Del artículo de mis colegas Teresa Gómez y Pamela Stoll de la Facultad
de Filosofía y Letras de la Universidad de Alicante se desprende su
enfado por el decretazo y las posibles medidas de aumento de la carga
docente de los profesores de la Universidad. Respeto su enfado, aunque
me siento en la obligación de comentar algunas manifestaciones que me
han sorprendido.
Manifiestan mis colegas que los profesores españoles trabajan "en condiciones laborales a menudo mucho más desventajosas que la de los profesores universitarios europeos, sin disfrutar de los periodos sabáticos que ellos tienen, con mayor carga lectiva y salarios mucho más modestos".
1. Condiciones laborales. a) El entorno que tenemos en Alicante en nuestros campus modernos no lo he visto ni en Francia ni en Alemania donde la construcción de los campus "modernos" de Dusseldorf y la (FU) Berlín, etcétera, correspondía a los años 60 y que parecen hoy fábricas malsanas de puro cemento, en los cuales los alumnos se quedan en los pasillos por la poca capacidad de las aulas, sin hablar de las universidades francesas de París VII Jussieux, por ejemplo. El posterior exceso de creación de universidades, ha sido corregido en Alemania en los últimos veinte años por el cierre de facultades y universidades enteras, por carecer de alumnado suficiente o por la poca demanda de ciertas carreras.
Treinta años después, en España, nadie está dispuesto a
considerar el exceso en la creación de universidades públicas y anular
carreras que se repiten (ver lo manifestado por los dos candidatos a
rector de la Universidad de Alicante -diario Información, 5 de mayo 2012- ni
dejar de ofertar algunas asignaturas (optativas) que no tienen (casi)
alumnos. En algunas áreas de conocimiento dicen que tienen incluso "más
catedráticos que alumnos". Los alumnos, a su vez, disfrutan de sus
"derechos" de no asistir a clase y presentarse a siete convocatorias
para superar el curso, mientras que en Alemania no se permite a un
alumno faltar más de tres veces a clase, si no tiene que repetir la
asignatura, repetición que a su vez está restringida a dos veces.
b) En cuanto a la carga lectiva, hay que señalar que los profesores tienen, según su categoría, cargos en departamentos y sindicatos e investigación, diferentes cargas docentes que no superan las 330 horas lectivas anuales, tutorías aparte.
Los profesores en la franja de edad entre 60 y 70 años tienen una carga docente entre 65 y 110 horas anuales pudiendo acumular su trabajo en un solo cuatrimestre con la nómina sin variación. c) Hay profesores que tienen dos despachos y a algunos se les conserva incluso hasta post mortem.
Pues, unas condiciones laborales óptimas comparadas con las de los colegas europeos, si no fuese por el clima laboral que en muchos casos en la Universidad española es tóxico y por la ineficiente aplicación del protocolo de la prevención de riesgos laborales y psicosociales. Aquí, sí, estamos en inferioridad de condiciones respecto a nuestros colegas de la UE.
2) Años sabáticos: tanto en Alemania como en España existe el año sabático que se puede pedir cada 6 años. En este momento en la Universidad de Alicante están por resolver las solicitudes para el curso que viene. Altos cargos de la Universidad tienen ventajas para que se les conceda -además en un intervalo de tiempo mucho más corto-.
3) La investigación y la promoción nos las ponen cada vez más difíciles desde la Universidad misma e instituciones anexas. Tanto la ANECA con su poca transparencia y poca objetividad, como la CNEAI siguen pactos y recomendaciones de los departamentos. La propia Universidad nos evalúa según la "baremación de la actividad y productividad investigadora" a través de una aplicación informática y otorga por cinco años de investigación un plus que ronda los 700 euros. Nadie lee nuestros productos, sin embargo, deciden, sin conocernos, sobre nuestra productividad. Parece un absurdo investigar con el único objetivo para que aparezcan los resultados en una revista de impacto y publicar lo que nos da puntos ante las instituciones mencionadas.
4) La problemática, evidentemente, va más allá del PP. La Universidad politizada que hemos heredado, no únicamente del PSOE, tiene una estructura inflada (lo han reconocido los candidatos a rector presentándose con equipos mucho más reducidos que hasta ahora). Quizás podríamos asumir un poco de Kollektivschuld buscando soluciones entre todos.
(*) Profesora Titular de la Universidad de Alicante
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