sábado, 5 de enero de 2013

Amenazan con multar a Cáritas por ayudar a inmigrantes ilegales

CIUDAD REAL.- Hasta dos años de cárcel podría caer a una persona que acoja en su casa y ayude a un inmigrante sin papeles, según el artículo 318 BIS del anteproyecto de la reforma del código penal. No solo particulares y familias podrán ser multados por una actitud solidaria, sino que el proyecto de la reforma del código civil lo extiende a organizaciones e instituciones que incluyan servicios de asistencia a este colectivo.

Esta noticia ha sido valorada con cautela por parte del secretario general de Cáritas Ciudad Real, Jose María Espinar, pero con «desacuerdo» porque según su punto de vista, «hay que equilibrar las políticas, y poner a la persona en el centro de todas ellas, no a la economía», explicó a Abc.
Espinar, que reconoce un trabajo intenso por parte de su organización a inmigrantes, sobre todo en época de vendimia, subrayó que «nosotros no pedimos papeles a un extranjero para poderles ayudar», y aclaró que para ellos no son inmigrantes sin papeles, sino «personas, no papeles».
El secretario general de Cáritas Ciudad Real comentó a Abc que «habrá que esperar cómo explican esta medida», y a la espera de un comunicado oficial por parte de la diócesis a nivel nacional, aseguró que habría desacuerdo general si se trataba de no atender a las personas, como en el caso de las medidas que podrían privatizar la sanidad o la eliminación a ayudas a la cooperación.
El artículo 318 BIS de la propuesta de la reforma del código penal también contempla multas para aquellas personas que ayuden a extranjeros a permanecer en España con ánimo de lucro. Se refiere a situaciones de alquiler de habitación o dispensen el menú de día si conocen la situación de irregularidad.
Esta medida está generando controversia a nivel social; para la que ya se ha creado una plataforma («Salvemos la Hospitalidad») exige al Gobierno que retire este artículo.
Sin embargo no es la primera vez que desde el Gobierno se plantea criminalizar la acogida o la hospitalidad con los inmigrantes sin papeñes. En 2009 el PSOE intentó, en la reforma de la ley de extranjería, sancionar con una falta administrativa con entre 501 a 10000 euros a quienes colaboraran en la permanencia irregular de los inmigrantes en España.

El exministro español Blanco pide que se revele el coste del cambio de nombre de los ministerios

MADRID.- El exvicepresidente y exministro español de Fomento y diputado del PSOE por Lugo, José Blanco, quiere que el Gobierno de Mariano Rajoy revele el coste que ha supuesto para las arcas públicas el cambio de nombre de los ministerios que ha llevado a cabo a su llegada al poder, así como la reestructuración de los departamentos que los integran.

   En una pregunta registrada en el Congreso, Blanco justifica la presentación de este interrogante ante la necesidad de conocer el impacto económico que estas modificaciones de nomenclatura que han sufrido la mayoría de las áreas ministeriales conllevan en materia de señalización, cartelería o papelería.
   Y, sobre todo, porque, según el también exsecretario de Organización socialista, el actual Gobierno ha convertido el cumplimiento del objetivo de déficit en "única meta" de su política económica, "llevando hasta la irracionalidad su política de austeridad a ultranza sin contrapartida en políticas de impulso al crecimiento".
   De ahí que Blanco vea fundamental que el Ejecutivo del PP especifique el coste global que han traído consigo tales cambios teniendo en cuenta que está exigiendo a los ciudadanos "día sí y día también" nuevos "sacrificios" en forma de "más impuestos y menos y peores" servicios públicos.

Las administraciones públicas españolas tienen 10.200 contratos de luz con recargos del 20%

MADRID.- Las administraciones públicas españolas tienen 10.270 contratos de electricidad que han perdido el derecho a la Tarifa de Último Recurso (TUR) y que, sin embargo, siguen siendo suministrados a tarifa porque no han encontrado comercializadora en el mercado libre.

   Estos contratos, 533 de ellos en alta tensión y otros 9.737 en baja tensión, no solo sufren las penalizaciones disuasorias del 20% contempladas para estos casos, sino que además se encuentran sometidos desde el 1 de enero a una completa incertidumbre y podrían incluso interrumpirse porque ya no tienen derecho ni siquiera a suministro bajo TUR.
   El Ministerio de Industria, Energía y Turismo había elaborado un borrador de orden ministerial de revisión de peajes eléctricos en el que ampliaba en un año, hasta el 31 de diciembre, el plazo de permanencia de estos clientes sin derecho a tarifa en un suministrador de último recurso.
   No obstante, la orden de peajes no ha sido todavía publicada, de modo que desde el 1 de enero la continuidad del suministro a todos estos clientes depende solamente de la voluntad de su comercializadora de último recurso, siempre y cuando no se trate de un "suministro esencial", al que está prohibido cortar la luz.
   La Comisión Nacional de la Energía (CNE) calcula que en la actualidad hay 46.553 puntos de suministro sin derecho a TUR que son suministrados por una comercializadora de último recurso, de los que 432 son grandes consumidores, 10.270 administraciones públicas, 12.732 pymes y 22.847 hogares con más de 10 kilovatios (kW) de potencia contratada.
   Esta cifra es, sin embargo, muy inferior a los 354.636 consumidores que se encontraban en este régimen transitorio en 2010, el primer mes en el que existen cifras acerca de este perfil de consumidores.
   El regulador indica además que, de los 46.553 usuarios que se encuentran en esta situación, el 16%, o 7.440, corresponde a suministros esenciales, de forma que en ningún caso se les podría suspender el servicio eléctrico.
   El Ministerio de Industria, Energía y Turismo calcula que solo el recargo del 20% por no haber pasado al mercado libre supondrá unos ingresos en 2013 para la tarifa eléctrica de cerca de 60 millones de euros.
   A la idea de Industria de ampliar en un año el régimen transitorio para evitar cortes de suministro, aún no publicada en el BOE, la CNE ha replicado que resulta más adecuado establecer un precio disuasorio permanente que no obligue a la ampliación sistemática de plazos cada año.