martes, 17 de marzo de 2020

El Rey Juan Carlos mantiene su estatus jurídico y seguirá siendo miembro de la Familia Real

MADRID.- La decisión de Felipe VI de retirar a su padre la asignación presupuestaria que venía recibiendo hasta ahora no afecta a la condición de don Juan Carlos como miembro de la Familia Real ni a que pueda seguir manteniendo el estatus jurídico que tiene desde su abdicación.

El Rey informó este domingo de su decisión de renunciar a la herencia de don Juan Carlos mediante un comunicado de Zarzuela tras diversas informaciones en las que se asegura que Felipe VI es beneficiario de una sociedad “offshore” creada por su padre y vinculada a una donación de 65 millones de euros de Arabia Saudí.
En el comunicado se daba cuenta de que el Rey retiraba a su padre la cantidad que percibía anualmente procedente de los Presupuestos Generales del Estado.
Una cifra que en la actualidad era cercana a los 200.000 euros, ya que el último dato publicado en la web de la Casa Real corresponde a 2018 y ascendía a 194.232.
Tras renunciar a la Corona en 2014, don Juan Carlos mantuvo su condición de miembro de la Familia Real, su consideración como Rey y el estatus jurídico de aforado, al igual que los miembros del Gobierno y los parlamentarios.
Conservó todo ello, junto a la asignación presupuestaria, después de hacer efectiva el 2 de junio pasado su decisión de retirarse de la actividad oficial.
Sólo se decidió eliminar en ese momento su Secretaría, a cuyo frente estaba el diplomático Alfonso Sanz Portolés.
No obstante, Zarzuela ya avanzó entonces que la retirada de la actividad oficial podría afectar también en el futuro a la remuneración que percibía.
Eso es lo que ha ocurrido ahora, al anunciar el Rey que dejará de percibirla pero sin que eso lleve aparejado que afecte a otras prerrogativas.
El decreto que aprobó el Gobierno en junio de 2014 tras la abdicación establecía que don Juan Carlos y doña Sofía mantuvieran el tratamiento de Rey y de Reina, y así seguirá siendo.
Continuará formando parte de la Familia Real, que con la proclamación de Felipe VI quedó reducida a seis personas (los Reyes, sus hijas, don Juan Carlos y doña Sofía) y mantendrá el mismo estatus jurídico.
Eso implica que, al seguir siendo aforado, sólo podría ser juzgado por el Tribunal Supremo por delitos cometidos tras el 19 de junio de 2014, la fecha de su abdicación.
Desde entonces perdió su inviolabilidad, pero la mantiene para hechos que ocurrieran antes de se momento.
Teniendo en cuenta esa inviolabilidad, la Mesa del Congreso, con los votos de PSOE y PP, rechazó el pasado día 10 la petición de Unidas Podemos y ERC de crear una comisión de investigación para esclarecer las presuntas irregularidades fiscales cometidas por don Juan Carlos.
Por ello también el Tribunal Supremo archivó el año pasado la querella de IU y el PCE por los audios de Corinna zu Sayn-Wittgenstein y el excomisario José Villarejo en los que se implicaba al Rey.
Sin embargo, la Fiscalía Anticorrupción ha pedido recientemente a Suiza investigar una supuesta donación de 65 millones de euros desde una fundación panameña vinculada al padre del Rey a una cuenta de Corinna Larsen.
Una petición en el marco de la investigación abierta en relación con el pago de posibles comisiones en la adjudicación del AVE a La Meca y que recayó en 2011 a un consorcio de empresas españolas.
Ante todo ello, en el comunicado de Zarzuela se informa de que don Juan Carlos ha designado para su representación al abogado Javier Sánchez-Junco.

El Gobierno elogia a Felipe VI pero defiende que se averigüe el origen del dinero de su padre


MADRID.- El Gobierno ha aplaudido ese lunes la "contundencia" del Rey al anunciar que renuncia a la herencia de su padre y le retira la asignación presupuestaria, pero ha respaldado, al igual que diversos partidos, que se sepa el origen del dinero que pueda tener don Juan Carlos en Suiza. 

Zarzuela hizo público el domingo un comunicado con esas decisiones de Felipe VI tras las informaciones sobre una fundación en Suiza vinculada a una donación de 65 millones de euros de Arabia Saudí.
Los partidos nacionalistas e independentistas, así como otras formaciones como Unidas Podemos, han avanzado su intención de promover de nuevo una investigación, e incluso desde el Gobierno ha habido voces a favor de aclarar las dudas.
Ha sido en concreto el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, quien ha elogiado a don Felipe por considerar que su decisión es “una declaración de confianza en las instituciones”, pero al mismo tiempo ha defendido que los españoles conozcan lo ocurrido. “Este país necesita evidentemente saber. Es un país transparente y que necesita seguir confiando en sus instituciones”, ha añadido antes de instar a dejar que sigan actuando las autoridades judiciales españolas y suizas que investigan este asunto.
Otro ministro, el de Transportes, José Luis Ábalos, ha calificado de “respetable y contundente” la decisión del Rey y ha resaltado que ahora la inquietud del Ejecutivo es ganar la batalla del coronavirus.
Esa es la prioridad para la mayoría de partidos, y algunos ya han avanzado que, cuando se logre recobrar la normalidad, habrá que investigar este asunto. Así, el portavoz del PNV en el Congreso, Aitor Esteban, lo ha calificado de “muy grave” y ha defendido “aclarar todo lo sucedido” una vez que se supere la crisis del COVID-19.
Esteban ha abogado por, “como mínimo, modificar las leyes que impiden dar transparencia a las actividades” de la Casa Real porque “no es de recibo, ni jurídicamente sostenible en una democracia, que se invoque la Constitución para impedir una comisión de investigación parlamentaria”, como la rechazada por PSOE y PP la semana pasada.
Ambos partidos, amparándose en la inviolabilidad de don Juan Carlos por los actos cometidos cuando era jefe del Estado, rechazaron en la Mesa del Congreso una petición de Unidas Podemos y ERC de crear una comisión de investigación para esclarecer la comisión de presuntas irregularidades fiscales.
Este lunes, el portavoz de ERC en la Cámara Baja, Gabriel Rufián, ha informado de un frente común con otras fuerzas políticas para hallar “vías de investigación efectiva” y ha manifestado haber hablado ya con JxCat, la CUP, EH Bildu, BNG, Más País, PNV y Unidas Podemos. A su juicio, el comunicado de Zarzuela es “una confesión en toda regla y una enmienda a la Corona”.
La renuncia de Felipe VI a la herencia de su padre es para el senador de Compromís Carles Mulet un reconocimiento de que don Juan Carlos es “un corrupto” y que “ha actuado de manera ilegal” dentro de una familia “envuelta en casos graves de corrupción”.
También ha pedido explicaciones el senador de Més per Mallorca Vicenç Vidal, quien ha sostenido que “el nivel de corrupción al que ha llegado la monarquía española la convierten en una institución inviable en una democracia que se considera avanzada”.
A las críticas se ha sumado el diputado del PSOE Odon Elorza, para quien el asunto del Rey Juan Carlos es “un escándalo monumental” y ha reclamado que los miembros de la familia real hagan una declaración pública de todos sus bienes como cualquier cargo político.
Frente a esas posiciones críticas, el Rey obtuvo poco después de su comunicado el respaldo de PP, Vox y Ciudadanos, y este lunes algunos parlamentarios de esos partidos, como el popular Rafael Hernando, ha reiterado ese apoyo asegurando que es una decisión dura pero ejemplar y que España tiene la suerte de contar con un Rey a la altura de una democracia moderna.
A las reacciones políticas se ha sumado una iniciativa en las redes sociales en la que se pide a la Casa Real que “obligue” a Juan Carlos I a donar a la sanidad pública “los millones de euros recibidos de Arabia Saudí” con el fin de frenar el coronavirus cuanto antes.
En medio de todas estas opiniones y peticiones, el abogado de la amiga del Rey Corinna Larsen ha asegurado en un comunicado que desde 2018 han intentado contactar con la Embajada de España en Londres y la Casa Real para denunciar la “campaña de abuso que se ha estado librando” contra ella durante ocho años y que se ha hecho caso omiso de los “graves asuntos” que ha comunicado “en detalle”.
El anuncio realizado por Zarzuela sobre la retirada de la asignación presupuestaria a don Juan Carlos, que seguirá manteniendo su estatus jurídico, incluía que Felipe VI renunciaba a toda herencia de su padre.
Se trata de una declaración de intenciones a la que se compromete públicamente, ya que, de acuerdo con el Código Civil, no es posible rehusar una herencia hasta el momento en que la persona que hace el legado haya fallecido.