MADRID.- El expresidente de Caja Madrid, Miguel Blesa, ha acusado al
juez Elpidio José Silva de ordenar intervenir sus correos electrónicos
para "arruinar" su "reputación personal y profesional", así como de
"auspiciar" que su contenido tenga la "máxima difusión" a través de su
perfil en Twitter y de sus "continuas" apariciones en prensa y
televisión.
Así se pronuncia el exbanquero en el escrito de acusación
que ha presentado ante el Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM)
contra el juez que le envió a prisión y para quien pide 40 años de
inhabilitación.
Blesa considera que Silva acordó un "rosario de
diligencias" de forma "indiscriminada", "injusta" y "arbitraria" para
abrir una causa general contra él, excediéndose así de los hechos
denunciados en su Juzgado que se referían a un crédito de 26,6 millones
concedido al expresidente de la CEOE Gerardo Díaz Ferrán y a la compra
del City National Bank de Florida.
Tilda de "bochornoso" que "se apropiara, sin el menor
recato, de un artículo publicado en la Wikipedia" para sustentar su
investigación y censura que ordenara la aprehensión de correos
electrónicos, "perfectamente privados, con cuya previsible difusión se
persigue arruinar su reputación personal y profesional".
"La aprehensión de los correos electrónicos, que en el
orden lógico suponen el paso previo y necesario de su posterior
difusión, era un elemento fundamental en la actuación del acusado para
perjudicar a Blesa ", explica su abogado, Carlos Aguilar, que advierte
de que Silva hizo actuaciones para "acceder a ellos a toda costa".
Critica también las "inaceptables mañas procesales" del
magistrado para no tramitar su recusación, así como la "estrategia
ilegal" que ejecutó para que Manos Limpias estuviera presente en el
procedimiento. "Cercenó la libertad ambulatoria de mi representado de
modo arbitrario e ilegal, por la mera voluntad del acusado, quien estaba
decidido a perjudicar a mi representado", añade la defensa.
"El acusado actuó de acuerdo a un plan preconcebido para
conseguir dictar resoluciones que produjesen la entrada en prisión de
Blesa. Para ello, no dudó en quebrantar las normas procesales y
sustantivas que le eran imperativas, imponiendo su criterio y personal
opinión, aunque esta no tuviese soporte jurídico alguno ni pueda
considerarse una interpretación razonable de la ley", concluye.
El que fuera máximo responsable de la caja de ahorros
madrileña acusa al juez Silva de presuntos delitos de prevaricación,
retardo malicioso en la Administración de Justicia y contra su libertad
individual. Pedía inicialmente tres años de inhabilitación por
revelación de secretos, pero el instructor rechazó incluir este ilícito
ya que Silva no había podido defenderse al no haberse formulado antes.
En todo caso, Blesa se reserva la posibilidad de ejercer acciones
civiles concluido el proceso penal.
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