viernes, 23 de septiembre de 2011

Piñera emplaza de nuevo a los estudiantes chilenos a que vuelvan a las aulas

BOSTON.- El presidente de Chile, Sebastián Piñera, ha emplazado a los estudiantes a que vuelvan a las clases, ante la amenaza de que pierdan un año escolar a causa de la huelga en el sector.

   Inmerso en su gira por Estados Unidos, Piñera ha asegurado que "ha hecho todos los esfuerzos para que ningún joven pierda su año escolar" y ha insistido en que los estudiantes deben retomar las clases.
   "Pido a los estudiantes que vuelvan a clases, porque no es con huelgas, ni con paros (...) como van a mejorar la calidad de la educación", ha sostenido. "Es con un Estado que se comprometa en cuerpo y alma con la educación, y nuestro Gobierno está comprometido con la calidad, el acceso, el financiamiento y la equidad de la educación", ha argüido.
   Sin embargo, Piñera se ha apresurado a resaltar la importancia de que "los estudiantes se comprometan en cuerpo y alma con su propia educación", reafirmando así el mensaje lanzado durante su intervención en la Asamblea General de la ONU.
   "Por eso, les hemos convocado (a los estudiantes) a una mesa de diálogo, a una mesa de trabajo, por eso les hemos ofrecido alternativas a aquellos que tienen sus colegios tomados, para que puedan salvar su año escolar a través del programa 'Salvemos el Año Escolar'", ha esgrimido.
   Piñera ha mantenido una reunión con el gobernador de Massachusetts, el demócrata Deval Patrick, así como con el presidente de la Universidad de Boston, Robert Brown, y con la de Universidad de Harvard, Drew Faust, con la que ha suscrito un convenio bilateral.
   El mandatario chileno anunció el miércoles en Nueva York la ampliación del plazo de inscripción para el plan "Salvemos el año escolar", como parte de "un nuevo gran esfuerzo" para que los alumnos de todos los niveles puedan recuperar las clases perdidas por las huelgas y las manifestaciones.
   Según estimaciones oficiales, unos 70.000 alumnos podrían perder este año escolar a causa de los paros convocados por las organizaciones de estudiantes y de profesores, según ha informado el diario chileno 'La Tercera'.

Disturbios en las calles de Bilbao por el derribo de una casa «okupa»

BILBAO.- Los disturbios en protesta por el derribo del "gaztetxe" Kukutza del barrio de Rekalde de Bilbao continúan esta noche de forma menos continuada y más aislada en el propio barrio así como en otros de la zona centro de la ciudad.

Fuentes de la Ertzaina han señalado que no se han practicado más detenciones y que los disturbios consisten fundamentalmente en la quema de contenedores e intentos del bloqueo de calles, además de un vehículo que fue incendiado en la calle Sabino Arana que se cree fue provocado por los alborotadores.
El número de detenidos ascendía a 28 a las 23.30 de este viernes, los tres últimos registrados en los enfrentamientos habidos en las proximidades del Consistorio bilbaíno.
Los alborotadores, tras abandonar el barrio de Rekalde, donde una de las barricadas incendiarias por ellos provocada en la plaza de Rekalde ha estado a punto de quemar un inmueble de viviendas próximo, han extendido los desórdenes al centro de
Bilbao en su marcha hasta el ayuntamiento de la villa donde habían quedado en concentrarse.
Los defensores del "gaztetxe" han cruzado contenedores a su paso por las calles Autonomía y Doctor Areilza, así como en Rodríguez Arias, Ercilla, Plaza Bizkaia, Plaza Circular y Sabino Arana, lugares estos donde, además, les prendieron fuego provocando densas humaredas.

El Juzgado ordena el derribo del edificio del gaztetxe bilbaíno

BILBAO.- El Juzgado de lo Contencioso-administrativo nº 5 de Bilbao ha ordenado el derribo del edificio del gaztetxe de 'Kukutza', ubicado en el barrio bilbaíno de Rekalde, y que el pasado miércoles de madrugada fue desalojado por agentes de la Ertzaintza, según han confirmado hoy fuentes jurídicas.    

La autoridad judicial ha adoptado esta decisión, después de que ayer jueves se celebrara una vista en la sede del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV) para analizar el recurso presentado por Errekaldeberriz sobre la paralización del derribo del gaztetxe de Kukutza, y escuchar a las partes implicadas.

La verdad de los mentirosos / Rafael Argullol *

Lo que sea la verdad es algo bien difícil de dilucidar. No solo los filósofos se han aplicado durante siglos a tratar de averiguarlo sino que, de creer al Evangelio de San Juan, Poncio Pilatos hubiera debido pasar a la historia, no tanto por lavarse las manos ante la sentencia de muerte a un inocente, sino porque, en un acto de desesperación escéptica, le espetó a Cristo: ¿qué es la verdad? Quid est veritas? Una pregunta con una respuesta difícil, quizá la más difícil de todas las que podemos plantearnos. Y, sin embargo, en los últimos tiempos estamos cansados de escuchar a personajes públicos que, ante cualquier dificultad, responden machaconamente: "Nos limitamos a decir la verdad". Y también los derivados más crudos de esta afirmación: "Es lo que hay" o "así es la realidad".

No pasa día en que alguna de estas tres frases -y a menudo las tres- sea pronunciada por consejeros, alcaldes, presidentes autonómicos, ministros y jefes de Gobierno. A partir de ahí el dominio de lo que es la verdad, presentada asimismo como revelación de lo que era la mentira, justifica cualquier acción, pues el responsable público, amparado por lo inevitable de la situación, acaba presentándose, ya no como un servidor sino como un salvador de la comunidad o, para los que prefieren una mayor grandilocuencia, como salvador de la patria. Una de las más grotescas paradojas de la situación actual es que la "verdad sobre lo que hay" (arcas vacías, deudas insostenibles) sea el argumento para agredir los dos territorios más sensibles de la sociedad, la educación y la salud.

El embuste implícito a esta verdad con que ahora se nos abruma está originado, cuando menos, en dos fuentes: quiénes son los albaceas de aquella supuesta verdad y cómo se forjó la mentira de la que ahora quieren liberarnos. No obstante, ambas fuentes confluyen en el hecho de que quienes ahora dicen revelarnos la verdad son los mismos que estaban en condiciones, durante años, de desentrañar la mentira. Me cuesta encontrar un solo responsable político actual de envergadura que no haya estado comprometido con aquella ocultación, ni en el partido del Gobierno ni en los principales de la oposición. 

Esta complicidad en la mentira o, si se quiere, en el mantenimiento de una opacidad culpable, es la que ha creado un clima moralmente inquietante, en el cual no solo hemos contemplado la corrupción de políticos sino de amplias capas de la ciudadanía, que han premiado la corrupción con vergonzosos respaldos electorales. En las próximas elecciones la mayoría de los candidatos están atrapados en aquella complicidad pues, a pesar de los desastres económicos de los que venimos hablando desde hace unostres años -pero no antes, el detalle es importante-, no se ha producido autocrítica real ni catarsis colectiva. Es fácil tener la verdad hoy; lo auténticamente difícil era denunciar la mentira ayer.

Y no denunciaron la mentira. Este verano, y como noticia de un par de días y sin seguimiento, apareció la información de que España no estaba en condiciones de pagar lo que había adquirido en material militar en los últimos 15 años, primero con Aznar y luego con Zapatero: creo recordar que eran unos 30.000 millones de euros, los suficientes quizá, de no haber sido gastados, para que ahora no hubiera que recortar el presupuesto de educación. De acuerdo con la información, lo peor y lo más frívolo es que no estaba claro en absoluto el destino de estos productos más bien siniestros por los que habíamos contraído una deuda tan abultada. No recuerdo ninguna explicación de Zapatero o Rubalcaba, de Aznar o de Rajoy. Ni las recuerdo ni las espero porque forman parte de la omertà en la ocultación de la mentira por parte de los que en la próxima campaña electoral se nos presentarán como fervientes amantes de la verdad. Y, sin embargo, por ese lado hubiéramos podido salvar nuestros presupuestos educativos.

Y acaso también podrían salvarse los presupuestos sanitarios si el Estado español presentara una demanda masiva contra la banca por negligencia, como ha hecho Estados Unidos. La Agencia Federal de la Vivienda espera una indemnización multimillonaria tras su demanda contra Bank of America, JP Morgan Chase, Deutsche Bank, HSBC, Barclays y Citigroup, entre otros. Acusación: vender hipotecas de baja calidad y faltar a la obligación de comprobar la excelencia de los activos. ¿Les suena? Durante años y años asistimos al esperpéntico espectáculo de la especulación inmobiliaria, sin apenas denuncias por parte de los grandes partidos. Tuvo que ser una diputada danesa del Parlamento Europeo la que, a instancias de Greenpeace y otros grupos similares, denunciara el caso con la resistencia activa de la mayoría de los diputados españoles. También aquí funcionó la ley del silencio, a la que lamentablemente se sumaron muchos grupos de comunicación. Eran los días en que los tentadores ofrecían créditos e hipotecas de alcance casi celestial y los tentados aprendían a vivir como aspirantes a nouveaux riches en medio de un simulacro general. Primero, se educó para la estafa, y cuando la estafa ya era demasiado evidente, en lugar de castigar a los estafadores se marchó a su rescate con dinero público. Si los que ahora se presentan a las elecciones se atrevieran a pedir cuentas a los saqueadores, como intenta hacerse por parte de algunos en Estados Unidos, tal vez no sería necesario recortar en sanidad, pues la devolución del dinero del saqueo cubriría muchos déficits. Pero ninguno de los que puede ganar lleva en el programa la exigencia de la restitución. En consecuencia, nadie devolverá el dinero robado, ni los delincuentes confesos, de Roldán a Millet, ni aquellos banqueros corruptos que nunca serán declarados delincuentes.

En esta tesitura es de una hipocresía inaguantable que tantos responsables públicos, alentados muchas veces, como corifeos, por economistas sin escrúpulos, aleguen que se limitan a expresar "la verdad" que exige sacrificios, nada menos que en educación y sanidad, los fundamentos, precisamente, de una sociedad justa. Los mismos, exactamente los mismos, que cerraron los ojos y las bocas cuando la mentira crecía sin cesar.
(*) Rafael Argullol es escritor, filósofo, poeta, blogger y profesor de Estética de la Universidad Pompeu Fabra, de Barcelona, donde dirige el Institut Universitari de Cultura.

El 15-M protesta en Madrid contra las cuentas secretas de ciudadanos españoles en Suiza

MADRID.- El grupo de Economía del 15-M y otras asociaciones se han concentrado esta tarde frente a la sede del banco HSBC en Madrid para solicitar que se identifique a las 659 personas de nacionalidad española que son titulares de cuentas secretas en Suiza. En torno a unos 50 manifestantes se han apostado frente a la Torre Picasso, sede del HSBC, que se encontraba vigilada por dos furgones de la policía nacional, para criticar el fraude fiscal y la evasión de capitales.

Los manifestantes han hecho una parodia de lo que consideran ceguera de la inspección de hacienda y "nula capacidad" para poner coto a los defraudadores. Con posterioridad, el grupo de "indignados" se ha desplazado hasta la sede de la Embajada suiza para elevar su protesta al representante diplomático de Suiza en España.

La protesta ha sido consensuada por la asamblea de economía del 15-M, así como por asociaciones como ATTAC o Democracia Real Ya. Los manifestantes han remitido dos cartas, tanto al embajador suizo como al director del HSBC en España, en las que les presentan sus demandas respecto al fraude fiscal. Los "indignados" solicitan al director del HSBC que "facilite todas las cuentas que los españoles tengan en su banco en Suiza", además de "que garantice el pago de los impuestos que han defraudado sus clientes españoles".
Además, le instan a que de no actuar en esa dirección "deberá abandonar el país, pues no puede hacer negocio en España quien coopera para que se expolie a los contribuyentes honrados al menos 300 millones de euros". En el escrito dirigido al embajador suizo, los "indignados" le trasladan la pregunta de si "considera legítimo que la industria bancaria suiza se lucre mediante el robo de ingresos tributarios al resto de países".

Por último, advierten de que si el país suizo no entrega a las autoridades fiscales españolas las cuentas abiertas en el HSBC por ciudadanos españoles, las asambleas y asociaciones firmantes "solicitarán a las autoridades competentes que su país sea declarado indigno de formar parte de la comunidad de naciones, expulsado de los organismos internacionales e incluido en la lista negra de paraísos fiscales".