MADRID.- La delegada del Gobierno en Madrid, Cristina Cifuentes, ha afirmado este martes que la Ley es "muy permisiva y amplía" con el derecho de reunión y manifestación y ha apostado por "modularla" para "racionalizar el uso del espacio público".
En una entrevista en RNE, Cifuentes ha afirmado que Madrid es "una ciudad complicada porque las manifestaciones son permanentes y su cifra desmesurada". Así, ha detallado que en lo que llevamos de año se han producido casi 2.200.
"El tema de las movilizaciones es una cuestión puntual que viene
dada por el momento político y propiciado porque hay grupos que tratan
de conseguir en la calle lo que no han conseguido en las urnas", ha
esgrimido.
Aunque ha asegurado que el derecho de manifestación es constitucional "y no se necesita autorización previa", apuesta por compatibilizarlo con el derecho que tienen el resto de la población "de poder estar en una ciudad que sea habitable".
"Significa poder circular con tranquilidad, que no haya incidentes,
disturbios, que no haya problemas de orden público. Es muy objetivo y
trato de conseguirlo", ha agregado.
En este sentido, Cifuentes defiende un cambio legislativo, aunque
no tiene claro cómo se realizaría. "Lo que quiero es abrir un debate
porque cualquier modificación tiene que ser adoptada por un amplio
consenso. El derecho manifestación lo recoge la Constitución es su artículo 21 y no creo que haya que cambiar la Constitución.
Este derecho tiene que seguir siempre en todo caso un derecho
constitucional. Estamos en una sociedad democrático y los derechos de
los ciudadanos no se pueden recortar", ha avanzado.
Sin embargo, considera que el derecho de reunión hay que "modularlo" porque la Ley Orgánica que lo recoge, de 1983, "tiene muchos años".
"Habría que modificarla, no para recortar derechos, pero sí para
racionalizar el uso del espacio público. No puede ser que en un mismo
día en Madrid haya diez manifestaciones en la misma zona. Los
comerciantes y vecinos del Centro de Madrid están desesperados con toda
la razón", ha dicho.
La delegada del Gobierno en Madrid ha apuntado que la reforma
debería dar a la Administración "cierto margen para modificar las horas,
cambiar determinados lugares para compatibilizar el derecho de
manifestación, que no hay que restringirlo en absoluto, sino para
garantizar el derecho de los ciudadanos a no estar en una ciudad que es
ocasiones es inhabitable".
"La ley es muy permisiva y amplía con el derecho de manifestación y
cuando la Delegación ha intentado en diversas ocasiones no prohibir
sino modular este derecho cambiando itinerarios o de día una
manifestación porque creíamos que podía suponer un peligro de orden
público, sistemáticamente el Tribunal Superior de Justicia de Madrid
siempre ha fallado en nuestra contra y nos ha condenado a costas", ha
añadido.
"Lo que dice la Ley es que sólo se puede prohibir o modificar una
manifestación cuando existan razones fundadas de alteración del orden
público con peligro para bienes o personas, cosa que yo he apreciado que
existían en algunas ocasiones y en todas ellas los tribunales nos han
quitado la razón", ha proseguido.
Cifuentes ha señalado que lo único que pueden hacer contra, por
ejemplo, los cortes indiscriminados de tráfico que todos los viernes
protagonizan "grupos de liberados sindicales que trabajan en los Ministerios que van cortando de manera indiscriminada las calles" es identificarles y sancionarles administrativamente.
No obstante, ha indicado que la mayoría de las manifestaciones que
ha habido en estos meses han sido pacíficas y la gran mayoría de sus
participantes han ido pacíficamente a protestar. "Muchas de las
actuaciones que hace la Policía Nacional son para proteger el derecho de
la manifestación y no está para reprimir derechos", ha indicado.
Por otro lado, la delegada ha señalado que los nueve meses en su cargo "han sido muy intensos" y le han parecido "nueve años".
"He
aprendido muchas cosas, la mayor parte buena, que tiene que ver con el
excelente trabajo de la Policía Nacional y la Guardia Civil", ha agregado.
Igualmente, ha apuntado que en este tiempo no ha tenido presión de ninguno de sus superiores y le han dejado trabajar "con total libertad".
"Lógicamente, en algunos momentos he tenido que consultar determinadas
cosas. Quien crea que tiene siempre la razón está equivocado. Cuando
hago las cosas de una manera y mis colaboradores me dicen que es mejor
de otra, pues se corrige y no hay ningún problema", ha precisado.