MADRID.- La representante de ACNUR en España, Maricela Daniel, ha
lamentado las restricciones que mantienen los países ricos para los
solicitantes de asilo. La responsable de esta agencia de la ONU, que ha
presentado el informe «La situación de los refugiados en el mundo» desde
2006 a 2011, ha destacado la «enorme solidaridad» de los países pobres
que acogen al 80 por ciento de los refugiados del mundo.
Del medio millón de refugiados sirios que hay en Jordania, Líbano,
Turquía e Irak, a Europa han llegado unos 20.000. Según Maricela Daniel,
«los países desarrollados tienen controles más estrictos en sus
fronteras y para determinar la condición de refugiado hacen unos
controles muy estrictos y persona a persona», lo que dificulta que
muchos puedan encontrar asilo en esos países.
Otros gobiernos aplican
medidas más restrictivas para disuadir e impedir la llegada de
solicitantes. «Es legítimo, ha dicho Daniel, que los gobiernos protejan
sus fronteras pero pedimos que instauren mecanismos de control más
rapidos para poder identificar a los peticionarios de asilo y evitar un
retorno a su país de origen donde su vida está en riesgo».
Pakistán e Irán son los países que más refugiados han acogido en sus
territorios, principalmente iraquíes y afganos. Otros países de acogida
masiva son Níger, Burkina Faso o Jordania. Maricela Daniel, ha destacado
que esos gobiernos acogen a decenas de miles de personas «a costa de su
seguridad interna».
Pero tanto unos como otros, se resisten a la integración local o les
ofrecen muy pocas plazas de reasentamiento, lo que obliga a muchas de
estas personas ha permanecen durante muchos años cerradas en un campo de
refugiados sin ninguna posibilidad de trabajo o de progreso personal.
Además los países receptores, los de origen y los donantes se muestran
poco dispuestos a trabajar juntos para encontrar soluciones.
Una de las cosas que más preocupan es precisamente la perpetuación de
algunos de esos conflictos que hacen que «el 70 por ciento de los
refugiados (7,5 millones) mantengan un exilio prolongado, que les lleva a
vivir más de 5 años en un campo de refugiados». Para ellos la
integración local o el reasentamiento, se vuelven cada día más
difíciles.
En el informe
presentado en Madrid, la Agencia de la ONU para los refugiados (ACNUR)
destaca en la actualidad cuatro países que sufren un conflicto bélico
interno y que están provocando la mayoría de refugiados. Son Siria, los
dos Sudán, Malí y República Democrática del Congo. Estos conflictos,
junto a las revueltas árabes han provocado en los últimos dos años, casi
1,5 millones de nuevos refugiados, lo que eleva el número de
desplazados en el mundo a 42 millones. Para la representante de ACNUR en
España «lo más preocupante es la tendencia actual a la multiplicación
de nuevos conflictos que se añaden a los que todavía no se han
resuelto».
También preocupa las dificultades con las que trabajan muchos
responsables humanitarios, en zonas de alto riesgo para su seguridad y
la de la población a la que asisten. En ese sentido Maricela Daniel ha
recordado a las dos cooperantes españolas secuestradas hace más de 1 año
en los campos de refugiados de Dadaab (Kenia), para las que ha pedido
su liberación, lo antes posible.
Según el informe «las tendencias sociales y económicas mundiales
indican que el desplazamiento seguirá aumentando en la próxima década» y
que los desastres naturales relacionados con el cambio climático van a
producir movimientos masivos de desplazados, tanto internos como
externos.
En relación a la crisis económica que sufren los países
tradicionalmente donantes, como es el caso de Europa, los responsables
de ACNUR reconocen que «en épocas de dificultades económicas los Estados
tienden a centrarse, comprensiblemente, en el bienestar de sus propias
poblaciones», pero recuerdan que «los retos globales del desplazamiento
forzado requieren más cooperación y solidaridad internacionales».
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