"Los próximos días 2,
3 y 4 de mayo están previstas en la ciudad de Barcelona diversas
actividades y la reunión del Consejo de Gobierno del Banco Central
Europeo. Dicha cumbre estará protegida por un enorme y costoso
dispositivo de las fuerzas de seguridad, unas 7.000, entre mossos de
esquadra, policía nacional y guardia civil.
Ese
ejercicio exagerado y ridículo de “protección” expresa el servilismo de
los gobiernos de la Generalitat y del Estado español al instrumento más
poderoso de la Unión Europea para la aplicación de las políticas
neoliberales en el actual contexto de la crisis económica en Europa, y
pone en evidencia el temor de las administraciones al malestar de la
ciudadanía ante dicha institución y su responsabilidad en el
agravamiento de la crisis.
Junto
con la Comisión Europea y el Consejo Europeo son las instituciones
europeas responsables del deslizamiento hacia la recesión del conjunto
de la UE, y del hundimiento en la depresión de Grecia, Portugal, Irlanda
y España.
El
Banco Central Europeo suma a los numerosos errores en la gestión de los
tipos de interés durante la anterior etapa bajo la presidencia de
Jean-Claude Trichet que precipitaron la crisis en Europa, los errores
que se derivan de la defensa de la estabilidad de precios como principal
objetivo económico, en lugar de la creación de empleo y el crecimiento
económico.
Su
obcecación en justificar y vigilar la aplicación de las políticas de
ajuste, de reducción del déficit y de la deuda por los estados miembros a
pesar de sus consecuencias desastrosas; la dosificación de las
aperturas de liquidez y compra de deuda en función del cumplimiento de
las “reformas estructurales” y de la reducción del gasto público por los
gobiernos, lo convierten en un obstáculo para la superación de la
crisis.
Los
miembros del Consejo de Gobierno del BCE han sido promovidos por los
lobbys financieros y las grandes multinacionales, y se someten en lo
fundamental a las directrices económicas de los gobiernos de Francia, y
especialmente de Alemania. Pero su falsa independencia no les exonera de
culpa.
EL
Banco Central Europeo sirve los intereses de los responsables de la
crisis y lejos de rectificar las políticas fracasadas persiste en las
recetas del fundamentalismo neoliberal que nos empujan al desastre
económico, la pérdida de derechos sociales, y la destrucción de la
democracia. EL BCE se ha convertido en el enemigo de los ciudadanos y
ciudadanas de los Estados y pueblos de Europa.
La
Assemblea Social de Catalunya llama a la ciudadanía, a la clase
trabajadora, a expresar pacíficamente su rechazo al BCE y sus políticas,
declarando a los miembros de su Consejo de Gobierno “personas no
gratas”.
Barcelona, Mayo 2012"
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