MADRID.- La élite de las 85 mayores fortunas del
mundo acapara la misma porción de la riqueza global que la
correspondiente a la mitad de la población mundial más desfavorecida,
que equivale a más de 3.500 millones de personas, según denuncia un
informe elaborado por Oxfam Intermón, que advierte de que la democracia
ha sido "secuestrada" en beneficio de las élites económicas.
El documento, 'Gobernar para las élites. Secuestro democrático y
desigualdad económica', que será difundido esta semana en el Foro
Económico Mundial, que se celebra del 22 al 25 de enero en la localidad
suiza de Davos, señala que actualmente el 1% de las familias más
poderosas acumula el 46% de la riqueza del mundo.
En España, por ejemplo, el trabajo elaborado por Oxfam Intermón
pone de manifiesto que las 20 personas más ricas poseen una fortuna
similar a los ingresos del 20% de su población más pobre.
Según explica la organización, en los últimos años se han venido
adoptando políticas que claramente benefician a quienes más tienen, como
la desregulación y la opacidad financieras, los paraísos fiscales, la
reducción de los tipos impositivos sobre las rentas más altas o los
recortes en inversión y protección social.
"Desde finales de 1970, los tipos impositivos sobre las rentas más
altas se han reducido en 29 de los 30 países de los cuales se dispone
de datos, lo que significa que en muchos lugares los ricos no sólo ganan
más, sino que también pagan menos impuestos", expone el trabajo de
Oxfam, para incidir en que se trata de un "manifiesto secuestro de los
procesos democráticos por parte de las élites y a expensas de la clase
media y los más pobres".
El director de Oxfam Intermón, José María Vera, afirma que España
"no escapa a esta dinámica", pues los casos en los que los intereses de
una minoría económicamente poderosa se han impuesto a los de la
ciudadanía "son numerosos en su historia" y la crisis que padece "tiene
buena parte de su origen precisamente, en esas dinámicas perniciosas".
Entre estas 'dinámicas' señalan el caso de Europa, donde "las
tremendas presiones de los mercados financieros ha impulsado drásticas
medidas de austeridad que han golpeado a las clases baja y media,
mientras los grandes inversores se han aprovechado de planes de rescate
públicos", destaca el informe.
En cuanto a Estados Unidos, apunta que la desregulación financiera
ha propiciado que se incremente el capital acumulado por el 1% más rico
de la población hasta el nivel más alto desde la Gran Depresión, hace
80 años. Mientras, en India, el número de multimillonarios se multiplicó
por diez en la última década, "gracias a una estructura fiscal
altamente regresiva y el aprovechamiento de sus vínculos con el
gobierno".
En África, las grandes transnacionales (en particular del sector
extractivo) "han aprovechado su influencia para renegociar contratos con
condiciones fiscales mucho más ventajosos, limitando la capacidad de
estos gobiernos para luchar contra la pobreza", conforme señala el
trabajo de Oxfam.
El informe destaca asimismo que se estima que 21 billones de
dólares se escapan cada año al control del fisco a nivel mundial, porque
"las personas más ricas y las grandes empresas ocultan miles de
millones a las arcas públicas a través de complejas redes basadas en
paraísos fiscales".
Como resultado, en la actualidad casi la mitad de la riqueza
mundial está en manos del uno por ciento más rico de la población, (110
billones de dólares) y la otra mitad se reparte entre el 99% restante.
En Europa, la fortuna de las 10 personas más ricas supera el coste total
de las medidas de estímulo aplicadas en la UE entre 2008 y 2010
(217.000 millones de euros frente a 200.000 millones de euros).
Aunque la desigualdad ha escaldo posiciones en la agenda global en
los últimos años, consiguiendo que incluso el propio Foro Económico
Mundial haya identificado su incremento como el segundo riesgo más
importante a nivel mundial para los próximos 12-18 meses; la
organización exige medidas urgentes para frenar y revertir la tendencia.
La entidad incide en que sus reclamaciones tienen respaldo social,
como probó una encuesta realizada para Oxfam en media docena de países
(España, Brasil, India, Sudáfrica, el Reino Unido y Estados Unidos),
según la cual, la mayor parte de la población cree que las leyes están
diseñadas para favorecer a los ricos. En España, ocho de cada diez
personas están de acuerdo con esta afirmación.
"No podemos pretender ganar la lucha contra la pobreza sin abordar
la desigualdad. Esta creciente lacra está creando un círculo vicioso en
el que la riqueza y el poder están cada vez más concentrados en las
manos de unos pocos, dejando al resto de la ciudadanía las migajas",
afirma Vera.