ROMA.- Unos 30.000 afiliados de los dos principales
sindicatos de Italia, principalmente trabajadores del sector público,
han recorrido este viernes el centro de Roma para protestar contra los
recortes en el gasto público por parte del Gobierno de Mario Monti,
forzando el cierre del Coliseo.
El personal del Coliseo y de los Foros Romanos ha abandonado sus
puestos, obligando al cierre de dos de los principales atractivos
turísticos de Roma. La marcha también ha perturbado el tráfico en hora
punta en la capital pero ha transcurrido de forma pacífica.
Profesores universitarios, empleados de la administración pública,
basureros y empleados sanitarios también han abandonado sus puestos en
apoyo a la marcha.
El Gobierno tecnócrata de Monti --que cuenta con el respaldo de
los principales partido del país-- aprobó el pasado agosto recortes en
el gasto que incluyen una modesta reducción del sector público, donde
los salarios ya estaban congelados desde hacía dos años, y recortes en
la financiación de la sanidad pública.
Los recortes sucedieron a varias reformas de austeridad
impopulares y a una revisión de las normas de contratación y despido,
que fueron recibidas con protestas por parte de los sindicatos.
Asimismo, Monti ha subido los impuestos y rebajado las pensiones,
sometiendo a los italianos a "una cantidad de sacrificios sin
precedentes", como ha reconocido él mismo esta semana en una entrevista a
la CNN.
"No es cierto que reduciendo la administración pública reducirán
la deuda, harán que empeore", ha defendido la secretaria general del
sindicato CGIL, Susanna Camusso, ante la multitud. "La política que han
seguido hasta ahora han hecho que las cosas empeoren, no que mejoren",
ha subrayado.
Las medidas de austeridad han afectado al gasto de los hogares
italianos y han agudizado la recesión. El pasado mes de julio la tasa de
paro llegó al 10,7 por ciento, la más alta desde 2004.
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