y ante los ven­ci­mientos de deuda este mismo mes, las pos­turas pa­recen bien de­fi­ni­das: Grecia chan­tajea con la Grexit sa­biendo que si se va se hunde, y los so­cios eu­ro­peos ame­nazan con la sa­lida sa­biendo lo mismo. Es de­cir, farol con farol se neu­tra­liza, aunque la ad­ver­tencia de Schäuble in­cor­pora el ele­mento de una po­sible sa­lida de tono o ese ‘accidente’ que lo eche todo a ro­dar.

Pero in­cluso así, el pro­fesor Nouriel Roubini, el fa­moso ‘Dr. Catástrofe’ que an­ti­cipó la crisis cree que ni por esas. Que hay una va­cuna: es tan fatal la pers­pec­tiva de la Grexit que es casi su mejor se­guro. En una en­tre­vista con Blooomberg TV, apunta: ‘No tiene sen­tido echar a Grecia, ha­bría un con­tagio ma­si­vo’. El coste de la fi­nan­cia­ción de Italia y España se dis­pa­raría y los ciu­da­danos eu­ro­peos se lan­za­rían a re­tirar sus de­pó­sitos de los ban­cos. De modo que va a ser que no, según Roubini.

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