MADRID.- Sumar siempre es mejor que no sumar, sobre todo en un periodo de
zozobra y con un enemigo bien pertrechado, como este que toca ahora. La
Asamblea General de Sol decidió el pasado lunes que el 15M acudirá en
Bloque Crítico a las marchas del 15S convocadas por la práctica
totalidad de las organizaciones sindicales de este país y por centeneras
de colectivos sociales para protestar contra los ajustes y el rescate
al que parece rendido el Gobierno del Partido Popular, según 'Cuarto Poder'.
En una nota de tres párrafos, el 15M deja claro su apoyo crítico a la manifestación.
Dos de esos párrafos están dedicados a lamentar la actitud complaciente
de los sindicatos mayoritarios con lo peor del neoliberalismo nacional y
europeo, cancillera incluida. El lema acordado para participar críticamente en la marcha del sábado será Bloque Crítico 15M por la Huelga General, una huelga que no se precisa si convocará el tal Bloque Crítico del 15M o las centrales cómplices del capital.
Lo cierto es que a dos días de la manifestación el número de
organizaciones que apoyan la movilización sigue creciendo.
Ayer, la Alianza Española contra la Pobreza
–que integra a más de mil organizaciones sociales- hacía público un
comunicado en el que expresaba su apoyo a las movilizaciones del 15S “en
contra del empobrecimiento de las personas y a favor de un modelo en el
que prime la justica social global, la solidaridad y los derechos
humanos”.
El pulso del sábado no es un asunto menor. Los convocantes están
convencidos de que será un éxito y los sindicatos consideran que se
trata de una jornada decisiva para medir el grado de apoyo ciudadano a
otra huelga general. Además, quieren utilizar la marcha para impulsar la
campaña del referéndum sobre las medidas que ha puesto en marcha el
Gobierno a pesar de que no figuraban en su programa electoral.
Las cifras que manejan CCOO y UGT sitúan la protesta en una de las
más multitudinarias celebradas hasta la fecha. De hecho, ya saben que
hasta 100.000 personas llegarán a Madrid desde distintos puntos de
España en autobuses fletados por las organizaciones convocantes. Y eso
es mucha gente.
A lo que parece a 48 horas de la escenificación del cabreo, el Gobierno de Mariano Rajoy
podría encontrarse, en una misma semana, con dos movilizaciones
millonarias en las calles del país, una en Barcelona y otra en Madrid.
Seguramente, eso influirá en sus decisiones menos que los sondeos de
intención de voto de las elecciones vascas y gallegas que estén
manejando sus equipos en Génova y en Moncloa. Ya no se sabe si lo
importante es ir a la manifestación o decir al encuestador que venga a
preguntarte que no tienes ninguna intención de votar -¿volver a votar?,
no jodas- al PP. Si se hacen las dos cosas -lo de la mani y lo de la
encuesta- tampoco pasa nada.
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