Bajo el eslogan "Hama, perdónanos", los opositores al régimen
convocaron a los sirios salir en masa a las calles en memoria de las
decenas de miles de personas muertas en 1982 durante la represión de un
alzamiento de los Hermanos Musulmanes en esta ciudad del centro de
Siria. En aquel momento, el presidente era Hafez al Asad, padre del
actual mandatario.
Miles de manifestantes fueron fieles a la cita en Hama, donde según
las estimaciones, entre 10.000 y 40.000 personas murieron durante la
campaña represiva, que duró 27 días.
Según los activistas hubo otras manifestaciones en otros lugares del país, como Qamishli en el norte y Deir Ezzor en el este.
"¡Hafez está muerto, Hama no!, ¡Bashar morirá, pero Siria no!", podía
leerse en las pancartas lucidas por los manifestantes en un barrio de
Damasco, según un video colgado en internet por activistas. "El castigo
colectivo no funcionará esta vez", decía otro.
Catorce civiles murieron el viernes, indicó el opositor Observatorio
Sirio de Derechos Humanos, con sede en el Reino Unido. Un civil murió en
Hama (centro) y otros cinco en Daraya, en la provincia de Damasco.
Cerca de la capital, dos civiles murieron al alba en la localidad de
Rankus, que continúa sitiada por el ejército.
En la región de Idleb (noroeste), dos niños murieron por la explosión
de un artefacto, y un joven murió por bala cuando las fuerzas de
seguridad tomaron por asalto un pueblo. En Alepo (norte) tres civiles
murieron.
Osama Shami, portavoz de los activistas en la región de Damasco, dijo
que hubo varias manifestaciones en la capital, y que las fuerzas de
seguridad dispararon contra la gente congregada.
La movilización no se debilita pese a la represión del régimen, que
según los opositores ha causado al menos 6.000 muertos en más de diez
meses y mientras que la comunidad internacional no logra unirse para
poner fin a la violencia.
La posición de Rusia, aliado tradicional de Siria, es el principal
obstáculo. Moscú indicó que no puede apoyar tal como está el proyecto de
resolución sobre Siria en el Consejo de Seguridad.
Pero la secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton, y su
homólogo ruso, Serguei Lavrov, tuvieron "una conversación constructiva",
anunció el departamento de Estado estadounidense este viernes.
En la nueva versión del proyecto de resolución, el Consejo de
Seguridad no pide explícitamente que el presidente Bashar al Asad deje
el poder, ni menciona un embargo de armas ni siquiera nuevas sanciones.
Eso sí, "apoya plenamente (...) la decisión de la Liga Árabe del 22 de
enero de 2012 de facilitar una transición política dirigida por los
propios sirios".
Clinton y Lavrov "se pusieron de acuerdo en el hecho de que sus
equipos en Nueva York sigan trabajando en un proyecto de resolución",
declaró Mark Toner, portavoz del departamento de Estado, agregando que
los dos ministros deben reunirse este fin de semana al margen de una
conferencia en Alemania.
En paralelo a la movilización internacional, los combates continúan en Siria.
"Once soldados del ejército regular, entre ellos un coronel, murieron
en enfrentamientos con grupos de desertores en las localidades de
Jasem, Kafarshams y Nawa", en la provincia de Deraa (sur) y Homs
(centro), según el Ejército Sirio Libre (ESL).
Los enfrentamientos entre el ESL y las tropas del régimen se
intensificaron las últimas semanas, dándole a la crisis un cariz de
conflicto armado.
Según un portavoz del ESL el ejército regular está "cerca de desmoronarse".
"Aunque el ejército tenga capacidades enormes, los soldados no tienen
más la voluntad de combatir", afirmó por teléfono el comandante Maher
Nuaimi, establecido en Turquía.
Según Human Rights Watch, niños de apenas 13 años han sido torturados
por las fuerzas del orden. Los niños contaron a la organización que
"unos oficiales los mantuvieron en régimen de aislamiento, los golpearon
brutalmente y los electrocutaron", además de "quemarles la piel con
cigarrillos y suspenderlos con esposas metálicas, a veces durante varias
horas".