sábado, 13 de agosto de 2011

"La solución es trabajo y educación", según los indignados de Londres

LONDRES.- Centenares de "indignados" londinenses marcharon hoy sábado por el barrio de Tottenham, al norte de la ciudad, bajo lemas como "Lucha por un trabajo", "Los verdaderos saqueadores son los bancos" y "Culpa a los 'tories', no a nuestros hijos". 

Una veintena de niños al frente de la manifestación portaba otro gran cartel en que se pedía: "Dénles a nuestros hijos un futuro".
Madres con sus pequeños, jóvenes con bicicletas, estudiantes, personas mayores, blancos, negros, asiáticos y una legión de periodistas,  asistieron a una manifestación que se celebró justo una semana después de que se produjeran los disturbios cuyo saldo fue de más de 1.600 detenidos en todo el país, relata la corresponsal del 'El Mundo', de Madrid.
También los dueños de los comercios salieron a la calle en señal de apoyo y una de las calles principales de la zona fue cortada por los asistentes, que se habían congregado en primera instancia en el corazón de Dalston, a mitad de camino entre Hackney y Tottenham.
Al final del recorrido, se instaló un estrado en el que los participantes expresaron sus opiniones, dando lugar a una asamblea participativa similar a las celebradas por el madrileño "Movimiento 15 M".
"Vengo de Alemania y quiero darles las gracias por su revolución, una revolución que se inició en Oriente Medio y que ya está en Occidente. Sabemos quienes son los responsables de esto: la violencia policial y el Gobierno. Lo que la gente necesita es trabajo", declaró un manifestante.
Los asistentes dejaron en claro que la violencia no es el medio para llegar a nada y menos a lo que ellos piden: una revolución. El acto arrancó con un alegato en el que los organizadores subrayaron que el trasfondo de todo cuanto ocurrió en los últimos días "es una cuestión de nación, no una cuestión de raza".
Los organizadores lograron llegar al centro de Tottenham para reclamar también justicia por la muerte de Mark Duggan, el joven negro que falleció hace nueve días en un enfrentamiento con la policía. Todavía no se ha conocido el informe completo sobre su muerte aunque ya se sabe que recibió un tiro en el pecho de la pistola de un agente y que la suya no fue disparada.
En el corazón de ese barrio, y casi a la misma hora, una protesta pacífica, como la que hoy convocaron los vecinos, terminó con incendios, saqueos y una noche de disturbios después de que un grupo de jóvenes tomaran el "relevo" a los que pedían a las autoridades británicas justicia por esta muerte.
En una de las reuniones previas para establecer las líneas de actuación de los vecinos de esta zona, uno de los organizadores ya explicaba algunas de sus quejas: "Los políticos no nos representan y de hecho, sólo nos están haciendo caso porque se han extendido las protestas, si no, no harían nada", aclaró.
Las quejas de los residentes de Tottelham no son sólo económicas, sino que reclaman el fin de los recortes a las prestaciones sociales que pueden expulsar del sistema todavía más a un barrio ya deprimido.
"No defendemos la violencia con la que ha actuado alguna gente porque  dan la imagen de que todos nuestros jóvenes son criminales, violentos y vándalos y no es así. Lo único que les asusta es perder el control de su sociedad, por eso, la única solución para ellos es más control y más policía", les recriminó a las autoridades otro de los participantes.
El primer ministro David Cameron prometió el pasado jueves en el Parlamento que las autoridades van a llegar hasta el final para conocer qué ocurrió el día que murió Duggan, pero también pidió que no se utilicen estos actos como excusa para saquear y destruir todo lo que se encuentre por delante.
Nadie quiere olvidar a Duggan pero las protestas de estos "indignados" con el sistema y con la policía van más allá de una muerte. En los carteles que anuncian la reunión se puede leer: "Justicia para Mark Duggan ahora. De la revuelta a la revolución".

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