domingo, 29 de julio de 2012

Más de 20.000 muertos desde el inicio de los levantamientos en Siria

LONDRES.- Más de 20.000 personas han perdido la vida en Siria desde el comienzo de las revueltas populares en marzo del pasado año, según ha asegurado el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos.

   La organización activista siria radicada en Reino Unido ha concretado que casi 14.000 de los muertos son civiles y combatientes rebeldes, 968 soldados desertores y más de 5.000 militares del Ejército sirio.
   Este anuncio se produce el mismo día en el que las fuerzas del régimen de Bashar al Assad lanzan una ofensiva sobre Alepo, la capital económica del país. Alrededor de 180 personas han fallecido este sábado, entre ellas 21 niños, de acuerdo con el Consejo de la Revolución.
   Hasta 30 personas habrían muerto en el ataque perpetrado sobre Alepo, según informan varias organizaciones activistas sirias, que, además, sostienen que los rebeldes han contraatacado y mantienen fuertes combates con las fuerzas gubernamentales.

Una veintena de activistas prosaharauis españoles viajarán a los campamentos el 7 de agosto

MADRID.- El presidente de Coordinadora Estatal de Asociaciones Solidarias con el Sáhara (CEAS-Sáhara), José Taboada, ha anunciado que el próximo 7 de agosto un grupo de activistas de distintas asociaciones prosaharauis españolas viajarán a los campamentos de refugiados saharauis de Tinduf (Argelia) para mostrar su rechazo a la reciente decisión del Gobierno de repatriar a los cooperantes españoles por motivos de seguridad.

   "Representantes del movimiento de solidaridad con el Sáhara vamos a visitar los campamentos para demostrar que no vamos a abandonar a los saharauis", ha explicado Taboada.
   Los activista partirán de Madrid el martes 8 de agosto y regresarán a España el día 11 de ese mismo mes y entre los mismos habrá "algún parlamentario, seguro", según Taboada.
   El pasado sábado el Gobierno envió un avión militar para repatriar a 15 activistas --12 españoles, dos italianos y un francés-- ante los "indicios" de posibles acciones terroristas contra ciudadanos extranjeros, según explicó el ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación.
   Sin embargo, las asociaciones prosaharauis han destacado que se han fortalecido las condiciones de seguridad con medidas adicionales por parte de las autoridades del Frente Polisario, que controla los campamentos de refugiados.
   Al ser consultado por la posibilidad de que ocurra un ataque contra los activistas tras la recomendación del Gobierno, Taboada ha destacado que son "responsables" de sus actos. "Lo solucionaríamos como lo hemos solucionado siempre. Las autoridades saharauis ya toman cartas en el asunto, pero estamos seguros de que no se va a dar" esta situación, ha asegurado.



Menos creíbles frente a Europa / Eduardo Punset *

No debiera sorprender a nadie que muchos directores de cine y teatro no se hayan sumado todavía a los que piden un Gobierno que no derroche el dinero público, que intente reducir sus gastos, no tanto a lo que lo obligan sus escuálidos ingresos, sino a lo que puede prestarle la comunidad financiera internacional. ¿Hacen falta más pruebas de que los mercados internacionales se han plantado retirando su confianza al deudor español?

Por favor, que levante la mano el que crea que podemos seguir muchas semanas más pidiendo prestado a los tipos exorbitantes que estamos pagando, para amortizar lo que debemos, garantizar las prestaciones por desempleo, mantener las pensiones prometidas y los sueldos dependientes del Estado. Pocos en su sano juicio pueden levantar la mano en señal de protesta. Por una razón muy sencilla: durante años el llamado «milagro español» mantenía en sus mínimos la desconfianza de los acreedores, al tiempo que eran tolerables los tipos de interés que se pagaba por el dinero prestado.

Los que hemos vivido muchos años en el extranjero somos conscientes de que hemos dejado de ser, casi repentinamente, un país creíble para muchos europeos. Hemos conservado la soberbia y el orgullo de ser uno de los países más fuertes de Europa –sobre todo en fútbol–, pero no tenemos ni un duro ni el futuro asegurado como antes con la agricultura y el turismo.

¿Qué hacer en una situación así? Vamos a ver primero lo que no se debe hacer. Engañar al personal negando no solo la existencia de la crisis, sino mintiendo o escondiendo el diagnóstico: se nos ha dicho durante demasiado tiempo que se trataba de una crisis planetaria cuando, en realidad, era una crisis específica de unos países específicos como España, Italia, Grecia y Portugal. Lejos de generar algo imposible como un déficit con Neptuno, Saturno o Urano –solo así podrían entender los economistas una crisis planetaria–, simplemente nos habíamos endeudado mucho más allá de nuestras posibilidades; y ahora hay que devolver ese dinero.

Solo hay una manera de hacerlo. Recortar aquellos gastos cuando resulta a todas luces obvio que nos pasamos y no podemos mantenerlos; explorar las posibilidades de generar empleo innovando y abordar, por fin, las políticas de prevención que debieran haberse iniciado hace muchos años; por políticas de prevención se entienden todos aquellos esfuerzos necesarios para mermar la demanda futura de prestaciones sociales en educación, sanidad y bienestar, básicamente.

Se trata de introducir en educación las nuevas competencias que no se prodigaron en la sociedad industrial, pero que son imprescindibles en la sociedad del conocimiento: aumentar la capacidad de concentración a pesar de la multiplicidad de soportes, el trabajo en equipo en lugar de estimular solo el trabajo competitivo o el dominio de las técnicas digitales de comunicación.

En materia de sanidad habrá que centrarse en la gestión de funciones actualmente desatendidas y mucho más abordables en presupuestos en tiempo de crisis como la soledad, la tristeza o el estrés. En materia de bienestar es de sobra conocido lo que exige una primera corrección: la generalización inevitable de las prestaciones sociales ha producido el colapso de su suministro, como ha ocurrido con las prestaciones sanitarias. ¿Tan difícil es centrar la atención en la personalización de la medicina o en buscar formas más eficientes y justas de reparto?

El país sigue enfrascado en las viejas discusiones ideológicas entre derechas e izquierdas que no aportan absolutamente nada a la solución de los problemas candentes. En el pasado, esa división solo fue fructuosa cuando hubo acuerdo o consenso. En el futuro inmediato hará falta buscar en otros horizontes más prometedores y menos interesados, pero reales.

(*) Ex ministro español para las relaciones de España con la Unión Europea

Violentas protestas contra el vaciado de una fábrica de papel en Qidong, China

PEKÍN.- Cerca de 1.000 personas se han manifestado violentamente en las oficinas del Gobierno local en la ciudad china de Qidong (oeste del país), en contra del vaciado de los desechos generados por una planta de papel, en la última de una serie de protestas contra la degradación medioambiental en las zonas urbanas del gigante asiático. 

   Varios de los manifestantes entraron incluso en el edificio principal, donde destruyeron ordenadores, volcaron mesas, y arrojaron documentos por la ventana ante los gritos de ánimo de sus compañeros en la calle.
   La protesta se desarrolló ante una gran presencia policial, con casi un agente por manifestante.  
   El resto de los manifestantes portaban pancartas y gritaban contra el plan que pretende vaciar en el mar los residuos de la papelera, que se encuentra cerca de la ciudad de Shangai.
  "El Gobierno dice que no quiere contaminar el mar, pero si eso es cierto, por qué no arrojan los residuos al río Yangtsé?", se preguntaba Lu Shuai, uno de los manifestantes, antes de responderse: "Porque si lo tiran al río, la gente de Shangai va a quejarse".
   La protesta se llevó acabo pese al anuncio del gobierno de Qidong el pasado viernes de que el proyecto sería suspendido para llevar a cabo una evaluación adicional. "Demasiado tarde", indicó Xi Feng, otro manifestante. 
"Tendría que haber detenido este proyecto desde el principio".

Los gestores públicos que falseen cuentas u oculten datos en España podrán ir a prisión

MADRID.- Los gestores públicos que falseen las cuentas, oculten datos o los divulguen siendo falsos, generando con ello un perjuicio económico para la Administración, podrán ser condenados a penas de cárcel de entre uno y cuatro años, además de ser inhabilitados entre tres y diez años. 

   Así consta en la reforma penal que acompaña al proyecto de Ley de Transparencia, Acceso a la Información Pública y Buen Gobierno aprobado esta semana por el Consejo de Ministros, después de incorporar las sugerencias realizadas por el Consejo de Estado, el Consejo General del Poder Judicial y la Agencia de Protección de Datos, según la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría.
   En este sentido, ha explicado que el Gobierno ha "reforzado" la respuesta penal a la "mala gestión de los recursos públicos", ya que, aparte de  las sanciones por infracciones graves y muy graves que ya recogía la Ley de Transparencia, se "ha dado un paso más" al incluir penas de prisión. Hasta ahora, el texto que manejaba el Ejecutivo incluía una pena de inhabilitación de hasta diez años para los malos gestores que gasten sin tener competencia o crédito.
   Pero en el proyecto aprobado se introduce un nuevo delito con dos tipos en el Código Penal (normal y agravado) mediante los que se castigará la conducta de la autoridad o funcionario público que, a sabiendas y para causar un perjuicio económico a la entidad pública de la que dependa, falsee su contabilidad, documentos o información que deban reflejar su situación económica o divulgue información falsa por cualquier medio.
   En estos casos se aplicarán penas de inhabilitación especial para empleo o cargo público y penas de multa de mayor o menor extensión en función de si se llegara a causar el perjuicio económico a la entidad pública, supuesto en el que podrá imponerse además pena de prisión de uno a cuatro años, según ha informado el Gobierno.
   Además, esta norma incluirá una "pequeña" modificación de la Ley Orgánica del Régimen Electoral General (LOREG) para que sea "causa de inelegibilidad" haber sido penado por la comisión de una infracción muy grave de las previstas en la Ley de Estabilidad Presupuestaria, que recoge la Ley de Transparencia.
   Estarán sujetas a esta norma todas las Administraciones y poderes públicos -Congreso, Senado, Tribunal Constitucional, Consejo General del Poder Judicial-, así como el Consejo de Estado, el Defensor del Pueblo, el Tribunal de Cuentas, al Consejo Económico y Social y a las instituciones autonómicas análogas.  También lo estarán las sociedades mercantiles en que la participación pública sea de más de un 50 por ciento con independencia de cuál sea su régimen.
   Otra de las novedades, según ha explicado Sáenz de Santamaría, es que se establecen una serie de obligaciones de publicidad activa más amplias que las contempladas actualmente. "Es un elemento fundamental de control de los recursos públicos y para evitar publicidades", ha dicho, para añadir que el objetivo es que se pueda conocer "cómo se convenia, cuánto cuestan los convenios y qué competencias están conveniando".
   Además, ha informado que se amplía el ámbito de las publicaciones de retribuciones y de declaraciones de incompatibilidad, al tiempo que se refuerza la independencia y garantías de control en la Agencia Estatal de Transparencia, cuyo presidente será nombrado por el Consejo de Ministros pero previa comparecencia en el Congreso, donde será refrendado por mayoría absoluta.
   Al ser preguntada por el hecho de que la Ley de Transparencia no permita conocer la agenda de actividades y reuniones del presidente del Gobierno, Sáenz de Santamaría ha subrayado que esta norma es "mucho más que la anécdota de saber que hace en cada momento el presidente del Gobierno".
   Aunque ha admitido que en Estados Unidos la agenda del presidente es pública, ha explicado que Mariano Rajoy tiene reuniones públicas pero "otras" son privadas, bien porque lo prefiera el interlocutor, bien porque se puede estar negociando algo y se requiera "sigilo y discreción".
 "Cómo contemos lo que hacemos las 24 horas del día, daría para mucho pero no cumpliríamos el objetivo de la ley, que es cambiar de cultura a la administración y saber que pueden controlarse los actos administrativos del principio al final", ha aseverado.
   La portavoz del Gobierno ha destacado que esta norma es "un elemento clave para luchar contra la corrupción" porque lo fundamental es que, a partir de ahora, cuando entre en vigor los ciudadanos podrán ver desde el primer al último trámite todos los contratos administrativos.
   "Eso a lo  mejor no tiene tanto interés mediático, pero tiene un interés público absoluto porque va a permitir conocer determinadas prácticas que a veces se hacen y que dificultan mucho saber cómo se están gestionando los recursos públicos", ha recalcado.
    En este sentido, ha señalado que lo importante de esta ley es que a partir de ahora un alto cargo que no gestione debidamente los recursos públicos y "oculte facturas en el cajón", sepa que "puede ser sancionado y destituido".
 "España merece cargos públicos que gestionen adecuadamente", ha añadido.
   Sáenz de Santamaría ha asegurado que la Ley de Transparencia es una "nueva filosofía de lo público" y ha confiado en que sea una norma "de consenso". Según ha añadido, va a suponer "un cambio de cultura administrativa muy importante".
   Finalmente ha informado de que han atendido a la "inmensa mayoría" de las sugerencias del Consejo de Estado, CGPJ y Agencia de Protección de Datos, lo que ha permitido que la norma "gane en rigor y en fortaleza", ya que "es una ley amplía que tiene que aplicarse a distintas administraciones".