MADRID.- El #JaqueAlRey ha sido una de las movilizaciones menos exitosas desde
que arrancó el 15-M. En Madrid, apenas un millar de personas se
intentaban manifestar en la plaza de Oriente, ante el Palacio Real, para
pedir la abolición de la monarquía media hora después de que se
iniciara la concentración a las siete de la tarde de ayer.
Una plaza de Oriente
totalmente sellada por la policía hacía sentir un poco de ridículo
nacional, porque seguramente había como un agente para cada dos
manifestantes. Eran 1.400 agentes. Y no es la primera vez
que se produce cierto desequilibrio entre el número de policías y de
manifestantes desde que la calle se empezó a movilizar
consuetudinariamente en la primavera de 2011, según 'Cuarto Poder'.
La Policía cifró en menos de 1.500 los manifestantes, y la Coordinadora 25-S, convocante de la marcha, asegura que eran 8.000.
En la víspera del #JaqueAlRey, el propio Gobierno español calentaba
el ambiente comunicando a la Organización para la Seguridad y la
Cooperación en Europa (OSCE) que suspendía la “misión de observación” de
este organismo avalado por Naciones Unidas.
Después, pocos minutos antes del inicio de la manifestación, la
Delegación del Gobierno ordenaba a Metro de Madrid interrumpir el
servicio de la estación de Ópera.
Según declararon varios manifestantes, la policía retuvo a varios
grupos organizados antes de que pudieran acceder a las cercanías del
Palacio Real. Hubo numerosas identificaciones, aunque quizá con menor
intensidad que durante otras manifestaciones precedentes.
La lluvia fue la protagonista de la tarde en Madrid y en la mayoría
de las concentraciones españolas. En la víspera, la tardía adhesión de
Izquierda Unida podría haber hecho presagiar la creación de un frente un
poco más contundente. En su manifiesto de adhesión, emitido en la misma
víspera del #JaqueAlRey, IU asegura “entender que ha llegado el momento
de que todos los ciudadanos y ciudadanas del Estado se puedan
pronunciar sobre la anacrónica institución monárquica y en su caso sobre
un modelo de estado republicano, plenamente democrático”.
A media tarde, varios medidos anunciaban que Cristina Cifuentes,
delegada del Gobierno en Madrid y bestia negra del 15-M desde su
nombramiento, se había presentado en la Delegación para controlar el
operativo. Todavía está de baja a causa del accidente de moto que sufrió
el pasado 20 de agosto. Fue dada de alta del hospital hace apenas cinco
días.
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