martes, 29 de noviembre de 2011

Seis muertos en enfrentamientos entre leales y detractores de Al Assad en Siria

DAMASCO.- Las fuerzas rebeldes en Siria han asaltado este martes un convoy militar en el norte de Siria, matando a tres soldados y secuestrando a otros dos, mientras en otras ciudades sirias han muerto tres civiles, entre ellos una niña, por disparos de las fuerzas de seguridad, según informó en un comunicado el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos. 

   Por otra parte, el Gobierno de Turquía ha rechazado una intervención militar en Siria, aunque ha destacado la opción de "cualquier escenario" ante un posible empeoramiento de la crisis, en la que según la ONU han muerto 3.500 personas, la mayoría por la represión de las fuerzas gubernamentales.  
   El Observatorio explicó que "el vehículo de las fuerzas de seguridad fue atacado cuando entraba en la ciudad de Saraqeb, en la provincia de Idlib, por un grupo de supuestos desertores del Ejército".
   Las fuerzas de seguridad abatieron posteriormente a un civil e hirieron a otros tres en varias operaciones en Saraqeb. En Homs, que ha sufrido hasta ahora la peor parte de la represión, una niña de ocho años fue abatida por miembros de las fuerzas de seguridad apostados en un puesto de control.
   El tercer muerto cayó por los disparos de un francotirador cuando intentaba escapar de la detención de las fuerzas de seguridad en Rinkous, cerca de Damasco. El Observatorio también denunció que otras dos personas han muerto en esta localidad por las heridas infringidas en días anteriores y que varias familias no han podido enterrar a siete de sus muertos fallecidos el domingo.
   Estados Unidos, la Unión Europea y la Liga Árabe aprobaron esta semana una serie de sanciones económicas que Damasco ha criticado por considerarla como una "declaración de guerra económica".
   Por su parte, el ministro turco de Asuntos Exteriores, Ahmet Davutoglu, aseguró este martes que su país no se plantea la opción de una intervención militar en Siria, pero advirtió de que está preparado para "cualquier escenario".
   En todo caso, el jefe de la diplomacia turca estimó necesario que Damasco busque un acuerdo pacífico con la oposición y recordó que aún le queda la oportunidad de aceptar el despliegue de una misión de observadores internacionales, tal como ha propuesto la Liga Árabe.
   El ministro turco también declaró que la comunidad internacional podría considerar necesaria la creación de una zona de distensión en Siria en caso de que "cientos de miles de personas" intenten escapar de la violencia.
   Mientras, el ministro de Asuntos Exteriores ruso, Sergei Lavrov, reclamó que los países "dejen de publicar ultimatos" contra el presidente sirio, Bashar al Assad, y pidió que no se realice un embargo de armas contra Siria porque favorecería a los rebeldes.
   "Sabemos cómo funcionó en Libia cuando el embargo de armas solo se aplicó al Ejército libio, la oposición recibió armas y países como Francia y Qatar hablaron de ello sin ninguna vergüenza", denunció Lavrov.
   "En su mayoría, los grupos armados están provocando a las autoridades. Esperar que las autoridades cierren los ojos ante esto no es normal", señaló el ministro. Siria es uno de los principales compradores de armas de Moscú.

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