viernes, 28 de marzo de 2014

Un asesor financiero independiente anima a sumarse a la Economía del Bien Común, un modelo basado en la "justicia social"

MADRID.- El asesor financiero independiente, Paco Álvarez, anima a los españoles a sumarse a la Economía del Bien Común, un sistema económico alternativo completo basado en los valores de "dignidad humana, solidaridad, sostenibilidad, justicia social y democracia".

   Álvarez, que fue consejero director general de la Bolsa de Valencia y vicepresidente de la Bolsa de París, habla de por qué es necesario cambiar el modelo actual y, para ello, detalla los resortes del sistema actual y sus características principales, que él resume en la búsqueda de un crecimiento "por encima de todo", y "el uso del dinero por el dinero y no como herramienta para generar bienestar".
   Álvarez remarca que este modelo se ha implantado gracias, en parte, a la educación que se imparte a la población y a que se inculca la idea de que "seremos más felices cuanto más dinero tengamos". Además, se instruye bajo el concepto de que las empresas "tienen que crecer a toda costa" y que nosotros "debemos conseguir el mejor salario posible, tener tres casas y el último modelo de coche", asevera.
   En este sentido, lamenta que el crecimiento "se mide solamente por el dinero", como prueba el hecho de que el principal indicador para medir este concepto es el Producto Interior Bruto (PIB), que mide la riqueza 'per capita'.
   En cambio, critica que el PIB "no indica si este país es una democracia o una dictadura, ni revela si ese Estado utiliza mano de obra explotada, o si se remunera de la misma forma a un hombre y a una mujer para un mismo puesto de trabajo".
   Asimismo, lamenta que el beneficio empresarial "también se mide por dinero, y no por el bienestar que hay en la compañía, por la transparencia de la misma, o por el hecho de que se pueda emplear mano de obra infantil explotada en países terceros", mientras que la competencia consiste en acabar a toda costa con otras empresas.
   Álvarez también pone de relieve que lo necesario para hacer que el sistema funcione son los recortes, que con anterioridad se obtenían a través de las guerras, destruyendo cosas y reconstruyendo a continuación, provocando la consiguiente bajada y subida de la economía.
   En este sentido, Álvarez celebra que la última crisis económica ha contribuido a que la población tome conciencia de que, efectivamente, el modelo actual ha aumentado al diferencia entre los que tienen más dinero y los que menos tienen.
   Álvarez también habla del Fondo Monetario Internacional (FMI), del Banco Mundial o de la OCDE, que son organismos "que sostienen el modelo", pero que implican una reflexión sobre el fin para el que se crearon y la labor que están llevando a cabo.
   Por ejemplo, recuerda que el FMI fue creado en 1944 y entre sus funciones se encontraba "evitar crisis financieras", tal y como indica todavía su página web; ayudar a los países en desarrollo; y erradicar la pobreza en el mundo, lo que pone en evidencia el fracaso en sus propósitos.
   Álvarez considera que si la sociedad no cambia los principios del sistema actual, seguirá habiendo crisis. Para ir al "meollo de la cuestión", apuesta por cambiar el modelo, pero sostiene que esto no implica "llevar a cabo una revolución". Al contrario, recuerda que en el preámbulo de la Constitución española "está escrito que el objetivo es buscar el bien de los ciudadanos españoles".
   Por tanto, de lo que se trata es de llevar estos preceptos a la práctica y, para ello, Álvarez apuesta por aplicar "valores" en los principios de la empresa, lo que recibe el nombre de Matriz del Bien Común.
   Por ejemplo, llevar a la práctica estos planteamientos pasa por preguntarse si la empresa tiene un comportamiento correcto con el entorno social en el que se encuentra; si se reparten los beneficios empresariales de forma justa entre todos aquellos que hacen que la empresa exista, es decir, el empresario, el financiador y también los trabajadores.
   Igualmente, se pregunta si existe transparencia en la empresa; si existe un pacto salarial y si se ha hablado de cuál es el salario mínimo decente. Además, plantea la posibilidad de reflexionar sobre la existencia de un salario máximo interprofesional, de la misma forma que existe un salario mínimo interprofesional.
   Frente a la competencia empresarial, Álvarez propone modelos cooperativos que ya existen y que permiten hacer estructuras empresariales diferentes, obteniendo beneficios, creando empleo y beneficio en su entorno social. Este sistema, aclara, no implica renunciar a herramientas capitalistas.
   Álvarez explica que la Economía del Bien Común consiste precisamente en aplicar estos valores a las empresas, todo ello "sin dar la espalda al uso del dinero", pero empleándolo como "herramienta para poder alcanzar el bienestar que todos pretendemos y que nuestros propios gobiernos dicen trabajar para alcanzar".
   Este asesor financiero tampoco rechaza los beneficios financieros, sino que puntualiza que solo hay que saber el uso que se hace de ellos, y cuestionarse si se lo deben llevar solo unos pocos o si se deben reinvertir a mejorar las condiciones de la empresa y el entorno social de la compañía.
   "Desgraciadamente", lamenta que estas buenas prácticas no se aplican por lo general, aunque ya hay en España empresas que las ejecutan y ONGs que también llevan a cabo experiencias como el comercio justo, desde antes incluso de que el economista austríaco Christian Felber acuñara el concepto de Economía del Bien Común.
   Álvarez critica que el modelo económico actual está estructurado de arriba a abajo, y el modelo de Economía del Bien Común está planteado al revés: la célula inicial del sistema es la empresa y se pide a las administraciones públicas, como los ayuntamientos, que reflexionen sobre el tratamiento que dan a estas compañías, primando que dan bienestar.
   Por lo tanto, sostiene que los cambios normativos vendrán dados por el hecho de que el modelo se ha construido desde la base, poco a poco, y no hay ninguna pretensión de obligar a nadie a hacer nada, pero sí poniendo sobre la mesa "un cierto número de valores que debe de ser compartido". De hecho, en España ya hay 17 ayuntamientos que están ejecutando estas prácticas.
   El movimiento está auspiciado a través de grupos creados en casi todas las principales ciudades españolas para difundir y animar a las empresas a hacer el ejercicio, con la colaboración de universidades y catedráticos universitarios.
   Desde 1971 hasta 1995, Álvarez trabajó en la Bolsa de París, de la cual llegó a ser Vicepresidente. En 1995 regresó a España para ser Consejero-Director de la Bolsa de Valencia hasta el año 2000. En la actualidad preside 'ÉTICA Familiy Office', es autor de 'No le digas a mi madre que trabajo en Bolsa' y coautor de 'Adiós peseta', publicadas por Alianza Editorial. Asimismo, es autor de 'La bolsa en tu bolsillo', publicada por la Editorial Almuzara.

El ministro Montoró acusa a 'Cáritas' de faltar a la verdad sobre la pobreza en España

MADRID.- El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, ha dicho hoy que los informes que elabora Cáritas sobre la pobreza en España "no se corresponden con la realidad" porque sólo se basan en "mediciones estadísticas", y le ha pedido a esta organización que no "provoque" debates en este sentido.

Montoro ha respondido así en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros a una pregunta sobre el informe presentado ayer por Cáritas, según el cual España es el segundo país de la Unión Europea (UE) con el mayor índice de pobreza infantil, superado solo por Rumanía.
Además, según esta organización, al menos un millón y medio de hogares españoles padecen una situación de exclusión social severa, un 69,8 % más que en año 2007.
Para el titular de Hacienda, los informes "sistemáticos" que elabora Cáritas "son de contenido puramente estadístico" y, ha explicado que "cuando se habla en términos estadísticos, se está hablando de otro umbral de renta que lleva a la pobreza" y que sitúa a España en peor lugar que a otros países de la UE con rentas per cápita muy inferiores.
Ha añadido que, además, en las presentaciones públicas de los citados informes "se mezclan conceptos" y se ha referido a la propuesta de destinar a erradicar la pobreza parte de lo que el Gobierno va a utilizar para "rescatar las autopistas".
En este sentido, ha dicho que, sin ese rescate los fondos públicos para luchar contra la pobreza se reducirían y que ésta se reduce con crecimiento económico, empleo y políticas de cohesión social.
Ha asegurado que esta explicación se la ha trasladado a los representantes de Cáritas y de otras organizaciones y que, pese a estar "de los más razonable, escuchar y coincidir" con sus tesis, "luego siguen haciéndolos" (los informes).
No obstante, Montoro ha reconocido "la función social absolutamente vital de impulso de la cohesión social" que Cáritas realiza.

El origen de las crisis / Ángel Tomás Martín *

El siglo XX ha transcurrido con una serie de crisis de influencia inevitable sobre la economía mundial, que se inició con la más profunda, la del año 1929 conocida como "La Gran Depresión", de la que se obtuvieron experiencia y conclusiones una vez transcurridos los siguientes quince años. Sin duda, la actual iniciada en el último trimestre de 2007, ha sido la peor desde los años treinta, y transcurridos siete años se sigue trabajando intensivamente para la recuperación, sin que exista pleno acuerdo todavía sobre cuales han sido las razones que la provocaron. 

Podemos afirmar, sin aspirar a conclusiones definitivas, que se sigue desconociendo la relación entre la economía global y los movimientos financieros internacionales. Estos últimos, a nuestro juicio, al estar incontrolados y constituir un poder colectivo que atrae a los inversores de todos los países, beneficiándose especialmente los encubiertos analista-gestores de los grandes bancos de inversión, son los verdaderos culpables de las crisis y sus consecuencias nefastas. Los movimientos financieros incontrolados y perturbadores de la economía real, no se tenían en cuenta hasta la aparición de La Gran Depresión, y aunque se haya avanzado en su control, sigue siendo escasa la atención que los gobiernos le prestan.

En los principales centros de investigación económica se considera ahora la necesidad de introducir sistemas de control sobre los movimientos de los poderosos mercados financieros, convencidos de que son las ideas especulativas y no los intereses de la economía real el verdadero origen de la inestabilidad de los precios de los activos que aquellos provocan para la obtención de beneficios rápidos. Sólo la intervención de los bancos centrales puede impedir las turbulencias económicas que periódicamente soportamos.

El comportamiento de los mercados financieros, la gran volatilidad muchas veces provocada de los precios de los activos, la ausencia de prevención por parte de los gobiernos que carecen del dinamismo necesario para corregir los impactos de aquellos, que sí actúan apoyando a los mercados para celebrar los resultados positivos en la fase alcista del ciclo, pero que retiran la liquidez ante la aparición de una burbuja provocando: pánico, ventas de urgente realización, caída del consumo y desplazamiento de la actividad industrial, son el verdadero causante de casi todas las crisis. 

Los gestores de la economía casi nunca aciertan en la adopción de medidas, ni en el diagnóstico de las causas que provocan los grandes desajustes. Los Gobiernos deberían centrar la mayor atención en el control de los movimientos financieros desestabilizadores, y en el respeto y cumplimiento de los Presupuestos Generales de las Administraciones Públicas. Tal vez la penalización de su incumplimiento, y de las macroinversiones de difícil amortización y de nula rentabilidad, sería una de las soluciones más efectivas en la buena dirección de unapolítica económica útil, acertada y creadora de confianza.

Si contemplamos la deuda de nuestras Administraciones Públicas en base de lo expuesto anteriormente, comprenderemos mejor el impacto macroeconómico que la crisis ha ocasionado. La deuda a finales de 2013 se aproxima a los 1.000 millones de €, más del doble de los 435.000 millones en que se encontraba al principio de 2.008, por tanto, ha pasado del 40% sobre el PIB a superar el 90% al comienzo de 2014. El profesor de Harvard Kenneth Rogoff, llegó a la conclusión de que la deuda elevada disminuye la posibilidad de crecimiento, y cuando se supera el 90% del PIB se hace muy difícil el progreso de la economía.

Si se llega a la conclusión de que cuando el sector financiero alcanza niveles insoportables, presiona sobre la economía real ocasionando recesión y dificulta volver al crecimiento, sólo es posible crear riqueza si hay ideas capaces de potenciar nuevas fuentes o sectores donde la inversión se reactive creándose tejido empresarial y empleo.

Cuando faltan ideas se suele recurrir, como camino único, a la subida de la presión fiscal con el fin de recaudar más para hacer frente al servicio de la deuda de las Administraciones Públicas. Esta medida adoptada en medio de una crisis aún sin crecimiento, aunque se haya superado la recesión, es un error demostrado, ya que oprime a la empresa y al emprendimiento, obstaculizando el desarrollo económico sin conseguir aumentar la recaudación. Ésta solo es posible si el sistema fiscal estimula la actividad obteniendo efectos positivos recaudatorios más rápidos.

Los errores cometidos no deben repetirse y para ello "no debemos olvidar al sector financiero especulativo", el desajuste presupuestario, la mesura en la presión fiscal, contar con un sistema bancario saneado y con liquidez equilibrada, y una presión moderada del coste financiero de la deuda pública. El sistema de regulaciones administrativas continuado, es otro de los motivos que infunden desconfianza e inseguridad cuya práctica debe abandonarse.

(*) Economista y empresario

España registró 184 desahucios al día en 2013

MADRID.- Las autoridades españolas ordenaron 67.189 desahucios en 2013, primer año en el que se empezó a recoger esa estadística, informó hoy el Consejo General del Poder Judicial. La cifra equivale a 184 desahucios por día, de los cuales el 38,4 por ciento correspondieron a ejecuciones hipotecarias, 56,8 por ciento a la Ley de Arrendamientos Urbanos y 4,8 a otras causas.

Los desalojos ordenados judicialmente corresponden a casos en que los afectados se niegan a abandonar la vivienda al no poder llegar a un acuerdo con el banco sobre el pago de la ejecución hipotecaria, la renegociación de la deuda o por el impago de alquiler.

Una cantidad no determinada de afectados por la crisis entregan sus casas al banco antes del inicio de un proceso judicial.

Los desalojos se realizan por una comisión judicial, integrada por funcionarios del juzgado, agentes del orden y el propietario legal.

Las regiones donde se registraron más desalojos ordenados por los juzgados son Cataluña (23,8 por ciento del total), Comunidad Valenciana (14,6 por ciento), Andalucía (13,8 por ciento) y Madrid (13 por ciento).

Organizaciones como Stop Desahucios, que se oponen a los desalojos a la fuerza cosieran que la práctica vulnera el artículo 25 de la declaración universal de los derechos humanos y, el artículo 11 del Pacto Internacional de Derechos económicos, sociales y culturales.

En el plano nacional recuerdan que la medida también incumple el artículo 47 de la Constitución, que otorga a los españoles el derecho a una vivienda digna y adecuada.

Los poderes públicos, agrega el artículo, promoverán las condiciones necesarias y establecerán las normas pertinentes para hacer efectivo este derecho, regulando la utilización del suelo de acuerdo al interés general para impedir la especulación.

Activistas contra los desahucios han denunciado que la práctica es resultado de un política dirigida a dfender los intereses de los bancos, que provocaron la crisis actual, a costa de los derechos de la población.

La pobreza infantil y energética aumentan en España

MADRID.- Estudios de diferentes fuentes alertan hoy sobre el fuerte resquebrajamiento de las condiciones de vida en España, dado los altos índices de pobreza infantil y energética, que apuntan a un fracaso de la política de recortes. 

En España, el riesgo de pobreza entre los niños menores de 18 años llegó al 29,9 por ciento en 2012, casi nueve puntos porcentuales sobre la media de la Unión Europea de 21,4 por ciento, de acuerdo con Eurostat, el organismo continental de estadísticas.

Asimismo, uno de cada tres hogares españoles afectados por el desempleo sufren igualmente de pobreza energética, un factor que provoca más de siete mil muertes en el mundo, según un informe de la Asociación de Ciencias Ambientales.

España es el cuarto país de la Unión Europea con más hogares sin condiciones de mantener una temperatura adecuada en el invierno y ocupa el segundo lugar en pobreza infantil, solo precedido por Rumania, acorde con un reporte de Caritas presentado en Atenas.

El mismo informe coloca a España como la nación de mayor tasa de abandono escolar prematuro de la UE, con 24,9 por ciento, frente a la media europea de 12,7 por ciento.

Cáritas alertó que la tasa de pobreza en España afecta a 13 millones de personas para el 28,2 por ciento de la población, también superior a la media regional estimada en 25,1 por ciento.

Según la investigación trabajar ya no es garantía para escapar de la pobreza en España, donde el 12 por ciento de los trabajadores no gana suficiente para cubrir las necesidades.

La organización coincide con estimados de los sindicatos que cifran en seis millones la cifra real de desempleados en España, aunque las reportes oficiales lo estiman en algo más de cuatro millones 800 mil.

La causa es que muchos de los desempleados no se inscriben ya en las listas, que no le garantizan subvenciones y ofrecen pocas esperanzas de conseguir empleo.

De otro lado, la Asociación de Ciencias Ambientales estima que 17 por ciento de los hogares españoles tienen dificultades para pagar las facturas energéticas y cuatro millones (nueve por ciento) no pueden mantener la temperatura adecuada en la temporada invernal.

El estudio considera la pobreza energética vinculada directamente a la tasa de desempleo y es peor en zonas rurales o despobladas, al tiempo que alerta sobre la afectación que puede provocar en el progreso escolar de los niños y la alimentación.