MADRID.- Don Juan Carlos perderá
la inviolabilidad jurídica de la que disfruta como Rey de España en el
mismo momento que firme su abdicación. Además, cuando Felipe VI acceda al trono, las Infantas Elena y Cristina dejarán de pertenecer a la Familia Real.
El Palacio Real acogerá un acto solemne de firma de la ley de abdicación, el mismo día
en que la norma se apruebe.
Entonces, perderá la inviolabilidad jurídica como monarca. Esto
significa que, al contrario de lo que ocurre ahora, podrían aceptarse a
trámite demandas contra él.
Para evitar esto, cabe la posibilidad de que los partidos políticos aprueben dotar a Don Juan Carlos de un aforamiento especial.
Desde Zarzuela apuntan que no ven muchas dificultades en que los
partidos políticos así lo acuerden cuando hoy en día existen miles de
aforados en España.
En
cuanto a la composición de la Familia Real, cambiará cuando Felipe VI
sea Rey. Así, las hijas de Don Juan Carlos pasarán a ser familiares del
Rey,
como hoy lo son las Infantas Pilar y Margarita, hermanas de Don Juan
Carlos. De este modo, la nueva Familia Real quedará limitada a los
nuevos monarcas, sus hijas Leonor y Sofía, más Don Juan Carlos y Doña
Sofía.
La hoy Infanta Leonor pasará a tener el tratamiento de Princesa de Asturias y
demás títulos vinculados al Heredero de la Corona, mientras que la hija
menor de Felipe y Letizia, Sofía, seguirá siendo Infanta.
La Casa
del Rey llevaba años barajando modificar la composición de la Familia
Real para limitarla, incluso antes de que se produjera la sucesión, a
los miembros de la familia que vivían exclusivamente del presupuesto que
el Estado destina a la Corona.
La
Infanta Elena y la Infanta
Cristina -mientras participó en actos institucionales- también recibían
una retribución que, como no equivalía a un sueldo como en el caso de
los Reyes y de los Príncipes, lo compatibilizan con otras actividades
económicas en empresas privadas, un modelo de doble dependencia que sin
embargo quedó en evidencia con la investigación judicial en torno a los
negocios de Iñaki Urdangarin.
Una
fuente del Palacio de la Zarzuela reveló en una información publicada
en diciembre de 2011 este plan para limitar los
miembros de la Familia Real. Un día después, la Casa del Rey rectificó
esa información y reaccionó destituyendo al entonces portavoz de la
Casa, Ramón Iribarren.
El
todavía Rey Juan Carlos será el encargado de firmar la ley que regulará
su abdicación en su hijo. Según cálculos del presidente del Congreso,
la ley estará definitivamente aprobada el 18 de junio, día en que
Felipe VI será proclamado Rey de España.
A
ese acto de firma de la ley en el Palacio Real acudirán también la
Reina Sofía y los Príncipes Don Felipe y Doña Letizia, además de los
máximos representantes de las instituciones del Estado.
Un
día
después, tendrá lugar la proclamación de Felipe VI como Rey en otro acto
solemne en el Congreso de los Diputados, al que, en principio, no
tendría que acudir Juan Carlos I, aunque aún no se ha tomado una
decisión definitiva en este sentido, según las fuentes consultadas.
Está
por determinar si, tras ese acto de proclamación, los nuevos Reyes
harían un recorrido en coche por las calles de Madrid o si habrá una
posterior misa de entronización, como ocurrió en el caso de Juan Carlos
I.
Don
Juan Carlos no tiene previsto realizar una ronda de contactos de
despedida entre las diferentes instituciones. Se espera que Felipe VI,
cuando establezca su hoja de ruta, le asigne algúna función a su padre,
que, por tanto, seguirá recibiendo una asignación de los Presupuestos de la Casa del Rey como retribución a esas nuevas tareas.
Don
Juan Carlos y Doña Sofía, de hecho, seguirán residiendo en el Palacio
de la Zarzuela, mientras que Felipe y Letizia no se moverán de su actual
casa, un
chalet construido en el mismo complejo de Zarzuela, pero separado del
Palacio. Felipe VI sí trabajará desde el despacho que hoy usa su padre
en el Palacio de la Zarzuela.