domingo, 8 de febrero de 2015

El miedo a 'Podemos' daña el atractivo de España entre los inversores / Bernat García


En el plano macroeconómico España goza de buenas previsiones de crecimiento pero las percepciones de los inversores empiezan a remar en contra de los halagos que el Gobierno ha recibido sobre sus reformas estructurales. Todo lo ganado está muy bien, pero puede irse al garete con relativa facilidad si Podemos consigue tocar poder o si su eclosión supone sumir a los poderes ejecutivo y legislativo en la inestabilidad en este año electoral, sobre todo en las legislativas de diciembre. 
 
La posición destacada de la economía española sobre sus vecinos europeos está en riesgo. Entidades como Bank of America Merrill Lynch, Royal Bank of Scotland (RBS), UBS, Black Rock o la agencia de crédito Fitch empiezan a valorar más positivamente mercados como el portugués o el italiano por la fiabilidad de su estructura de partidos.
 
El primero en dar la alerta fue Merrill Lynch al cierre del año pasado: «El riesgo político ha regresado a escena con Grecia, por lo que preferimos países que no presentan grandes posibilidades de vuelco electoral el año próximo. Preferimos Portugal sobre España, e Italia sobre España, para sortear el riesgo que puede suponer el incremento de apoyo a Podemos», señaló en su día Ralf Preusser, director de análisis de crédito en Europa de la entidad.

El mayor gestor de fondos del mundo, la estadounidense BlackRock, se ha posicionado también en esta dirección en los últimos días. El director de inversiones de renta fija europea de la entidad, Michael Krautzberger, asegura que prefiere la deuda portuguesa de entre la periferia europea. «Es posible que las agencias de ráting le suban la calificación este año, y además hay más estabilidad política que en España, al no haberse producido el auge de partidos populistas», ha señalado.

El analista de UBS, Bosco Ojeda, indica a su vez que «en términos relativos sin duda el escenario político va a restar a España parte de la ventaja que tiene actualmente frente a Italia y Portugal y que se refleja bien en una menor prima de riesgo», indica a este diario. «La incertidumbre política es un riesgo, y mas si va de la mano de políticas no ortodoxas como el populismo o nacionalismo regional».

La agencia de calificación de deuda Fitch se muestra igualmente más preocupada por lo que puedan deparar en las elecciones generales en España que las legislativas en Portugal, países con comicios a finales de este año, por ser «mucho más previsible y estable». RBS dibuja también una «España en riesgo», por el ascenso de Podemos.

La mayoría absoluta del PP permitió a España ir consumiendo su agenda reformistas sin mayores resistencias que las propias del PP, mientras que la economía portuguesa estaba rescatada e Italia sucumbía a varios cambios de Ejecutivo por la falta de mayorías y las crisis internas de partidos como los socialistas. Las reformas que encallaron en Roma empiezan ahora a coger ritmo con el Ejecutivo de Mateo Renzi. 

RBS lo auditó: «La reciente implementación de las reformas en el mercado laboral en Italia ha sido ampliamente aclamada como la evidencia de que la eurozona finalmente está consiguiendo actuar conjuntamente en las reformas estructurales».

La llegada al poder de Renzi ha frenado el auge populista en Italia (Cinco Estrellas) y de hecho representó a uno de los pocos socialismos en ascenso en las elecciones al Parlamento europeo. Portugal, pese a los ajustes del rescate, parece tener un modelo de gobierno bipartidista a salvo de los nuevos vientos.

¿Y España? La mayoría absoluta del PP parece derrumbarse, y el liderazgo de la oposición pasa a Podemos, con el PSOE como tercera fuerza, según el sondeo del CIS ya publicado. La prima de riesgo española creció luego tres puntos hasta los 110, mientras que en Portugal e Italia descendió ese mismo día. El diferencial español sigue siendo por ahora el más bajo. «El riesgo existe en España y a juzgar por la prima de riesgo posiblemente se esta infravalorando», dice Ojeda de UBS.

El ministro de Economía, Luis de Guindos, en una entrevista con Expansión (26 de enero) admitió que «hay inquietud entre los inversores» aunque confió en que «el ciudadano acabará valorando la estabilidad política».

También es esta la opinión de los inversores. El analista de UBS sostiene que «lo mas probable es que haya un gobierno de coalición que al final lleve a cabo políticas ortodoxas de acuerdo con Bruselas y sea capaz de controlar a los localismos regionales». 

Igualmente, la agencia de calificación Fitch señala que percibe como el resultado más probable «una gran coalición» entre PP y PSOE tras las elecciones generales. Mientras, los inversores seguirán atentos. Tanto a los movimientos tectónicos internos como al oleaje, si no tsunami, del mar Adriático.

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