JERUSALÉN.- Israel no ha dado su brazo a torcer frente a las demandas internas y externas sobre la cuestión palestina, pero se muestra más dialogante y benévolo con el movimiento de los indignados que tomó las calles durante el verano. Así, el Gobierno ha aprobado hoy un paquete de medidas que dan respuesta a varias de las reivindicaciones de los manifestantes.
Una de las medidas más jalonadas ha sido la de implementar la educación gratuita desde los tres años, aprobada por 21 votos a favor y 8 en contra en el gabinete de ministros.
Los ministros también autorizaron la concesión de ayudas económicas destinadas a financiar el cuidado de menores por las tardes para los casos de familias cuyos dos progenitores trabajen.
Estas medidas son recomendaciones del denominado Comité Trajtemberg, a quien el primer ministro, Benjamín Netanyahu, encargó propuestas para atender las demandas de los indignados.
El documento también abogaba por imponer fuertes multas a quienes mantengan apartamentos vacíos durante largos períodos y regulaciones para romper oligopolios y aumentar los impuestos a las rentas más altas y sobre los beneficios del capital.
Otras de sus propuestas eran facilitar alquileres a familias de clase media a un precio controlado por las administraciones e incluir en el cálculo de la tasa de crecimiento elementos como el grado de desigualdad, la situación sanitaria o la calidad medioambiental.
Antes de que finalizase el mes, el Comité Trajtemberg presentó un informe de conclusiones en el que sugería a Netanyahu recortar en 3.000 millones de shekels (600 millones de euros, 810 millones de dólares) el presupuesto de Defensa y equipararlo en 2015 al de Educación.
Unas 450.000 personas protagonizaron a principios de septiembre pasado la mayor manifestación de la historia de Israel en la llamada "Marcha del millón", cenit de las multitudinarias protestas contra la carestía de la vida iniciadas en julio.