MADRID.- El exjuez de la Audiencia Nacional Baltasar
Garzón ha criticado desde su ideología "de izquierdas" la política del
Gobierno de Mariano Rajoy para hacer frente a la crisis. "Mi discurso no
forma parte del discurso oficial del Gobierno español y de otros
gobiernos que están aplicando las mismas recetas, creo que no vamos por
buen camino", ha asegurado.
En una entrevista en el programa de laSexta 'Salvados', Garzón ha abogado por perseguir a los "responsables
penales" de la crisis, llegando incluso a plantear que pueden ser
responsables de "crímenes de lesa humanidad".
También ha hablado de su inhabilitación como juez, que ha achacado
a un "juicio político" del Tribunal Supremo en medio de una "cacería"
contra él, defendiendo que su desempeño como magistrado no estuvo
contaminado nunca por su ideología.
"De izquierdas soy. Político no soy. No he ocultado mi ideología
nunca. Desafío al señor Rajoy a que descubra una resolución judicial que
tenga una ideología que no sea la de la defensa de las víctimas y el
Estado de Derecho", ha dicho Garzón, que ha sido preguntado por su
opinión acerca de unas declaraciones del presidente del Gobierno,
Mariano Rajoy, cuando era jefe de la oposición y en las que le
calificaba de juez socialista.
"Si lo que venía a decir era que un juez por tener determinadas
ideas no puede ser juez, entonces habría que buscar gente de
encefalograma plano", ha dicho el exjuez, que ha reconocido que no se
plantea volver a la política.
El único momento en el que Garzón ha dudado si se equivocó fue
cuando ordenó las escuchas a los abogados de los imputados en el 'caso
Gürtel'. "Yo no sé si me equivoqué o no, creo que no. Pero es que hay
precedentes como el caso Marta del Castillo y para nada acabó con un
juez inhabilitado", ha respondido antes de calificar de "inaceptable"
que se sostuviera en la sentencia del Supremo que había recurrido a
prácticas totalitarias.
"Fue una cacería", ha resumido sobre el proceso que terminó en su
inhabilitación como juez. "Se utilizaron todas las armas prohibidas
habidas y por haber hasta acabar con la pieza", ha apostillado sobre sí
mismo. Además, ha criticado que se cometieran "tropelías" como
investigar no sólo su patrimonio sino el de su mujer o el de su hija sin
que ambas estuvieran imputadas.
En su repaso a los problemas que hay en España, ha citado que "los
crímenes del franquismo no se pueden investigar porque así lo quiere el
Supremo" y también ha hablado de las torturas. Garzón se ha definido
como el juez "que más peleó contra las torturas", y ha respondido
tajante a si en España se practica la tortura: "En todos los países se
tortura, es una de las grandes preocupaciones, y hay que combatirlo".
Garzón ha dado su opinión de asuntos de actualidad como la
amnistía fiscal del Gobierno, algo que ha calificado de "vergonzoso y
hasta ilegal".
"Es invitar a quienes tienen dinero por millones fuera a
que lo traigan aquí", ha explicado, "lo aporten al fisco y, a cambio, no
se les persiga. Y con la gente que se está muriendo de hambre, ¿qué
pasa? No es demagogia, es la pura realidad".
El exjuez de la Audiencia Nacional ha criticado las "pequeñas
corruptelas" que persisten en España y ha lamentado que "la Escopeta
Nacional", en referencia a la película de Luis García Berlanga, "todavía
siga vigente en gran medida".
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