viernes, 20 de marzo de 2015

El Gobierno español aparta a patronal y sindicatos de la gestión de los fondos de formación

MADRID.- El Consejo de Ministros ha aprobado este viernes, sin el acuerdo con los agentes sociales, el Real Decreto-Ley de reforma de la formación profesional, con la que se persigue una mejora de la calidad de los cursos para el acceso a empleos más cualificados y dotar al sistema de mayor transparencia para evitar nuevos casos de fraude en este ámbito.

Para ello, el texto, entre otras cosas, abre la gestión directa de los fondos y la impartición de cursos de formación de oferta -financiada con cuotas, fondos públicos y europeos- a la libre concurrencia y relega a patronal y sindicatos a un papel de planificación de estos programas. Esto evitará que, como hasta ahora, los agentessociales sean juez y parte en la formación, y permitirá, según el Gobierno, que sea el mercado el que dirija a los trabajadores hacia las mejores ofertas de formación.
Este cambio ha imposibilitado el acuerdo, según han confirmado fuentes de patronal y sindicatos. No obstante, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha aprovechado la rueda de prensa tras el Consejo Europeo de Primavera para asegurar que la reforma nace tras "un largo e intenso diálogo con los agentessociales".
Antes, la ministra de Empleo, Fátima Báñez, ha explicado tras el Consejo de Ministros, que la reforma se ha dialogado por las partes "hasta la extenuación" --a lo largo de un año en el que se han sucedido más de 50 reuniones- e incorpora muchas aportaciones de todos". Además, ha recordado que, como se había avanzado en los último borradores, las empresas siguen pudiendo elegir el impartir, incluso con más "flexibilidad", la formación directamente en su seno, a través de lo que se conoce como formación bonificada. 
Además, Báñez ha mostrado la vocación del texto de reforzar esta labor en el ámbito de las pymes.
Ahora bien, si en los últimos años se adelantaba la financiación de estas subvenciones directas a las empresa en un 100%, a partir de ahora sólo se anticipará el 25% para evitar casos de fraude. "La reforma del sistema de formación es buena los trabajadores porque aumenta la calidad de formación, es buena para las empresas, porque les permitirá mayor competitividad, y mejor para la sociedad porque introduce más control y transparencia, así como una evaluación permanente", ha añadido Báñez.
Líneas maestras de la reforma
A partir de ahí, Báñez ha pormenorizado los objetivos estratégicos de la reforma y ha confirmado que el texto aprobado otorga una papel "trascendente y relevante" a patronal y sindicatos, pero abre la gestión de los fondos de formación de oferta al 100% a la libre concurrencia.
Esta medida se ha venido introduciendo progresivamente en la última oferta de formación dando como resultado, según ha enfatizado Báñez, que las ofertas se han duplicado con una reducción de costes del 20%. De este modo, el principal papel de patronal y sindicatos en relación con la formación de oferta será ahora el de anticiparse y detectar las necesidades de formación para introducirlas en un escenario de planificación plurianual que garantizará la formación continua de los trabajadores.
Por otro lado, la reforma introduce la 'cuenta de formación' que acompañará al trabajador durante toda su vida laboral y que certificará toda su formación. Además, se crear el 'cheque formación', con el que el desempleado podrá costear su formación en el centro que prefiera.
Otra de las novedades de la reforma es la de introducir procesos de evaluación permanente. "Queremos asegurarnos de que cada euro que se destine se dedica a la formación", ha dicho. Además, la reforma supone la creación de una unidad especial de inspección en el ámbito de la formación y un incremento de las sanciones para las empresas que utilicen de forma irregular los fondos recibidos. Por ejemplo, las empresas que así lo hagan, no recibirán nuevos recursos en los siguientes cinco años.
Por último, la reforma introducir un sistema integrado de información entre comunidades autónomas y Gobierno en favor de la transparencia, el control y la evaluación permante.
El actual modelo de formación llega actualmente a más de cuatro millones de personas y es empleado por más de 475.000 empresas, con una inversión de 2.280 millones de euros, con cifras de 2014. Sin embargo, en palabras de la ministra de Empleo, Fátima Báñez, "era mejorable" en relación con esos dos objetivos prioritarios.
Así, ha señalado que el modelo ha adolecido de una planificación estratégica que asegurara una formación continua de calidad de los trabajadores, y de un sistema integrado de información para poder controlar quién imparte y recibe los cursos, qué programas o dónde.
A modo de ejemplo, Báñez ha señalado que, según el último informe de la Fundación Tripartita para la formación, el 60% de los beneficiarios no ha percibido un impacto positivo sobre su empleabilidad. Además, los datos ponen de manifiesto que ha habido una brecha entre la formación impartida y las necesidades de las empresas, al tiempo que la falta de libre concurrencia ha encarecido en el tiempo estos servicios.
Mirando al futuro, la ministra de Empleo ha recordado que la UE prevé que se creen en Europa durante los próximos años 19 millones de empleos de alta cualificación y que se reduzcan los de media y baja. Más aún, Báñez ha explicado que el paro y los salario bajos están directamente asociados a los empleos de menor cualificación. "Por tanto, formar a trabajadores en un mundo cada vez mas global es imprescindible", ha dicho.
Por su parte, la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, ha apuntado que éstas son las dos "claves" de lo que ha considerado una reforma estructural "de primer orden", a la que se ha dado impulso después de que en los últimos años se hayan conocido, asociados a la formación, "algunos de los casos de fraude más graves y llamativos de la Democracia".

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