jueves, 1 de diciembre de 2011

La ONU cifra en 4.000 los muertos por la represión en Siria

GINEBRA.- La Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Navi Pillay, ha asegurado que más de 4.000 personas han muerto desde el pasado mes de marzo en Siria por la represión de las fuerzas de seguridad contra las manifestaciones que exigen la renuncia del presidente, Bashar al Assad, al tiempo que ha definido la situación que vive el país como una "guerra civil". 

   "Estamos situando el balance en 4.000 (muertos) pero realmente tenemos información fiable de que son muchos más", ha asegurado Pillay, en una rueda de prensa en la sede de Naciones Unidas en Ginebra.
   "Ya dije que tan pronto como aumentara el número de desertores que amenazan con tomar las armas habría una guerra civil. Lo dije en agosto ante el Consejo de Seguridad (de Naciones Unidas). En este momento, así es como definiría yo" la situación de Siria, ha explicado.
   El Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas tiene previsto mantener mañana, viernes, una reunión de emergencia sobre Siria para conocer el informe elaborado por una comisión independiente de la ONU que denuncia que las fuerzas de seguridad sirias han cometido crímenes contra la Humanidad, incluidas ejecuciones, torturas y violaciones.
   "Pretendo añadir mi opinión a las conclusiones de la comisión de investigación sobre las pruebas que apuntan a la comisión de crímenes contra la Humanidad", ha indicado Pillay, una antigua jueza en materia de crímenes de guerra que mañana intervendrá en la sesión del Consejo de Derechos Humanos.
   Pillay ha recordado que ya solicitó el pasado mes de agosto al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas que remitiera la represión en Siria al fiscal del Tribunal Penal Internacional (TPI) para que determine si se han cometido crímenes contra la Humanidad.
   "Bajo mi propia perspectiva, basada en nuestra supervisión de la situación, hay una necesidad de perseguir a los autores (de estos crímenes) al más alto nivel por crímenes contra la Humanidad", ha dicho.
   La Liga Árabe ha sancionado al régimen sirio prohibiendo a varios de sus altos cargos entrar en los países que la integran y la Unión Europea ha puesto en marcha una serie de sanciones económicas para intentar disuadir al presidente, Bashar al Assad, de emplear la violencia contra los manifestantes.
   "Quiero respaldar lo que me dijo uno de los embajadores árabes que están impulsando la sesión (del Consejo de Derechos Humanos) de mañana, que es que, desde luego, se sienten sin esperanzas y cree que las sanciones tendrán consecuencias porque la riqueza está concentrada en torno a la familia (Al Assad)", ha explicado Pillay.
   "Ellos sienten que hay que mantener la presión, por lo que la sesión del Consejo es importante y mis declaraciones son importantes para el Consejo de Seguridad y para enviar el mensaje a aquellos que apoyan que adopte medidas drásticas", ha concluido.
   Rusia y China, que mantienen concesiones petrolíferas en Siria, se han sumado en su veto a una resolución de condena a la represión del régimen de Al Assad. Estas dos potencias, junto a Cuba, están intentando tumbar una resolución presentada por países europeos en el Consejo de Derechos Humanos para condenar rotundamente la actitud del régimen y remitir al Consejo de Seguridad el informe de la ONU que denuncia los crímenes contra la Humanidad cometidos por las fuerzas de Al Assad.

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