jueves, 23 de enero de 2014

La tasa de paro repunta en España por la caída de la población activa

MADRID.- La tasa de paro en España repuntó ligeramente entre octubre y diciembre de 2013, al neutralizar la destrucción del empleo asociada sobre todo al fin de la temporada turística una tímida caída del número de parados en la recta final del año.

La Encuesta de la Población Activa (EPA), elaborada por Instituto Nacional de Estadística (INE), situó la tasa de desempleo a finales de diciembre en el 26,03 por ciento, frente al 25,98 por ciento del tercer trimestre, rompiendo así una corta racha de dos periodos seguidos de descensos.
El Banco de España estimó el jueves que el Producto Interior Bruto (PIB) del país habría crecido un 0,3 por ciento en el último trimestre, y las previsiones del Gobierno apuntan a un crecimiento para 2014 de un 0,7 por ciento tras una larga recesión, pero los expertos advierten de que la recuperación del mercado laboral será lenta.
Los datos de la EPA mostraron ciertas mejoras en el último tramo de 2013 con respecto a los años anteriores de crisis, con el número de parados cayendo por primera vez en diez años en un cuarto trimestre, en 8.400 personas, hasta 5.896.300 desempleados.
La cifra total de desempleados se redujo en todo el año en 69.000 personas, lo que supone la primera caída anual desde el segundo trimestre de 2007.
Gran parte de esta bajada se debió en cualquier caso a un nuevo descenso de la población activa, que siguió disminuyendo tanto por la salida de ciudadanos extranjeros como por el efecto desánimo en los desempleados.
La habitual destrucción de empleo en el sector servicios al finalizar la temporada de verano supuso que la ocupación disminuyera en 65.000 personas, situando el número de empleos eliminados en todo 2013 en 198.900.
La variación anual de la ocupación, del -1,17 por ciento, hasta 16,758 millones, fue de todas maneras la tasa menos negativa desde el segundo trimestre de 2011, lo que demuestra cierta estabilización en el mercado laboral.
En datos desestacionalizados intertrimestrales, la ocupación subió un 0,29 por ciento, el primer dato positivo desde el inicio de la crisis, mientras que el paro se redujo por tercer trimestre consecutivo, un -1,22 por ciento.
La destrucción de empleo se cebó especialmente en el sector público, que acabó el año con 2,79 millones de ocupados, la cifra más baja en casi 10 años.
Con respecto al tipo de empleo, la EPA mostró una fuerte caída del trabajo a tiempo completo y un incremento del número de personas que trabaja con una jornada parcial (16,34 por ciento del total), en línea con el objetivo del Gobierno de impulsar este tipo de ocupación para reactivar el mercado laboral.
El drama de la estadística del paro se reflejó especialmente en el número de hogares que tienen a todos sus miembros activos sin trabajo -que creció en el trimestre en 24.600, hasta un total de 1,832 millones- y en los desempleados de larga duración, que aumentaron hasta 2,95 millones.
La alta tasa de paro española -entre las más elevadas de la Unión Europea- es el mayor exponente de una recesión que el Gobierno prevé dejar atrás este año con creación neta de empleo.
Aunque en los presupuestos de 2014 las proyecciones del Gobierno apuntaban a una tasa de paro del 25,9 por ciento, el ministro de Economía, Luis de Guindos dijo recientemente que esa cifra podría incluso situarse por debajo del 25 por ciento.

Micro y macro / Juan García Caselles *

Dice Rajoy, convenientemente coreado por los suyos, que la economía va bien, pero dice la gente de a pie que su economía va mal. Y es que cada uno habla de dos cosas distintas. Mientras Rajoy habla de la macroeconomía, los currantes hablan de la microeconomía. Habrá quien diga que esto no hay quien lo entienda, pero no es porque sea difícil, sino porque nunca han querido entenderlo. 

Veamos: la macroeconomía es la economía de las grandes empresas, de los bancos, de las multinacionales, etc., mientras que la microeconomía es la economía del hogar, de los obreros, de las clases medias, de todo aquel que tiene que ganarse el sustento trabajando, tanto si lo hace con el sudor de su frente como si lo hace desgastándose las neuronas, porque la cosa no está en si trabajas con las manos o con el coco, sino en si trabajas para tí o tienes que vender tu trabajo por un precio, tanto si es salario como si no lo es. 

En estas condiciones entra en juego aquello de la lucha de clases, que no consiste en si eres un follonero o tragas sin más, sino de quien es la pela. Si el trabajador se lleva un euro más, el empresario se queda sin él, pero si se lo lleva el empresario, el que se queda sin él es el trabajador, y en esto no hay manera de encontrar una solución definitiva, por mucho que se empeñen los socialdemócratas en lo contrario, que ya visteis lo que le pasó al Zapatero cuando los gallos de la economía europea se le sublevaron. 

O sea, que si la macroeconomía va bien es porque la microeconomía va mal. Y no vale decir que en las épocas ascendentes del ciclo económico, cuando hay un fuerte crecimiento, todos van bien, porque si bien los trabajadores mejoran su nivel de vida, la realidad es que ven disminuir su parte proporcional en el reparto del Producto Interior Bruto, como claramente dicen las estadísticas. De lo que se deduce que cuando le bajas los ingresos a las clases de abajo para añadírselo a las clases de arriba, la macroeconomía se pone boyante mientras los pobretes (los de la microeconomía) las pasan canutas. Que es lo que pasa. 

Pero si seguimos por este camino el paro y el empobrecimiento generalizado de los currantes producen el daño colateral de que los pobres empresarios chinos ya no le pueden vender sus juguetillos electrónicos al rico proletariado europeo, ni los sesudos empresarios alemanes le podrán vender lavadoras u otros utensilios a los depauperados sur-europeos y ni siquiera los de Microsoft podrán seguir renovando el Windows.. Así que parece necesario cambiar la cosa para que el mercado siga funcionando. 

Por eso, le guste a la CEOE o no, como la única manera de atajar el paro consiste en mejorar los ingresos de las clases trabajadoras para que aumente el consumo y mejore la situación de las empresas pequeñas para que empiecen a colocar la gente que ha sido despedida por la jodida política del PP, resulta inevitable acabar con lo de los recortes y suavizar la reforma laboral...

 Así que con un poco de suerte veremos a Rajoy y sus secuaces defender dentro de poco justamente lo contrario de lo que hasta ahora han defendido, porque si siguen recortando y haciendo el bestia nos llevan directamente a la catástrofe. Y de eso se han dado cuenta hasta el FMI y los de Davos. Y a ver qué van a hacer, sino obedecer a los jefes, como siempre.

(*) Notario jubilado