MANAMA.- El rey de Bahréin
manifestó su agradecimiento al mundo de la Fórmula 1 por la celebración
este domingo del Gran Premio de su país, pese a la multiplicación de
manifestaciones, algunas violentas, de la oposición chiita, que reclama
reformas de fondo a la monarquía.
El movimiento de los "Jóvenes del 14 de Febrero" llamó a manifestarse
en las distintas localidades del país durante la carrera y a participar
en una manifestación hacia la Plaza de la Perla, en la capital, donde
se inició la movilización opositora en febrero de 2011.
Los jóvenes manifestantes lograron bloquear brevemente algunas
carreteras en la mañana de este domingo, quemando neumáticos o
contenedores para residuos, mientras un helicóptero sobrevolaba la zona.
Las carreteras que llevan al circuito están "abiertas" y son
"seguras", afirmó en las primeras horas de la tarde el ministerio del
Interior en un comunicado.
El rey Hamad Ben Isa al Jalifa, quien tenía previsto concurrir al
Gran Premio, transmitió su "reconocimiento" a los organizadores del GP,
que permitieron "que este gran acontecimiento se realice con el espíritu
comunitario y festivo que representa la Fórmula 1".
No obstante, "quiero recalcar claramente mi compromiso personal en
pro de reformas y la reconciliación en nuestro país".
"La puerta que
lleva a un diálogo sincero sigue estando abierta", aseguró.
Nuevos enfrentamientos habían tenido lugar el sábado por la noche en
pueblos donde viven chiitas, tras anunciar la oposición la muerte de un
hombre en el lugar de una manifestación "salvajemente" reprimida, cerca
del circuito donde estaba previsto el Gran Premio de Fórmula 1.
Se trata del primer muerto en las manifestaciones relacionadas con la
celebración del GP, aunque la revuelta contra el régimen sunita que
dirige este país del Golfo le ha costado la vida ya a decenas de
personas desde febrero de 2011.
Según una comisión independiente, la represión de la revuelta de
febrero y marzo del pasado año provocó 35 muertos, cuatro de ellos por
torturas. Amnistía Internacional cifra, por su parte, en 60 los
fallecidos desde el inicio del movimiento.
En la noche del sábado, decenas de manifestantes, algunos de ellos
encapuchados, corearon consignas contra la dinastía reinante, tras lo
cual se produjeron enfrentamientos con las fuerzas del orden público,
que se habían desplegado masivamente alrededor de pueblos en los que
viven chiitas. En algunos de estos pueblos, como Malkiya, Karzakan,
Sadad y Damistan, los manifestantes esgrimieron banderolas en las que se
leía "No a la Fórmula de la Sangre", eslogan de una campaña lanzada por
los "Jóvenes del 14 de Febrero".
Las autoridades afirman que se trata de incidentes aislados, tras la
anulación de la carrera el año pasado, como consecuencia de los
disturbios, pero varias organizaciones humanitarias criticaron la
celebración de la carrera en plena crisis política.
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