WASHINGTON/BERLÍN.- La Casa Blanca ha pedido a las autoridades de Turquía que
respeten las libertades de expresión y reunión y el derecho a la
"protesta pacífica" y ha instado al diálogo para resolver las
diferencias entre Gobierno y manifestantes.
"Seguimos con preocupación
los acontecimientos en Turquía y apoyando las libertades de expresión y
reunión, incluido el derecho a la protesta pacífica", ha declarado la
portavoz de la Casa Blanca, Caitlin Hayden, en un comunicado.
"Creemos que la estabilidad, la seguridad y la prosperidad a
largo plazo de Turquía están mejor garantizadas con el respeto a las
libertades de expresión, reunión y asociación y con una prensa libre e
independiente", ha proseguido. "Turquía es un amigo y aliado estrecho de
Estados Unidos y esperamos que las autoridades turcas respeten estos
derechos fundamentales", ha concluido la portavoz.
Por su parte, el principal partido de la oposición en
Turquía, el CHP, ha instado hoy a celebrar una "cumbre de líderes"
políticos para calmar la escalada de violencia policial en torno a las
intensas protestas que sacuden al país desde hace doce días. "Los
manifestantes están ahora legitimados", ha dicho el jefe del Partido
Republicano del Pueblo (CHP), Kemal Kilicdaroglu, en rueda de prensa en
Ankara, celebrada después de una reunión extraordinaria de su formación.
La tensión se agudizó ayer cuando la policía irrumpió en la
plaza de Taksim (Estambul), a la que no se había acercado en los 10
días anteriores, y se produjeron los choques más duros hasta ahora. La
policía volvió esta madrugada, a las 04.00 horas (01.00 GMT), a
'limpiar' de barricadas la plaza y las calles circundantes. Luego, a las
07.00 horas (05.00 GMT), una nueva barricada fue erigida a la entrada
del colindante parque Gezi.
"Deberíamos poner fin de forma inmediata a la mentalidad de
la administración que confronta a la policía con la población", ha
dicho Kilicdaroglu. Según el líder opositor, "habría que declarar la
obligación de perseguir jurídicamente a las fuerzas de seguridad que
hacen un uso excesivo de la fuerza".
"La tensión debe decrecer",ha
insistido el político tras instar al jefe del Estado, Abdullah Gül, a
convocar "una cumbre urgente de líderes en este proceso crítico".
Se espera que el primer ministro, Recep Tayyip Erdogan,
reciba hoy a algunos representantes de las masivas protestas de los
últimos días, nacidas de un movimiento modesto de rechazo a un plan de
remodelación urbanística del parque Gezi, colindante con la céntrica
plaza de Taksim en Estambul.
La violenta respuesta de la Policía a los ecologistas
desató una ola de solidaridad que amplió y extendió las protestas a todo
el país, convertidas rápidamente en una manifestación de rechazo al
autoritarismo de Erdogan. El primer ministro ha convocado grandes
reuniones en Ankara y Estambul durante el fin de semana.
Pero algunos de los individuos y grupos invitados al evento
han declarado hoy que no asistirán porque la instancia que representa
legítimamente a los manifestantes es la Plataforma de Solidaridad Taksim
que, subrayaron, debería participar en cualquier reunión. Greenpeace,
invitada a la reunión, ha exigido el fin de los enfrentamientos
violentos y destacado que "la reunión no dará ningún resultado en medio
de la actual atmósfera de violencia".
También se registraron violentos enfrentamientos en la
principal plaza de Ankara, Kizilay, en la que cientos de ciudadanos se
habían congregado en solidaridad con los manifestantes en Taksim. En un
comunicado publicado hoy, la citada plataforma de Taksim ha pedido
solidaridad a la población turca y a todo el mundo.
"Todos los pájaros y animales en torno a Taksim mueren a
causa del uso excesivo de gas. Los más jóvenes están aquí decididos a
defender su honor, resisten e incluso arriesgan sus vidas", se lee en la
nota.
Varios importantes apoyos de solidaridad del exterior, como
el de Amnistía Internacional, han hecho un llamamiento a una "acción
urgente" para Turquía, mientras el Parlamento Europeo ha convocado a una
reunión extraordinaria hoy, para tratar sobre la situación. Desde fines
de mayo estas protestas han causado al menos cuatro muertos y más de
5.000 heridos.
También Alemania
Por su parte, el ministro alemán de Asuntos Exteriores, Guido
Westerwelle, ha advertido este miércoles de que el Gobierno turco se
está equivocando, tanto de cara al país como de cara al exterior, con
sus reacciones contra las manifestaciones antigubernamentales.
En un comunicado, Werterwelle ha calificado de "inquietantes" las
imágenes que han llegado sobre la represión policial contra los
manifestantes en la plaza Taksim de Estambul.
"Esperamos que el primer ministro (Recep Tayyip) Erdogan
tranquilice la situación de acuerdo con el espíritu de los valores
europeos y mediante un intercambio constructivo de opiniones
y el diálogo pacífico", ha añadido.