martes, 4 de octubre de 2011

Tras los disturbios, Reino Unido quiere que sus presos trabajen

MANCHESTER.- Reino Unido quiere poner más presos a trabajar en un intento de rehabilitar a una "creciente clase marginal asilvestrada" a la que culpan de los disturbios de que asolaron varias ciudades inglesas hace dos meses, dijo el martes el secretario de Justicia, Ken Clarke.

Manchester, que acoge la conferencia anual del gobernante Partido Conservador, fue una de las ciudades inglesas afectada por los disturbios y saqueos que sacudieron Londres después de que la policía abatiese a tiros a un sospechoso negro en agosto.
Clarke, un veterano considerado como moderado en el partido de centroderecha, logró apoyo para su plan de un grupo de empresarios encabezados por Richard Branson, presidente de la compañía de viajes y entretenimiento Virgin Group.
"Quiero ver trabajo duro floreciendo en cada cárcel de Reino Unido", dijo Clarke.
El titular de Justicia indicó que más de tres cuartos de los acusados por los disturbios del verano tenían antecedentes, y que ponerles a trabajar mientras están entre rejas les ayudará a romper ese ciclo.
"Nuestra asilvestrada clase marginal es demasiado grande, ha ido creciendo y necesita verse reducida", afirmó.
Branson y el jefe de la cadena de tiendas Marks & Spencer son dos de los ocho directivos de empresas que apoyan la iniciativa, indicando que hay "un gran número de súper estrellas potenciales" languideciendo en prisión y que se ven frenados por sus antecedentes penales cuando salen en libertad.
"Los delincuentes pueden obtener habilidades relevantes y tener la oportunidad de experimentar el mundo del empleo antes de que dejen la prisión", indicaron los directivos en una carta al Financial Times.
Los peores disturbios que sufrió el país en décadas no han afectado al apoyo en los sondeos de los conservadores, que gobiernan desde mayo de 2010 con los Liberales Demócratas, que tienden más a la izquierda.
Los conservadores están considerados como el partido de "la ley y el orden", y la secretaria de Estado (equivalente al ministro del Interior) Theresa May mostró un duro tono que atrajo aplausos de los activistas en la conferencia. May culpó de los disturbios a la "codicia y la delincuencia, impulsada por una cultura de la responsabilidad y los privilegios".
La secretaria de Estado dijo que este mes publicará una estrategia para luchar contra la cultura de bandas a la que se atribuye mucha de la violencia en las zonas urbanas deprimidas.
May prometió poner freno a la inmigración y cambiar la ley para facilitar la deportación de los extranjeros condenados por delitos.

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